Horizonte de pioneros
La historia, el presente y la gente de Marcelino Escalada son puestos de relieve en esta nota. Cada uno de los componentes institucionales y culturales que allí se encuentran hacen del pueblo un lugar digno de conocer.
(Por Carlos A. Yesciani).- Hacer referencia a la historia de Marcelino Escalada es resaltar la lucha de un grupo de familias laboriosas en pos del progreso y desarrollo del pueblo. Muchos de ellos venidos desde lejanos parajes, deseosos de trabajar y hacer producir la tierra. Es éste el recuerdo de aquellos "héroes" que supieron luchar contra la adversidad de los momentos difíciles en aras de un futuro mejor.
Los primeros dueños de estas tierras fueron los indígenas, los característicos de nuestra zona los mocovíes y abipones. Tribus belicosas, indómitas, que asolaron el territorio santafesino, lo que incitó a los gobernantes a realizar campañas para contener las incursiones de éstos. La labor religiosa fue muy positiva, en tanto supieron salvar obstáculos muy grandes en procura de la "civilización" de los nativos.
A esta primera etapa continúa la necesidad de "colonizar" las tierras, por lo cual el gobierno provincial organizó un plan de colonización, fruto del cual es la fundación del pueblo.
En el año 1884 Marcelino Escalada y Benito Ramayón compraron las tierras, que hoy ocupan las localidades del mismo nombre, en concurso civil a Eustaquio y Norberto Riestra. Posteriormente la sociedad es disuelta y cada uno inicia por su cuenta la tarea de colonizar las tierras adquiridas.
Marcelino Escalada, por intermedio de su apoderado Luciano Leiva, inició las tareas para la fundación de una villa. De esta manera, solicita el permiso correspondiente para fundar la colonia que llevará el nombre de "Lastenia" en campos de su propiedad, ubicado en el departamento La Capital, distrito San Justo.
En el año 1888 se fundó el nuevo poblado, Villa Lastenia, en honor a la hija del fundador y cuyo trazado fue aprobado por decreto el 22 de setiembre de 1888, fecha oficial de su fundación. Al año siguiente fue habilitada la estación ferroviaria correspondiente a la línea Santa Fe-Resistencia, actual ferrocarril Belgrano.
La primera actividad desarrollada fue un establecimiento aserradero, que representaba una importante producción y posibilitó el trabajo de la mayoría de los pobladores. La radicación de familias determinó la necesidad de una organización administrativa, educativa y judicial. Así aparecen: la comisión de fomento, el juzgado de paz, la comisaría y la escuela.
En el año 1941 el Superior Gobierno de la Nación aprobó el cambio de denominación y se le otorgó al pueblo el nombre de Marcelino Escalada. Geográficamente, se halla situado en el departamento San Justo, sobre Ruta Nacional Nº 11 a 28 km al norte de la ciudad de San Justo; limita al norte con la localidad de Colonia Silva, al este con el río Saladillo, al sur con la población de Ramayón y al oeste con el río Salado. En la zona se encuentran los ríos Saladillo, que sirve de límite con el departamento San Javier, y el río Salado, que delimita con el departamento San Cristóbal.
Poco a poco, Marcelino Escalada comenzó su largo e ininterrumpido camino hacia una vida próspera. Así se formaron los primeros comercios -la mayoría de ramos generales- cuyos propietarios fueron Teonesto Fontana, Vera y Gonzalo, Jorge Habichayn; almacén de Manuel y Alonso Alcaráz, tienda de Salvador Chocrón, almacén de Angel Chemes, tienda de Acrich Bentolila, comercio de Angel Filippa, de Modesto Verón y acopio de cereales de Dario, Julio y Raúl Alcaráz.
El río Salado representa para el departamento San Justo la línea divisoria que marca el comienzo de la denominada "franja oriental de los interfluvios", la cual domina la mayor parte de su superficie.
La primera región lindera al valle del río Salado presenta una superficie cubierta de bañados, rodeadas por este río, que en épocas de crecientes se mezclan con aguas de la laguna La Blanca. Las alturas oscilan entre 43 y 45 metros sobre el nivel del mar. De esta zona hacia el oriente las alturas vuelven a 54 metros sobre el nivel del mar, pico que es salvado por el recorrido de la ruta nacional Nº 11; en algunos sectores se construyeron canales colectores, que desaguan en el Saladillo Amargo.
En la otra región, el río Salado recibe las aguas del Calchaquí, proveniente del departamento Vera, por su margen izquierda, mientras que en el mismo lugar a la altura de La Criolla desemboca sobre su margen derecha el arroyo Las Conchas, procedente de San Cristóbal. A pocos kilómetros al este de esta confluencia se localiza la laguna La Blanca, que en épocas de creciente, desagua en el río Salado.
Por otra parte, la tierra en la zona es muy fértil, constituida por una capa de humus, apta para el cultivo. Estos son muy abundantes y variados: soja, maíz, girasol, sorgo, lino. Además se cultivan forrajeras para alimentar al ganado, como alfalfa, trébol y melilotus, también se siembran verduras, hortalizas y plantas frutales. En cuanto a la cría de animales, predomina el ganado vacuno, equino, porcino, ovino, como así también aves: gallinas, pavos, patos.
En ese sentido, el suelo no necesita fertilizantes, ya que hay una capa de humus excelente, la capa arable es de 25 centímetros, arcilla pura 60 y arcilla rojiza 95.
Con respecto al clima en la zona es templado y húmedo, en invierno son muy frecuente las heladas, día de llovizna y bajas temperaturas con elevada humedad, oscilan entre 3 a 12 grados, y en verano las marcas varían entre 24 y 35 grados. Las lluvias normales registran un promedio entre 750 y 1.000 milímetros por año.