René Galiano, ingeniero en Recursos Hídricos con posgrado en ingeniería ambiental y especialista en Energías Renovables, y el arquitecto Jorge Rico, especialista en arquitectura bioclimática, están trabajando juntos en un proyecto de vivienda flotante que intenta dar una respuesta diferente a los desafíos del entorno.
Galiano señaló que "la crisis energética se manifiesta en la falta no sólo de energéticos derivados del petróleo y del gas, en segunda instancia, sino también, de infraestructura para poder distribuir la energía que necesita el país en una etapa de crecimiento tan drástica como la que hemos tenido en los últimos tres años".>
En ese sentido, dijo que esto "ya para el año 2004 se avizoraba, algunos especialistas lo habíamos dicho: los años 2006-2007 iban a ser años críticos en el tema abastecimiento energético, dado el crecimiento que se venía observando. Hasta esa fecha, teníamos inviernos considerados benignos, hoy nos encontramos con un invierno como los de hace 30 ó 35 años, con lo cual ha recrudecido la crisis, porque si bien la producción es la misma, el consumo ha crecido. Y hoy se manifiesta en una crisis que nos está llevando a límites casi insostenibles en cuanto a generación eléctrica y provisión de gas".>
Indicó también que "Argentina tiene una carencia de prospección de hidrocarburos, necesita buscar nuevos pozos petrolíferos, nuevas fuentes de gas, sabiendo que no quedan muchos lugares para hacer prospección, y por otro lado, el país es prácticamente virgen en la explotación de nuevas fuentes de energía, sobre todo las renovables".>
Las nuevas fuentes de energía podrían provenir del campo eólico, geotérmico, solar o del biogás, obtenido a partir de biodigestores de residuos orgánicos.>
"Atacando la crisis energética también podríamos encarar el problema del calentamiento global -añadió Galiano-, que nos está afectando a todos, en cualquier punto del globo terráqueo. Poder contribuir con energías renovables a nivel país, y nuevas fuentes, seguramente nos va a beneficiar por dos caminos, en la reducción de dióxido de carbono y en el achicamiento de la brecha negativa que tenemos en cuanto a abastecimiento energético".>
El eje de la propuesta de ambos profesionales es una combinación del uso racional de la energía, el uso de energías renovables y la arquitectura bioclimática. Con respecto al uso racional, recalcaron la necesidad de fomentar el ahorro en los cinco sectores que dominan la vida diaria de nuestro país: doméstico, industrial, transporte, agro y servicios.>
"No es tan tarde -consideró Galiano-. Si empezamos hoy con educación y con ejecución de programas, en 3 ó 4 años podemos llegar a tener el país otra vez exento de crisis".>
Por su parte, el arquitecto Rico precisó que la arquitectura bioclimática consiste en "utilizar la piel del edificio como una estrategia para ganar o rechazar el calor, lo que nos permite tener dentro de la vivienda un ambiente más o menos confortable".
Para ello, propone "el uso pasivo de la energía solar a través de estrategias muy sencillas que pueden tener que ver con la forma de materialización de los muros y la utilización estratégica de las superficies vidriadas. El vidrio tiene la particularidad de atrapar el calor, pero cuando es de noche, no lo puede retener, se pierde, por eso es necesario incorporar componentes tecnológicos como el doble vidriado hermético (dos vidrios vinculados entre sí por una cámara de vacío), que impide que el calor que atrapamos durante el día se vaya a la noche. Y también hay distintas estrategias de captación o de rechazo del sol, según sea invierno o verano. La arquitectura bioclimática trabaja con estos principios y tiene una respuesta diferente dependiendo de cada clima".>
Rico indicó que "hay que remitirse también a lo que se llamaba la arquitectura vernácula, por ejemplo, en lugares donde la amplitud térmica es muy grande, ahí ya antiguamente se usaban muros anchos en las viviendas que permitían conservar el calor del día durante la noche. En un clima como el de Santa Fe, que es muy húmedo y la amplitud térmica es muy baja, la construcción que hay que hacer es como una conservadora, con paredes adecuadamente aisladas o doble pared, y tener en cuenta la orientación de ventanas y con respecto al sol. La arquitectura bioclimática es una forma de diseñar que tiene en cuenta el sol, el entorno ambiental peridoméstico y no se ata a cuestiones restrictivas en el diseño", resaltó.>
Con respecto a su proyecto de viviendas flotantes, que se inició como una investigación cuando cursaba la carrera de Arquitectura en la UNL, señaló que "tiende a ver las posibilidades que tenemos localmente de incorporar tecnología ya existente en otros lugares del mundo que permiten habitar sobre el río o sobre una superficie de agua. No es una construcción sobre palafitos, sino que literalmente flota sobre el agua, y se hace con materiales y mano de obra del lugar".
En el año 2003, el proyecto fue presentado a la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación, con la propuesta de realizar un prototipo en escala 1:1, el cual fue aprobado por la operatoria de aportes no reembolsables, utilizando la UNL como unidad de vinculación tecnológica. Actualmente, la vivienda se está construyendo en el Yacht Club de nuestra ciudad y estaría terminada para fin de año.>
"Estudiamos la posibilidad de explotar con criterios bioambientales y de desarrollo sustentable todo el gran potencial que tenemos en los humedales del río Paraná Medio, que abarca más de un millón de hectáreas hoy inexplotadas o explotadas con ganadería o alguna agricultura incipiente, y con el recurso pesca en crisis a causa de no tener políticas de preservación. Tener este tipo de infraestructura en la isla, que inicialmente fue pensada para el turismo, podría abrir posibilidades para otros usos, con el aporte de energías renovables: solar, eólica y biomasa, con el fin de que tengan la mayor autonomía energética posible. Es un proyecto que contribuye a poner énfasis en estrategias de descentralización energética".>
Finalmente, Rico recalcó que "somos una sociedad de consumo acostumbrada a derrochar, hoy no hay una política clara en el tema energético y es necesario combinar educación con promoción de energías alternativas e incentivos industriales para promover el ahorro y el uso racional".>
Laura Osti