El Inlain, de la Facultad de Ingeniería Química de la UNL, se dedica a la investigación básica y aplicada y a la transferencia de tecnología en el campo de los productos lácteos. Ahora se convierte en un instituto de doble dependencia: UNL y Conicet.
Esta mañana, en la sede del Rectorado, se firmó un convenio para la puesta en funciones de la Unidad Ejecutora del Instituto de Lactología Industrial (Inlain), que pasa a ser un organismo de doble dependencia: tanto de la Universidad Nacional del Litoral como del Conicet.
De esta manera, se convierte en el sexto instituto de la UNL que funciona con dependencia compartida entre la universidad y el principal organismo de investigación del país.>
La firma del acuerdo correspondió al vicerrector de la casa de estudios, Amadeo Cellino, a cargo de Rectoría. En representación del Conicet, participó el Dr. Faustino Siñeriz, miembro del directorio, que trajo consigo el convenio ya rubricado por Eduardo Charreau, presidente del Conicet.>
También estuvieron el rector de la UNL con uso de licencia, Mario Barletta; Carlos Zalazar y Jorge Reinheimer, flamantes director y vice de la Unidad Ejecutora del Inlain, respectivamente; Alberto Castro, decano de la FIQ; y una amplia concurrencia de becarios e investigadores.>
El Instituto de Lactología Industrial, con sede en la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) cuenta con una trayectoria de más de 15 años en la promoción de la investigación básica y aplicada en productos lácteos. Sin embargo, hace por lo menos 30 años que sus investigadores vienen realizando actividades científicas asociadas al campo.>
Ahora, como corolario, culmina el trámite para constituirse como instituto con doble dependencia. "El status de Unidad Ejecutora del Conicet se alcanza cuando el número de investigadores y de becarios de ese organismo es suficiente para lograrlo. Nosotros somos 25 personas en total, entre investigadores, becarios, doctorales y posdoctorales. Ese número, sumado a los antecedentes del grupo con la producción científica de tantos años, fueron los dos elementos que se tomaron como válidos", comentaron Zalazar y Reinheimer.>
Entre los hechos que imprimieron trascendencia al Inlain, figuran la publicación de la única revista del país dedicada a lactología industrial y la colaboración con la empresa Sucesores de Alfredo Williner para el desarrollo del primer queso probiótico argentino, producto que fue premiado en España.>
Más recientemente, desarrolló el queso de oveja, que próximamente contará con una planta elaboradora en la Escuela Granja de Esperanza. Otro logro es el posgrado de especialización en leche y productos lácteos, compartido con la Facultad de Ciencias Veterinarias de Esperanza, que se ofrece desde hace casi una década.>
Transferencia tecnológica
"El Inlain seguirá haciendo, como hasta ahora, investigación en ciencia y tecnología en el área de leche y productos lácteos, siempre teniendo como meta que estamos insertos en la mayor cuenca lechera del país. Eso nos da un respaldo muy grande a toda nuestra actividad que se vuelca al sector productivo", señalaron los nuevos directivos de la Unidad Ejecutora.
Las actividades del Instituto son múltiples: además del desarrollo científico, contribuye a la formación de personal calificado en todos los niveles de la educación superior (grado, posgrado).>
"Fundamentalmente, nos dedicamos a la ciencia aplicada. Colaboramos con el sector productivo de bienes y servicios en proyectos de asistencia técnica y transferencia de tecnología, mediante una estrecha interrelación", destacaron Zalazar y Reinheimer.>
Casa nueva
Como representante del directorio del Conicet, Siñeriz destacó la "muy buena relación con la UNL, que va mejorando cada vez más", y se mostró conforme con las obras donde próximamente se instalará el Inlain.
La sede física del Instituto se encuentra en la FIQ, pero para este año se prevé su mudanza a un sector del edificio que se está reacondicionando sobre calle 1° de Mayo.
A su turno, el vicerrector Cellino señaló que "hoy es un día de alegría por dos razones: una es la creación del Inlain, una idea que se empezó a incubar hace más de 35 años; nos acordábamos que era en el cuarto piso con un proyecto que tenía que ver con el cuajo, y que lo vi crecer. La otra razón es por la transferencia de tecnología, una cuestión que hace bastante tiempo que se discutía".
"Tenemos que tomar este hecho con alegría porque las relaciones con el Conicet están cada vez mejor", añadió Cellino, tras enumerar las actividades conjuntas que desarrollan la UNL y el Conicet.
