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De la redacción de El Litoral
¿Qué significa crear un parque y una reserva natural en el complejo de islas aledañas a nuestra ciudad capital?
Significa conservar a perpetuidad un área representativa del más importante humedal de nuestro país: el sistema hídrico Paraguay-Paraná y la Ecorregión del Delta e islas del Paraná, con sus paisajes de agua, pastizales, bosques ribereños, flora y fauna. >
La zona descripta es una de las regiones naturales de la Argentina con mayor biodiversidad, pero con una mínima representación en el sistema de áreas protegidas y escasa cobertura de conservación hasta el presente.>
Para la creación de este Parque Nacional trabaja, desde hace tiempo, una comisión conformada por representantes de la Subsecretaría de Pesca y Recursos Naturales, del Ente Administrador del Puerto de Santa Fe, de la Universidad Nacional del Litoral y de la Fundación Hábitat y Desarrollo. Oportunamente, además, se firmó un convenio de cooperación entre la Secretaría de Medio Ambiente de Santa Fe y la Administración de Parques Nacionales. El proyecto será presentado el martes próximo, en la Legislatura. (Ver El Dato).>
Se persigue la creación de un área natural protegida de 160.000 hectáreas de islas, esteros, bañados, lagunas y tierras inundables, enmarcadas por el río Paraná (al este) y el río Coronda (al oeste), con una extensión de 122 kilómetros, comprendidos entre la ciudad de Santa Fe y la confluencia del Paraná y el Coronda, en el extremo sur. (Ver mapa).
La iniciativa demanda de varios pasos, con necesaria intervención legislativa. En primer lugar, a partir de un mensaje del Poder Ejecutivo, la sanción de una ley provincial por la cual se cede el dominio y la jurisdicción, antes descripta, a la Nación de la zona del área protegida, consagrada como federal. Dicha norma habilitará al Poder Ejecutivo provincial y a la Administración de Parques para que, en un plazo de 45 días, proceda a zonificar tanto el área protegida, delimitando el parque -dominio público y máxima restricción de uso- como la reserva -dominio público o privado y actividades sustentables.>
El tercer paso corresponde al Congreso. Por una ley, la Nación debe aceptar la cesión de la provincia y crear el primer Parque Nacional santafesino.>
Uno de los mayores atractivos es la riquísima flora y fauna de estas islas. Cubriendo las costas de las lagunas y bañados encontramos diversas comunidades vegetales, entre las que se destacan los varillares de duraznillo blanco, juncos, cataizales, pajonales, en tanto que en aguas profundas aparece el camalotal.
El duraznillo blanco suele ser excluido por el junco, una delgada ciperácea que puede alcanzar hasta dos metros de altura. El gran desarrollo del junco llega a producir la desecación de algunos cuerpos de agua: al morir sus tallos elevan el fondo de muchas lagunas interiores, lo que produce un paso más en la sucesión natural.>
En los albardones se encuentran los bosques fluviales o ribereños -generalmente angostos- y cuya vegetación va cambiando de acuerdo con su grado de madurez. El sauce criollo y el aliso suelen formar colonias casi puras, denominadas genéricamente sauzales en las márgenes de los ríos. Son las primeras especies que colonizan los albardones recientemente formados o sitios despojados de su vegetación natural a causa de una perturbación.>
En los sitios más altos, se desarrollan otras especies como el ceibo, el laurel de río, el timbó blanco o el curupí, que enriquecen la composición de estos bosques, los cuales presentan también un estrato herbáceo de gran importancia (arbustales de espinillo, chilcas, rama negra, sarandíes, etc.; y pastizales de cortadera, totora, espadaña, carrizo, canutillo y numerosas especies de gramíneas).>
En suelos bajos, próximos a los cursos de agua, se hallan pequeños bosques de espinillo o aromito, los que se destacan por la fragancia y el colorido de sus flores.>
La fauna es particularmente rica comparada, por ejemplo, con la pampeana, a causa de la influencia ecorregional misionera mencionada, la variedad de ecosistemas y la presencia de refugios naturales.
Entre los reptiles: el lagarto overo, la tortuga acuática de cuello largo y las tortugas terrestres son abundantes localmente. El yacaré negro y el yacaré ñato llegan desde el norte hasta el Delta Superior entrerriano, donde el último incluso nidifica. >
Asimismo, sobresalen como especies carismáticas: la yarará, la víbora de coral y la cascabel, y una variedad de especies de tortugas de río, lagartijas, víboras y culebras.>
Pero también se encuentra una gran diversidad de anfibios compuesta por un elevado número de especies de ranas, sapos y de escuerzos.>
Entre las aves se pueden observar el hornero, el arañero cara negra, el tordo renegrido, la cardenilla, el pico de plata, el cabecita negra, la torcacita, el jilguero, la tacuarita azul, el benteveo, el carpintero real, el chingolo, el zorzal colorado y el cardenal.>
Asociadas a lagunas, bañados y cursos hídricos, hallan hábitat propicios diferentes aves acuáticas, entre las que se pueden reconocer al biguá, el caraú, la garza blanca, la garza bruja, la garcita azulada, la gallareta chica, el gallito de agua y el pato sirirí pampa, como los más abundantes.>
En tanto, entre las aves migratorias que hacen escala en la ecorregión se puede mencionar a la golondrina doméstica, la golondrina parda, el sirirí real y la tijereta.>
Los mamíferos más característicos son el peludo o tatú, el lobito de río, el carpincho, el gato de los pajonales, la rata acuática, la rata colorada, el ratón de campo, el cuis común, el coipo, la comadreja colorada, la comadreja overa, la comadrejita rojiza o enana, la marmosa común, el colicorto pampeano, el murciélago cola de ratón, el murciélago pardo, el vampiro, entre otras especies.>
La presión antrópica sobre los ecosistemas naturales, especialmente la colonización y la urbanización, sin medir ni mitigar los impactos ambientales negativos, trajeron aparejado un desplazamiento de mamíferos autóctonos de gran envergadura hacia zonas menos modificadas, por lo que ya no los podemos encontrar en un radio de 100 kilómetros de la ciudad de Santa Fe. Entre ellos, están el yaguareté, el puma, el ciervo de los pantanos, el venado de las pampas, el aguará guazú, el zorro pampa y el tamanduá.>
El proyecto de Parque y Reserva Natural se presentará el próximo martes, a las 9.30, en la Legislatura, con la asistencia del presidente de la Administración de Parques Nacionales, Héctor Espina, y de la vicegobernadora María Eugenia Bielsa. Además, disertarán por la Fundación Hábitat, Fernando Ardura; el presidente del Ente Portuario, Fabio Arredondo; el subsecretario de Recursos Naturales, Alejandro Larriera, y el rector de la UNL, Mario Barletta.
Cabe destacar la importancia de una ictiofauna que bien puede calificarse como notable por el tamaño y abundancia de sus representantes.
En sus aguas, se encuentra el dorado, el surubí, el surubí atigrado, el manduvá, el manduví, el bagre sapo, el bagre hocicón y el bagre blanco, el amarillo, el pacú, la boga, el sábalo, la tararira y la anguila picuda. Asimismo, varias especies de palometa o piraña; de mojarras, de salón de río y de rayas de río, entre otras.
La Fundación Hábitat señala que contar con un parque y una reserva natural permitirá compensar los impactos que impondrá el desarrollo, mediante la obra pública del Nuevo Puerto de Santa Fe.
Asimismo, desarrollar el turismo de naturaleza en las islas de Santa Fe, pero asegurando el uso sustentable de los recursos para las presentes y futuras generaciones. De la misma manera, se garantizaría la sustentabilidad de las actividades pastoriles, apícolas y de pesca deportiva y artesanal.
En el mismo orden, la entidad considera que se involucrará a la Dirección de Parques Nacionales en la conservación de la diversidad biológica y el desarrollo del ecoturismo en nuestra provincia.