Julián Rodríguez Marín/EFE
Los gobiernos mexicanos encabezados por los mandatarios Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) y Luis Echeverría (1970-1976) usaron numerosos instrumentos para el control de la prensa, lo que supuso otra "guerra sucia", junto a la represión a disidentes, dijo el investigador Jacinto Rodríguez Munguía.
El escritor acaba de publicar el libro "La otra guerra secreta. Archivos prohibidos de la prensa y el poder" (Random House Mondadori, 2007) en los que revela los sistemas utilizados por estos gobiernos, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), para "domesticar" a los medios de comunicación.>
Tras varios años de revisión de miles de documentos oficiales, que fueron conservados pese a las órdenes presidenciales de destruir evidencias, Rodríguez relató cómo los gobiernos vigilaron puntualmente todas las expresiones de cada medio y de cada periodista.>
El investigador explicó que el gobierno dio todo tipo de facilidades a los medios y comunicadores "amigos", como subsidios indirectos. La entrega de publicidad oficial fue otro de los mecanismos usados para apoyar o castigar a los periódicos.>
Entre los casos más notorios de represión en la década de los 70 estuvo la desaparición del Diario de México o el boicot contra Excelsior cuando estaba dirigido por Julio Sherer, quien fue expulsado de ese periódico tras un golpe promovido desde el poder en 1976.>
Asimismo, el libro de Rodríguez incluye copias de cartas, escritos de diversos periodistas, muchos de ellos aún activos, que revelan los vínculos cercanos que mantenían con los altos funcionarios.>
En su investigación, el escritor recogió las evidencias documentales -oficios, fichas, notas y cartas- que demuestran cómo se controló y sobornó a comunicadores mediante la inclusión en nóminas secretas, entregas de dinero, regalos, privilegios, acceso a la información o favores personales, todo a cambio de ocultar temas incómodos para el gobierno.>