La peatonal junto al río, que va desde el Monumento a la Bandera a las instalaciones de Aguas Santafesinas, muy cerca de la cancha de Central, ya dejó de ser una maqueta y en los próximos meses empezará a ser una realidad, luego de que el viejo proyecto de la gestión socialista recibiera el aval de la Justicia para el desalojo de la Unidad III de la cerealera Servicios Portuarios y también por la compra de la antigua Maltería Safac, que pertenecía a la familia Bemberg. La empresa de capitales porteños TLGT Real Estate, que adquirió la fábrica que se construyó en 1887, prometió invertir en la remodelación de la maltería y del predio unos 40 millones de dólares. Allí se construirán un complejo de viviendas, oficinas, restaurantes y locales.
Los barrios Refinería y Pichincha, donde a principios del siglo pasado convivían inmigrantes en conventillos, pensiones y bodegones, se transformaron en los últimos cinco años en una de las áreas más cotizadas, luego de la reurbanización que impulsó la Municipalidad hace unos cinco años. Ahora ese pedazo de tierra con balcón al río lleva el nombre de Puerto Norte, y se convirtió desde mediados del año pasado en la zona donde se realizan los negocios inmobiliarios más importantes de la ciudad.>
Pero fuera de las especulaciones inmobiliarias y de los edificios lujosos que se están construyendo, los rosarinos ganaron con este plan de reurbanización más de 12 mil metros cuadrados de espacios públicos, con una extensión de costa de 5 kilómetros. Cuando se complete el proyecto, se podrá recorrer a pie mirando el río desde la zona de la Estación Fluvial, frente al Monumento a la Bandera, hasta la planta de Aguas Santafesinas, que está a tres cuadras del estadio de Central.>
Este plan había estado congelado por más de tres años por la negativa de Servicios Portuarios de desmantelar la Unidad III, que había quedado en el medio del parque Scalabrini Ortiz. En 1999, Servicios Portuarios recurrió a la Justicia porque la Municipalidad le había negado la habilitación para operar. Después de ocho años, y tras un fallo adverso de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, la Corte Suprema de Justicia de la Nación le dio la razón a la intendencia, que inmediatamente clausuró el predio.>
Pero mucho antes de que se expidiera el máximo tribunal ya habían comenzado los trabajos en Puerto Norte, donde hace dos años se demolieron los silos que pertenecían a la ex cerealera Genaro García, lindera de la Unidad III de Servicios Portuarios. En esos 17 mil metros cuadrados, se están construyendo dos torres de 130 metros de altura, de 40 pisos cada una, lo que totalizará la construcción de unos 200 departamentos con vista al Paraná. Los precios de estos inmuebles de lujo suenan algo descabellados para la región.>
El plan se completa con la reurbanización de la ex maltería Safac, que la semana pasada adquirió la firma TLGT Real Estate. Desde la empresa, señalaron que el proyecto arquitectónico definitivo deberá ser presentado a las autoridades municipales antes de octubre. Desde ese momento una comisión evaluadora integrada por áreas técnicas del municipio lo revisará y dará el visto bueno con las modificaciones que fueran necesarias.>
Cecilia Martínez, directora del Programa Centro Periferia de la Secretaría de Planeamiento municipal, consideró que "la ciudad va a descubrir un verdadero tesoro, porque la maltería es un edificio extraordinario, diseñado por arquitectos ingleses a fines del 1800 con una impronta industrial. El rescate de este edificio va a ser muy importante a la hora de preservar el patrimonio de la ciudad".>
Martínez señaló que en el predio que está en barrio Refinería "hay que hacer una inversión sustancial, porque es más costoso preservar que levantar de nuevo un edificio", y agregó que la ordenanza es muy exigente en ese sentido para poder resguardar el patrimonio arquitectónico de la ciudad. "Se deberán proteger los elementos que están sobre la costa, como las plumas, los elevadores, porque todo tiene una riqueza muy importante y la idea es que se mantengan como elementos ornamentales".>
El barrio lleva el nombre de Refinería porque allí funcionó la primera refinería de azúcar del país, que comenzó a construirse en 1887, y se transformó, junto con las instalaciones de los talleres ferroviarios (donde hoy se asienta el shopping Alto Rosario) en una de las principales fuentes de trabajo de la ciudad. Así la fisonomía del barrio fue históricamente obrera. La refinería de azúcar funcionó hasta 1937, cuando fue adquirida y transformada en maltería por la familia Bemberg.
El historiador Salvador Terrazzino sostiene en el libro "¿Remember Refinería?" que "el barrio fue un emporio fabril que amalgamó en su seno, tanto un sostenido crecimiento poblacional y comercial, como una insalubridad y suciedad incontrolables. Esa zona era la Cenicienta de la ciudad, donde a principios del siglo pasado nadie se atrevía a caminar". En 1901, recuerda Terrazzino, se produjo una huelga que tuvo repercusión nacional y que terminó con la muerte del obrero austríaco Cosme Buduslavich, cuyo manifiesto fue escrito por Florencio Sánchez: "los patrones tienen trajes de esbirros, para que les guarden las riquezas que nosotros producimos por mendrugos en interminables jornadas de trabajo".>
Germán de los Santos