"La diferencia con el teatro es que un actor debe reelaborar algo que alguna vez sintió, para poder transmitirlo en el escenario. En expresión aérea, eso se da simultáneamente: transmitís mientras lo estás viviendo. No expresás la libertad: la sentís realmente", dice Roberto Strada. A lo largo de la entrevista, serán múltiples los intentos del director de Caosmos por explicar qué significa el concepto arte aéreo.
"Es sustanciar el espacio. Tomar su dimensión, sentir su presencia...", se arriesga Pablo Cuello, integrante del grupo.
Durante todos los sábados de agosto, Caosmos abrió sus puertas para enseñarles a volar a unas 25 personas. Y esto sirvió para replantear conceptos, revisar prácticas, reconocer aciertos.
"Hubo comentarios de los chicos que hicieron el curso, que decían que volar es como nadar. Es como bucear, como estar sumergido en el agua. Es moverse libremente, en una dimensión distinta", asegura Pablo.
Ambos insisten en que, en los espectáculos, "la transmisión de la libertad se da por contagio, no por representación"; y dicen que "lo importante es entrenar al cuerpo para que cada vez pueda sentir más esa sensación".
"Nos gusta poder generar en el público la impresión de que, si mueven un poco los brazos, suben. Nos gusta contagiar a la gente de esa sustancia, de sentirse leves, ingrávidos. Eso se siente cuando se está arriba", agrega Roberto.
-¿Cualquiera puede volar?
- Roberto: "Sí. De acuerdo con las características físicas, cada uno puede ver qué dispositivo puede usar. No hay una edad, sino unas características corporales que te pueden permitir volar, o no. Si no hay problemas cardíacos, pulmonares o de columna, básicamente no hay inconvenientes".
- Pablo: "Esto no exige ser un atleta; pero, sí, seguramente, un cuerpo sedentario va a tener poco acostumbramiento de gimnasia sobre la columna, por ejemplo".
- Roberto: "Es la misma predisposición que la que debe tener un cuerpo para la danza. De acuerdo con las características, pueden llegar a ser más dúctiles para la expresión. O para cantar; es lo mismo".
La utilización de elementos circenses -liras, telas, trapecios- hace emparentar el arte aéreo con el circo. Sin embargo, el director del grupo se encarga de establecer las diferencias: "El circo es una demostración de habilidades. Aunque termina siendo algo expresivo, lo primero es demostrar destreza: ése es el pilar. Lo circense es lo que muchas veces vemos ahora en la tele de Tinelli o Susana. Son habilidades, rarezas; es trabajar con el impacto. Lo nuestro es más cercano a lo artístico, a la danza aérea, a las performances, a las intervenciones urbanas. La plástica y la danza son nuestros dos pilares.
"Se trata de someter al cuerpo a la experiencia del vuelo -agrega Pablo-, a partir de dispositivos. Algunos, circenses (las liras, las telas), y otros, creados por el grupo, como los elásticos y dispositivos técnicos de vuelo".
El taller se planteó a partir de módulos, que se repitieron en cada encuentro, y que incluyeron gimnasia deportiva, técnica acrobática en tela, aspectos expresivos y, finalmente, la aplicación de todo esto en el vuelo.
"Nos resulta difícil hacer estos talleres, por los costos que implican", explica Roberto. En el caso de los estudiantes, tuvo un valor de 40 pesos. Se concretó en el gimnasio Casa Club, Av. Gral. López y San Juan, que por sus instalaciones permitió desarrollar todas las actividades en un mismo espacio, dividido en sectores.
En el aire
Los que integran el grupo estable de Caosmos son Alfonsina Rabellino, Carolina Arias Heer, Leonardo Abalos, Mariano Singer, Cecilia Aguirre, Flavio Del Rosso, Luciana Paillet y Pablo Cuello, dirigidos por Roberto Strada.