Lía Masjoan
En noviembre del año pasado, la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad informó que daban comienzo los trabajos para la semaforización coordinada con onda verde de la avenida Facundo Zuviría, con un plazo de ejecución de cuatro meses y fondos del gobierno provincial.
La obra, anhelada por los vecinos de la zona que temen por su seguridad y pierden tiempo cada vez que quieren atravesarla a pie, está a punto de finalizar.
Aunque la mayoría de los semáforos están colocados, permanecen en intermitente generando confusión entre los automovilistas que pisan el acelerador sin tener la precaución necesaria. Los peatones, ante el avasallante paso, permanecen largo rato en las esquinas hasta encontrar la calma prudente para cruzar. Algo que no ocurre con frecuencia, menos en horarios picos.
Gustavo Carrasco y Diego Caslini son operarios de la empresa Rovella Carranza, de la provincia de San Luis, que lleva adelante los trabajos. El Litoral los encontró concentrados en la esquina de Gorostiaga y Facundo Zuviría, atentos a la tarea de sincronizar el funcionamiento en onda verde de los semáforos.
El encargado de la obra, Carrasco, explicó que están trabajando con programas microcontrolados de última generación, que permiten una sincronización mediante un cableado entre las intersecciones: "Los equipos se comunican, y mediante la lógica y la programación que tienen, coordinan todo para que la avenida tenga onda verde".
Por estos días, el trabajo está enfocado en las esquinas que tenían semáforos antes de que comience la obra: Iturraspe, Pedro Centeno, Martín Zapata, Goyena, Presidente Roca, Gorostiaga y Castelli. Luego llegará el turno de los nuevos, para los cuales Carrasco estimó que estarán en funcionamiento en unos 15 días tras varios meses de permanecer en destello.
"Tenemos que terminar toda la obra para habilitar el conjunto de semáforos; de este modo, el impacto en los automovilistas será menor", aclaró ante la pregunta de por qué demoran tanto. "Que estén intermitentes quiere decir que se maneje con precaución en la avenida, que todavía se está trabajando y que cuando esté todo listo van a funcionar en onda verde para que el tránsito sea más fluido. Ahí los automovilistas ya van a estar acostumbrados a que en determinadas esquinas haya semáforos".
Los vecinos, especialmente niños y ancianos, esperan ansiosos el día en que los autos se vean obligados a frenar en las esquinas. Es que hoy, cruzar al otro lado de la acera les resulta prácticamente una odisea.
A Laura, una vecina de la zona, la encontramos en la esquina de la avenida y Pedro Ferré. Comentó lo "complicado" que es circular y "la falta que hace la onda verde". "La esquina donde estamos paradas es una de las más peligrosas en materia de accidentes porque ha habido muchos. De acuerdo a lo que escuché, varios se han producido porque los automovilistas ven los semáforos intermitentes y no saben si avanzar, si está por cortar o no, y esto genera confusión. A esta altura de las circunstancias, creo que ya tendrían que estar funcionando".
Selva opinó que es "terrible lo que han hecho con la avenida, la diseñaron mal desde el principio, ya que primero cerraron todas las bocacalles por lo cual no se podía ingresar; luego las abrieron y ahora colocaron semáforos pero están intermitentes, así que estamos esperando".
Ricardo Mehsen, presidió durante varios años la Asociación de Comerciantes de la Avenida (Acipa). En su diagnóstico, apunta a que los problemas de circulación datan de tiempo atrás. "Estos semáforos están intermitentes desde hace 3 meses y en horas picos el tránsito es un caos, hay que tener mucho cuidado y precaución en abordar la arteria. Creo que cuanto más pronto como sea posible se conecte la onda verde, será un gran alivio para la avenida y un descongestionamiento completo del tránsito".
Los horarios más complicados para cruzarla a pie van desde las 12 a las 16; y de 19 a 21. "Es imposible, ocurren muchísimos accidentes, con peatones, bicicletas y automóviles. Basta recorrerla para ver que cada 5 cuadras hay vidrios rotos en la calle producto de un accidente, y eso sucede cualquier día de la semana".
En Facundo Zuviría se instalaron 30 semáforos del tipo electrónico, desde calle Mariano Comas hasta Estanislao Zeballos; 61 columnas para semáforos con pescante de 5,50 metros, 30 de 4,50 metros, 10 columnas rectas y 185 cuerpos para semáforos vehiculares con soportes basculantes, 18 flechas de giro, 26 cuerpos peatonales y 30 controladores electrónicos para movimientos vehiculares. En toda la extensión del trayecto se colocarán 12.800 metros de cable de distintas medidas, precintos, bulones, jabalinas y todo material necesario para su puesta en marcha.
La obra contará con un sincronismo de onda verde. En la intersección de calle Mariano Comas, Domingo Silva, Juan del Campillo, Iturraspe, Pedro Ferré, Pedro Díaz Colodrero, Luciano Torrent, Padilla, Agustín Delgado, Martín Zapata, Derqui, Esquiú-Huergo, Gorostiaga, Pedro de Vega, Ricardo Aldao, Castelli y Estanislao Zeballos se colocarán tres cuerpos pescantes y tres repetidores más flecha de giro.
En tanto, en las intersecciones de las calles Córdoba, Pedro Zenteno, Gutiérrez, Quintana, Regis Martínez, Milenio de Polonia, J.M. Zuviría-Goyena, Llerena, Lavaisse, Ángel Cassanello, J.P. López y Hernandarias se colocaron tres cuerpos pescantes y tres repetidores.
En Pedro Zenteno y Castelli se pondrán ocho cuerpos peatonales en cada una de las intersecciones, y en calle Estanislao Zeballos van seis cuerpos peatonales.
Todo el servicio de alimentación es de tipo aéreo y la empresa que realiza la obra, Rovella Carranza, provee computadoras notebooks que sirven para programar los controladores en la vía pública y extraer reportes de fallas.
La inversión realizada es de aproximadamente 800 mil pesos.