Histórico acuerdo entre Moscú y
la OTAN deja atrás Guerra Fría
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Desde ahora, Rusia coordinará acciones junto a sus nuevos "aliados".
La Declaración de Roma, firmada hoy, abre una nueva era en la política internacional. Instaura nuevas relaciones entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte y Moscú. Rusia tendrá voz y voto en las decisiones pero no derecho a veto.
Pratica di Mare (Italia). - Los 19 países de la OTAN y Rusia firmaron hoy una declaración, calificada de histórica por sus líderes, por la que se crea un Consejo de Coordinación llamado a abrir una nueva era en la política internacional de defensa.
La Declaración de Roma da carta de naturaleza a una "estructura a veinte" entre la Alianza Atlántica y la Federación Rusa, que borra del mapa de Europa los últimos vestigios de la Guerra Fría.
Este organismo sustituye al actual Consejo Permanente Conjunto, conocido como "19 - 1" o "19 contra 1", constituido en mayo de 1997 con una finalidad meramente consultiva.
En adelante, Rusia se sentará en la misma mesa con los 19 países de la OTAN con voz y voto, aunque sin derecho de veto, lo que le permitirá, paralelamente, observar desde dentro la ampliación al Este de la Alianza, que ha visto con tantos recelos.
La Federación Rusa, representada por su presidente, Vladimir Putin, ocupó ya hoy su lugar en la mesa redonda del Consejo a Veinte, entre Portugal y España, siguiendo el orden alfabético en inglés.
El objetivo del acuerdo suscripto de forma solemne en Italia es el de fijar posiciones y acciones comunes en todo el frente de la seguridad internacional, con la lucha contra el terrorismo en el mundo como primer cometido.
De hecho, fueron los atentados del 11 de setiembre en Estados Unidos los que impulsaron este acercamiento sin precedentes entra la OTAN y Rusia, enemigos irreconciliables durante decenios.
El nuevo Consejo actuará también en relación con cuestiones como la no proliferación de armas de destrucción masiva, el control de armamento, la gestión de las crisis regionales, las misiones de paz y los planes civiles de emergencia.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, calificó el acuerdo de "hito histórico que ha permitido superar 50 años de Guerra Fría y una década de incertidumbre tras la desaparición de la URSS".
Con similares palabras lo saludó su homólogo ruso, Vladimir Putin, que definió la reunión de hoy en Italia como "un punto de partida decisivo hacia la seguridad y la paz indivisible".
La firma de la Declaración de Roma fue seguida de un largo aplauso de los jefes de Estado y de gobierno, al final del cual Putin tomó la palabra, fuera de programa, para agradecer el esfuerzo de todos los mandatarios.
Y es que el presidente ruso se sentía protagonista especial de esta cumbre que lo acerca, "sin otra alternativa" -como él mismo subrayó-, a su objetivo de "devolver a Rusia a su lugar en el mundo".
En una semana cargada de especial simbolismo, Putin se acercó plenamente hoy a la OTAN, después de firmar un nuevo acuerdo de desarme nuclear y estabilidad estratégica con Estados Unidos y antes de suscribir un compromiso con la Unión Europea para poner en marcha un "espacio económico común".
El acuerdo suscripto hoy fue perfilado hace dos semanas en Reikiavik, donde hace 16 años Ronald Reagan y Mijail Gorbachov iniciaron el camino de la distensión entre EE.UU. y la extinta URSS, que acaba de alcanzar uno de sus límites, que hasta hace poco parecía infranqueable.
La reunión en la cumbre de Pratica de Mare se celebró en medio de un despliegue de seguridad sin precedentes, en el que participaron unos 15.000 efectivos del ejército y de diferentes policías con baterías de misiles antiaéreos, vehículos blindados, buques de guerra y un avión "awacs" con sistema de radar. (EFE)