El Seleccionado Argentino de Básquetbol inscribió ayer una página gloriosa al ganarle claramente a su par de Estados Unidos por 89 a 81, consiguiendo el pasaporte a la final de los
Fue la segunda oportunidad en que el seleccionado albiceleste deja afuera de la lucha por el título al Dream Team, ya que en el Mundial de Indianápolis le ganó (87 a 80), en el cruce de cuartos de final.
Fue una victoria memorable que le permite a este grupo de talentosos jugadores colgarse una medalla en el pecho, aunque hoy sabrán si es dorada o de plata.
El desempeño del equipo argentino fue perfecto, ya que jugó con mucha inteligencia, paciencia y cuando sacó una diferencia de diez puntos supo mantenerla y frenar la desesperada arremetida de los estadounidenses.
Emanuel Ginóbili, el jugador diferente, tuvo una actuación inolvidable, con sus 29 puntos (5 de 9 en dobles, 4 de 6 en triples, 7 de 8 en libres y además le sumó 3 rebotes, 3 asistencias, 3 recuperos y 4 pérdidas.
No sólo lució "Manu" sino que también fue impecable la conducci—n de Juan "Pepe" Sánchez y Alejandro Montecchia, como así también para destacar el sacrifició de Fabricio Oberto y de Walter Herrmann, quien en el último cuarto anotó 9 puntos, entre ellos un triple decisivo.
Argentina ya está en la final, dejó en el camino al "cuco" de Estados Unidos y ahora va por la dorada.
En el comienzo, el encuentro mostró a los dos equipos con marcación individual y a la Argentina con un gran carácter, que merced a dos triples del "Chapu" Nocioni se alejó rápidamente 10-6.
Con el desequilibrio de Tim Duncan (8), Estados Unidos logró empatar en 13 tantos. No obstante, el representativo de nuestro país no se desordenó, siguió jugando en gran nivel y con cambio de la defensa personal a zona combinada, volvió a tomar el control de partido y se llevó el parcial 24 a 20.
En el segundo segmento, el equipo argentino se potenció, pudo equilibrar los rebotes en los dos tableros y cuando corrió encontró el gol por su eficacia en los lanzamientos ante un rival que no jugaba en equipo y dependía sólo de la inspiración de algunas de sus individualidades, como Lamar Odom.
El equipo argentino tomó una ventaja de nueve (42-33) para cerrar por cinco (43-38). En el tercer cuarto apareció en toda su dimensión Ginóbili, quien con penetraciones y sus tiros de 3 puntos "dañó" a la defensa norteamericana, logrando tomar paulatinamente ventajas que llegaron a una máxima de 16 (56-40) a los tres minutos.
Allí, el entrenador Larry Brown ordenó una marcación afixiante. Argentina se quedó 4 minutos sin gol y las ventajas se redujeron a seis puntos (56-50).
En ese momento dos triples oportunos, uno de Montecchia y otro de Wolkowyski, fueron el impacto que necesitaba Argentina para retomar el control del juego, el marcador y ganar el cuarto por un rotundo 70-57, con un "Manu" imparable con 15 puntos y un total de 28 en su casillero.
Quedaban diez minutos para que Argentina justificara el triunfo y sumara una medalla. Y esos diez minutos jugó en gran nivel: el aporte de Herrmann fue fundamental, ya que anotó 9 puntos, tomó 4 rebotes y fue un problema para los defensores estadounidenses.
Restando 3 minutos 10 segundos, un triple del alero santafesino colocó una luz de 81 a 69. Estados Unidos bajó los brazos, mientras Argentina desplegaba todo su juego y potencial, ante el ole, ole... de los hinchas griegos que terminaron aplaudiendo a los "héroes" argentinos y abucheando a los estadounidenses.
Luego el delirio y el festejo alocado porque estos jugadores habían conseguido ganar una medalla. Hoy van por la dorada para ponerle un broche de oro a una generación de grandes jugadores que pusieron en los más alto al básquetbol argentino y que en Atenas fue un desempeño que dejó bien representado al deporte nacional.
El escolta
En medio de un vestuario eufórico, el jugador de los San Antonio Spurs, afirmó que "ya tenemos la medalla de plata, pero ahora vamos por la dorada. No nos queremos quedar con esto, queremos más. Estamos locos y muertos; imagínense la felicidad que tenemos todos. Este es el premio a un trabajo de muchos años. Ya tenemos la medalla, creo que si le ganamos a Estados Unidos podemos también ganarle a cualquiera".
"Este triunfo es mucho más importante del que conseguimos en el Mundial, ya que acá los dejamos afuera de una final y a ellos sin dudas les debe doler mucho más. Ellos no perdieron mucha veces y nosotros les ganamos dos en tan poco tiempo".
Ante la pregunta sobre qué le dijo al oído al terminar el partido, el entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, respondió: "Me felicitó por la actuación, me deseó suerte para mañana y me dijo que no quiere que regrese a San Antonio sin la medalla dorada colgada del pecho".
Por su parte,
"Esta victoria tiene un sabor especial, ya que los dejamos afuera de la final. Participar de los Juegos Olímpicos y tener colgada una medalla del pecho es algo increíble: ahora vamos por la dorada. Es el trabajo de todo un grupo que dejó el alma en la cancha".
"Deseamos esto durante mucho tiempo. Ya ganamos una medalla, ahora nos queda un partido para ver de qué color es. Creo que hoy, con la victoria sobre Estados Unidos, demostramos que cuando un equipo se siente fuerte, nada es imposible. Hicimos un muy buen trabajo en defensa, logrando neutralizar a tan poderoso adversario".
"Las claves estuvieron en el duro juego defensivo que hicimos y en que nunca nos sentimos intimidados por todo lo que representa el Dream Team. El hecho de que algunos de nosotros haya jugado en la NBA hizo que le perdiéramos el respeto, aunque ellos son muy buenos jugadores".
El cordobés Fabricio Oberto era una importante baja en el Seleccionado Argentino de Básquetbol en la final de esta tarde ante Italia, a causa de una fractura en un dedo anular de su mano izquierda.
El pivote del Pamesa Valencia de España quedó marginado del plantel dirigido por su comprovinciano Rubén Magnano, debido a la lesión sufrida en el partido ante Estados Unidos.
El Seleccionado de Italia venció ayer a su par de Lituania por 100 a 91, por lo que esta tarde disputaba la final con Argentina.
En el choque de la primera fase, los europeos se habían impuesto por 76 a 75. Italia jugó final olímpica en 1980 (en Moscú hubo boicot de Estados Unidos), cayendo ante Yugoslavia.
El triunfo peninsular de ayer se sustentó en los tiros de 3 puntos (18 de 28, un 65 % de efectividad), teniendo a Gianluca Basile a su mayor exponente con 31 puntos.