El santafesino Ulises Koch es el único baterista de nuestro medio que participó en la décima edición del Argentina Druns Rock Festival, que se llevó a cabo en el pasado año en Buenos Aires, más precisamente en el Centro Cultural San Martín.
Este fue el lugar para que transiten los mejores bateristas de todo el país -alrededor de cuarenta-, que durante tres noches deleitaron con su música. Marcelo Mira (Memphis La Blusera), Gustavo Meli (Sesionistas), Daniel Volpini (Pappos Blues), Gustavo Rowek (Nativo, ex 18 y Rata Blanca), entre otros, animaron con sus toques este encuentro.
"Racky", como se lo conoce a Ulises en el ambiente, nació en barrio Roma hace 28 años y desde los 5 comenzó con su pasión: la batería.
Koch proviene de una familia dedicada a la música, Guillermo, su padre, baterista de la década del '80, donde acentuaba sus golpes en grupos míticos de entonces, como Thor y Vital. Kelly, su madre, hasta el día de hoy sorprende con la belleza de su voz en el Grupo de Teatro Operetas.
Desde chico, Koch comenzó acompañando a su padre en los recitales, a medida que aumentaba su pasión por los palos. A los seis años ingresó a la Orquesta de Niños, lugar en el que dio comienzo con la percusión sinfónica, en un proceso que duraría cinco años.
A los 16 comenzó con la dura tarea de estudiar y perfeccionar su técnica, para lo cual no equivocó de instructor: eligió a Raúl Goldsack, el gran maestro santafesino del instrumento.
Ya a los 17 debutó como baterista con un grupo consolidado como Los Macarras y luego lo hizo con Prisma. Grabó un disco con la ya desaparecida banda La Moto, donde estuvo casi dos años.
Por estos días es invitado especial en los show en vivo del grupo folclórico Setúbal.
Actualmente, y desde hace cinco años, se dedica a la hermosa tarea de enseñar y hacerles conocer instrumentos en todos sus estilos a un grupo selecto de alumnos.
Una vez por mes, y por su cuenta, viaja a Capital Federal para continuar perfeccionándose con uno de los mejores maestros de Sudamérica, como es "Fito" Mesina.
Su inquietud y firmeza se ponen de manifiesto en los días de sesiones y, de a poco, está incursionando en la producción de discos locales.
Sus influencias en su vida baterística provienen de Neil Peart, Terry Rozzio y Bill Brufort, entre otros.
Sus días corren con sueños constantes, donde el principal objetivo es ser baterista profesional.
Marcelo Mendoza