Hace más de una década que Guillermo lidera esta popular banda que tiene sus raíces en la ciudad bonaerense de Ramallo y que se popularizó como La Mosca. Los temas "Baila para mi", "Para no verte más" o "Yo te quiero dar", estuvieron en el top de los sitios bailables del país y durante mucho tiempo sirvieron de cortina musical en diversos programas radiales.
Simpático, humilde, bien predispuesto con la gente, con sus clásicos anteojos negros y rapado brilloso que lo asocian con la cabeza del insecto diptero, se presentó hace tiempo en Santo Tomé en la final del certámen "Bailando por Santa Fe", evento organizado por Fundación Centro.>
"Nuestra actuación en Bailando por Santa Fe ya había sido programada para el último mes del calendario 2006, pero nos pareció mejor esta época del año (estuvieron en enero), ya que estamos un poco más tranquilos. Diciembre es un mes de locura, de muchos shows, y nos pareció extraño -aunque agradable- que hayan guardado nuestro teléfono para insistir con que toquemos. Nos parece una buena oportunidad aprovechar esta movida solidaria que generó esta entidad junto al participante santafesino Matías Ramírez, que concursó en el ciclo de Bailando por un sueño II".
El cantante se mostró feliz de pisar nuevamente suelo santafesino; ya lo había hecho en varias oportunidades con singular éxito. "Cada vez que visitamos Santa Fe nos tratan muy bien, por eso venimos a tocar siempre. Cuando nos necesitan, ahí estamos. No solamente tenemos buen feeling con la gente de La Capital, sino también vivimos la misma experiencia en toda la provincia". Para ello recordó las presentaciones anteriores en la primera y segunda Fiesta de la Cerveza, destacando la muy buena relación entablada con los miembros de la organización.
Antes de subir al escenario, Guillermo se encargó de aclarar: "No somos porteños, somos ramallenses y estamos más cerca de la provincia de Santa Fe que de Capital Federal. Hoy vinimos especialmente de nuestra ciudad y estamos muy contentos porque, tras algunas actuaciones en Córdoba, nos vamos para Bolivia y luego a España" (tenían previsto presentarse en los carnavales de las Islas Canarias).
La banda que lidera Guillermo lleva cinco discos grabados bajo los títulos "Corazones Antárticos" (1998), "Vísperas de Carnaval" (1999), "Buenos Muchachos" (2001), "Tango Latino" (2003) y "Bizzes" (2004). Ahora se propone multiplicar sus toques dentro y fuera del país.
Cuando el pelado Novellis se acercó a dialogar con Nosotros, lo hizo sin sus características gafas negras, como tomando distancia del personaje que muestra sobre el escenario. Primero intercambió saludos cordiales y efusivos. Poseedor de una gran sonrisa, confió: "Cuando regresemos de España, seguramente empezaremos con la promoción del nuevo disco y surgir n otros shows con las nuevas canciones que, esperemos, les gusten a la gente. Calculamos que será para principios de abril; de todas maneras, su lanzamiento lo haremos primero en Europa. Sería entre los meses de junio y agosto; después volveremos a Argentina para hacer giras, ya con el disco en la calle".>
A principios de la década del noventa, Guillermo Novellis lideraba el grupo Damas Gratis. Tras su disolución, Fernando Castro, por ese entonces baterista y uno de los fundadores de La Reggae & Roll Band, lo invitó a sumarse al grupo para que tocara la guitarra. Pero también buscaban un cantante y, como ninguno convencía, Chivia Tisera -uno de los trompetistas-, propuso a Novellis como el nuevo vocalista.
Otra identidad. En marzo de 1995, el elegido como la voz líder, decidió cambiar el nombre de la banda para darle una nueva identidad. Así nació La Mosca, en referencia a un juego de naipes practicado por los jóvenes de Ramallo. Cuando en 1996 quisieron registrarlo, se encontraron con que ya existía; por ello decidieron agregarle tsé-tsé, aludiendo a un insecto africano y al origen del ritmo de muchas de sus canciones.>
Vivir de la música. Por entonces, Novellis tenía 35 años y decidió apostar por el grupo y vivir de la música. Su marca personal es ya historia conocida: grandes anteojos, la bocha alisada, las letras pegadizas y mucha actitud sobre el escenario.>
textos de Natalia Spais.