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La Dra. Gabriela de la Puente, docente de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la Universidad Nacional del Litoral, recibió recientemente el premio Estímulo a Jóvenes Científicos de la Fundación Bunge y Born.
La Dra. Gabriela de la Puente es licenciada en Química y Dra. en Química de la FIQ y actualmente es investigadora en el Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (Incape). Lo cierto es que, pese a sus jóvenes 34 años, ya es reconocida por su trayectoria en el ámbito de la investigación. Por esta razón, la Fundación Bunge y Born le otorgó el premio Estímulo a Jóvenes Científicos 2007.
Al respecto, la Dra. de la Puente comentó: "Este es un premio en el cual no existen postulaciones, sino que la Fundación selecciona una disciplina, que este año fue Ingeniería de Procesos. En base a ella, la Fundación selecciona un jurado de cinco expertos en el tema y, ese jurado, posteriormente, escoge especialistas que conforman una comisión de alrededor de doce miembros. Esta comisión realiza una valoración de los antecedentes de las personas que trabajan en la disciplina y tienen, en el caso del Premio Estímulo, menos de 41 años, y luego propone una terna al jurado, que elige a partir de allí la persona que se hará acreedora del premio".>
Sus líneas de investigación
La Dra. Gabriela de la Puente es reconocida mundialmente por su vasta experiencia en la investigación referida al craqueo catalítico de hidrocarburos.
"El craqueo catalítico de hidrocarburos es uno de los procesos de las refinerías que apunta fundamentalmente a la producción de combustibles (como naftas y diesel) y materias primas petroquímicas, para la producción de polímeros y otros productos", puntualizó.>
"Trabajo en el estudio de ese proceso, en lo que respecta a las variables del mismo (temperaturas, condiciones de operación, etc., que hacen que se aumente la producción de gasolina, se incremente la producción de diesel, o se mejore el octanaje de la gasolina) y al catalizador que se usa en el proceso. Es importante aclarar que el catalizador hace posible, en términos prácticos, las reacciones químicas para la obtención de dichos productos", agregó.>
Básicamente, lo que hace el catalizador es fraccionar, `craquear o cortar' las moléculas de gran tamaño que se encuentran en el petróleo, en moléculas de menor tamaño que son las constituyentes de la gasolina, el diesel, transformando el petróleo en productos de alto valor agregado.>
"Estudiamos ese catalizador con el cual se pueden modificar y mejorar las cualidades de los combustibles. De esta manera se puede lograr que el producto tenga mayor calidad (por ejemplo el octanaje en el caso de las naftas), menos compuestos aromáticos que son contaminantes, o se puede obtener mayor cantidad de gasoil frente a la cantidad de nafta. Todas esas cuestiones se pueden controlar en parte a partir de las propiedades fisicoquímicas y catalíticas del catalizador", indicó.>
La Dra. de la Puente es experta en la utilización de una singular herramienta experimental, un reactor que permite reproducir a escala de laboratorio las condiciones del proceso industrial y que ha sido potenciado en su uso dadas las aplicaciones que desarrollara para muy diversos fines de suma utilidad para las refinerías.>
A futuro
De la Puente también hizo referencia a sus intereses para líneas de investigación a futuro: "Una de las líneas de trabajo sobre las que estoy empezando a investigar es la posibilidad de disminuir el contenido de azufre de los combustibles en el propio proceso de craqueo catalítico y tiene su origen en el hecho de que el petróleo y sus crudos, tienen cada vez más azufre. Eso hace que la gasolina y diesel que se obtienen del proceso tengan cada vez más azufre y por lo tanto sean cada vez más contaminantes".
Por otro lado, afirmó que la legislación "apunta a reducir cada vez más el nivel de este contaminante en los combustibles. Eso lleva a las empresas refinadoras a tener que someter los combustibles, previo a su distribución, a procesos de eliminación de azufre cada vez más costosos. Se puede empezar a trabajar en ciertas modificaciones que se podrían hacer directamente sobre la formulación del catalizador para disminuir en el proceso el contenido de azufre del combustible de salida".>
Gratitud
Finalmente, la prestigiosa investigadora manifestó: "Hice toda mi carrera en una universidad pública y agradezco que así haya sido porque de otra manera no sé si la hubiese podido hacer. Me formé en lo que me gusta y estoy haciendo lo que me gusta desde el punto de vista de la investigación y la docencia. Mucho de lo que estoy haciendo también lo hago en retribución a todo eso que considero me brindó la educación pública. También agradezco a mis profesores, y a la gente que en el Incape trabajó conmigo, enseñándome y apoyándome, no sólo en la parte académica, sino también personal, fundamentalmente a quien confió en mí para dirigirme como becaria y me dio una oportunidad".
"Yo no gané el premio sola sino que fue gracias a que trabajé dentro de un grupo de gente muy capacitada. Creo que mucha de toda esa gente también se merece este premio. Desde lo personal, toda mi familia ha estado siempre a mi lado apoyándome en mis estudios y trabajo, gracias a ellos también he podido llegar a recibir este premio", concluyó.>
Corta edad, larga trayectoria
Se inició como cientibecaria de la UNL, trabajando en el Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica en 1993. En 1995 se recibió de Licenciada en Química y comenzó el Doctorado en Química con una Beca Doctoral que le otorgó el Conicet.
En 1999 obtuvo el título de Dra. en Química. Luego realizó una estadía posdoctoral de un año en el País Vasco (España). Finalmente, en 2001, ingresó como investigadora asistente del Conicet y desde el 2005 es investigadora adjunta. Además, en paralelo a sus actividades de investigación, dirige la carrera de Lic. en Química de la FIQ y es docente de Termodinámica de la misma carrera.
Buena nadadora.
La Dra. Gabriela de la Puente fue, en su adolescencia, una destacada nadadora del staff del Club Atlético Unión. Tal como recordó esta mañana, su época de nadadora federada duró desde niña hasta los 15 años. En esa época se la podía ver a diario entrenar en la pileta del club. Casi 20 años después, el deporte parece haber quedado sólo en el recuerdo.
Prensa FIQ - El Litoral
