Imágenes que exhiben la crisis de la universidad

Parodiando la letra de un tango, se podría decir que "la historia vuelve a repetirse". Una vez más, la reunión del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) fue interrumpida por la presencia vociferante de sectas estudiantiles que pretenden imponer su propio temario a un organismo colegiado. Como pudo verse en televisión, los insultos y las agresiones estuvieron a la orden del día.

Llama la atención la actitud autista de las autoridades que convocan a una sesión de estas características sin tomar las precauciones del caso, sabiendo que van a ser boicoteados por sectores de ultraizquierda asociados con burocracias sindicales que aprovechan la crisis para obtener beneficios corporativos.>

Un reciente informe de la Unesco sobre la calidad de las universidades en el mundo señala que entre las cien primeras universidades calificadas por su nivel de excelencia académica no figura ninguna de la Argentina. La UBA recién aparece en el puesto 827 y las de La Plata, Córdoba, Santa Fe y Rosario están mucho más abajo.>

Conviene saber que entre los cien primeros puestos, setenta corresponden a universidades norteamericanas. El resto se distribuye entre universidades de Europa y Canadá. Dos universidades latinoamericanas figuran en esta calificación: la Universidad de San Pablo, en Brasil, y la Universidad Nacional Autónoma de México, casas de estudios que hace unas décadas estaban muy por debajo de la UBA.>

En la calificación de las cien primeras universidades latinoamericanas sólo figuran ocho argentinas, contra más de cuarenta de Brasil. La UBA, por ejemplo, califica en el sexto lugar. Las universidades de Uruguay, México y Chile nos sacan ventajas inconcebibles. Curiosamente este retroceso académico en nuestro país se contrasta con la creciente fundación de universidades privadas y públicas, lo que demuestra que la calidad educativa no se puede ni se debe reducir a un criterio cuantitativo en desmedro de la calidad de la enseñanza, calidad que se mide por el nivel académico de la planta docente y los proyectos de investigación.>

Unas de las pocas facultades cuyos títulos académicos son competitivos en el orden internacional es el Instituto Balseiro, dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo y de la CNEA. Casualmente allí los niveles de politización son mínimos y las exigencias académicas son altísimas. Tal vez no sea casualidad que uno de los centros de formación científica más importantes de la Argentina funcione en un lugar retirado, lejos de los grandes centros urbanos en donde lo que pareciera imponerse es la hiperpolitización, la corrupción y las "roscas" de diferentes facciones.>

Está claro que ninguno de los temas relacionados con la excelencia académica están presentes en estas refriegas universitarias que transforman a los centros de estudios en campos de batalla. La Argentina está retrocediendo de manera alarmante en el campo del conocimiento y los estudiantes parecen estar preocupados por una delirante revolución social, mientras los directivos sólo parecen interesarse por los sillones que ocupan o los supuestos proyectos político-partidistas que encarnan.>