Reconquista (De nuestra agencia regional).- Una recorrida por las rutas del norte santafesino -principalmente la nacional 11-, desde Villa Ocampo hacia el norte, permite observar el gran movimiento que por estos días provoca el cultivo de caña de azúcar.

El Litoral tuvo la posibilidad de charlar con el asesor del directorio que administra el Ingenio de Las Toscas, Arturo Casares, quien confirmó que este fin de semana el ingenio comenzará a trabajar al ciento por ciento de su capacidad, dado que "ya se terminó de reparar y llegaron los repuestos que estaban haciendo falta", manifestó.

El objetivo que los empresarios tucumanos persiguen con este establecimiento es a largo plazo, ya que se comenzarán a notar los resultados en esta industria "recién con el tercer año de actividad", pronosticó Casares.

"La idea de venir a este ingenio nació al saber que la molienda no será para este año, estamos haciendo pruebas -de máquinas- porque en realidad la cuenca cañera en esta zona está muy disminuida. Hoy andamos por las 140 mil toneladas para los dos ingenios. Este año la molienda será chica en tonelaje, unas 50 a 60 mil toneladas de caña, aproximadamente, pero nuestro compromiso es no dejar a los cañeros con la caña en pie. Es un compromiso formal que hemos hecho".

En ese sentido reconoció que los productores cañeros vienen "muy golpeados" por la producción de la zona, pero que se los está incentivando para sembrar más caña y hacer, de esa forma, que esta zona de la provincia vuelva a ser la cuenca cañera que fue hace tiempo.

"Nuestra idea es trabajar mucho sobre el campo para poder tener el año que viene una buena molienda, llegar a las 100 mil toneladas de molienda de caña, para obtener entre 10 y 11 mil toneladas de azúcar", estimó.

"El trabajo es a futuro; nuestra molienda está apuntando a que llegue como buena recién en el tercer año. Este es un año que estimamos con pruebas de máquinas, de reconocer los defectos del ingenio, el año que viene duplicar la molienda y recién al tercer año ver los resultados. Estamos ayudando a que se plante, porque el productor de la zona tuvo muchas dificultades y quedó muy desprotegido; estamos incentivándolos y tuvimos una muy buena respuesta".

Casares confirmó que el grupo económico que lidera Juan Carlos Crovela, y que maneja hoy el Ingenio Las Toscas tiene uno similar en Aguilares -Tucumán-, una empresa comercializadora de golosinas y un molino harinero en la provincia de Entre Ríos.

"Es una compañía importante, que está en el negocio azucarero desde hace tiempo, sólo somos nuevos en la zona, pero tenemos mucha experiencia en el rubro", indicó.

El Ingenio Las Toscas en estos momentos está con un par de problemas a resolver, "pero el fin de semana estaremos trabajando a una marcha regular de unas 1.400-1.500 toneladas de molienda diaria", indicó.

Hoy esta planta tosquense emplea alrededor de 180 obreros, y existen en la cuenca unos 110 productores de la zona, donde la mitad trabaja en Las Toscas y el resto en el Ingenio Arno de Villa Ocampo.

"Creo que la molienda de los dos ingenios andan bien y ha tomado un buen ritmo; nuestro interés es extender la cuenca cañera para que la `torta' sea más grande y repartirla entre los dos", indicó Casares.

Para volver a tener la cuenca que se necesita, los productores deberán entender lo que significa la caña que "fue reemplazada por la soja, algodón o trigo y se deben dar cuenta de que habiendo un ingenio que muela la caña, este cultivo seguirá siendo un buen negocio".

Ricardo Massaro es productor cañero desde hace muchos años e integrante de la Cooperativa Agropecuaria Las Toscas se mostró más que optimista a la hora de definir cuál será el futuro de la cuenca cañera, fundamentalmente en esa zona.

En declaraciones a Radio Amanecer sostuvo que "a partir del año pasado se perfiló una visión distinta para la caña, por la rentabilidad y por lo que significa el cultivo para la zona".

Agregó además que "la actividad no se sostuvo como el año pasado, es lógico, pero creo todavía para el productor esta actividad es rentable".

Massaro, al igual que muchos productores está añorando que los tiempos de antes vuelvan a la cuenca cañera de Las Toscas, y para eso están trabajando. "Queremos que nuestro ingenio se estabilice y que tengamos una zafra normal. Tenemos esperanzas que se muela a full, que se estabilice la actividad. Personalmente opino que hay costos para los productores que todavía son muy altos".

Al respecto admitió que la caña es una economía regional "y algún día alguien va a entender que esta actividad merece otro tratamiento en la adecuación de las políticas productivas y para que el desarrollo sea pleno", acotó.

"Recorriendo la zona uno se da cuenta del movimiento que está generando la caña, se sembró y se está sembrando bastante; por eso creo que el futuro de la caña es bastante promisorio".

La ventaja que tiene la caña, así como el algodón, es que "son grandes generadores de mano de obra y de movimiento económico, porque ahora trabajan todos. No es una locura mantener la actividad, hay otras alternativas, pero para nosotros la caña es mejor", reconoció Massaro.