"La deuda más grande que tiene la Justicia es consigo misma. Jueces buenos y malos hubo en todas las épocas. Pero, a partir de la era menemista, la Justicia se prostituyó totalmente. Se perdió la independencia, pero también la capacidad. Se nombraron amigos, gente que no tenía la menor idea de lo que era dictar una sentencia".
Más de 20 años después del célebre juicio a las juntas militares, el ex fiscal federal Julio César Strassera, que se hizo célebre al llevar adelante la acusación, mantiene el fuego de entonces al referirse a temas vinculados con la Justicia. Y no tiene pelos en la lengua.
Del mismo modo, celebra que el presidente Néstor Kirchner haya encarado la renovación de la Corte con "juristas de valía" y aclara que, en otros niveles, "hay que prescindir de algunos jueces. Ahora, por ejemplo, se han nombrado tres jueces federales, y son inobjetables".
Sin embargo, es impiadoso al evaluar la manera en que se abordaron otros temas. "Acá los grandes culpables también son los legisladores. Por ejemplo, el Sr. Blumberg me merece el mayor de los respetos por su drama personal, pero no es posible que los legisladores hagan lo que quiere Blumberg. Y van a cometer el mismo disparate de establecer el juicio por jurados, que va a ser tremendo, en un país como el nuestro, que no tiene tradición. Creen que va a ser más rápido, y no va a ser más rápido, y sí, muchísimo más caro. ¿Ustedes se imaginan el juicio de la Amia, por ejemplo, con jurados?".
Para Strassera, "el jurado es muy manipulable, en todas partes del mundo. En mi caso particular, si me enjuiciaran y yo fuera culpable, pediría que me juzgase un jurado. Si fuese inocente, querría un juez técnico. Yo no creo en el curanderismo jurídico. Cuando estoy enfermo, voy al médico. Algunos van al curandero, pero yo prefiero un técnico".
Tras consignar que a Horacio Rosatti "prácticamente no lo conozco", apuntó que, "como ministro de Justicia, hasta ahora no ha hecho nada objetable".
Y fue muy cauto al referirse a los planteos para reactivar causas contra responsables de crímenes de la dictadura. "Hay un fallo de la Cámara de San Martín que me parece impecable y que fue criticado por el propio presidente anteayer. Y lo que dice el fallo es que el Congreso no puede anular sus propias leyes, sino que el Poder Judicial puede declarar su inconstitucionalidad. Y que las leyes de Punto Final y Obediencia Debida están vigentes. Y liberó a los imputados.
"Acá hay una cosa bastante importante. Los juristas lucharon durante muchos años para conseguir determinado tipo de garantías. Y esas garantías son para Videla, para Massera, para nosotros y para nuestros enemigos. Porque, si no, vamos a caer en aquéllo de `para los enemigos ni justicia"'.
La incidencia de los medios de comunicación en la tarea judicial también le mereció un párrafo. "Los medios están haciendo justicia por su cuenta, y lo están haciendo mal. Hay muchos aficionados y es escandaloso, por ejemplo, en la cuestión de los secuestros, poniendo cámaras en la puerta de la casa de la familia de los secuestrados. El derecho de informar se agota diciendo que se produjo el secuestro", concluyó.