A treinta años de su muerte
Por siempre Blackie

ANA MARÍA ZANCADA

Fue una de las personas más inteligentes que pasó por el mundo de la televisión argentina. Tenía talento, cultura, sentido crítico y una gran capacidad de trabajo.

Nació como Paloma Efrom en Basavilbaso, provincia de Entre Ríos, en una de las tantas colonias judías que se formaron con la inmigración. Su padre era maestro de escuelas y miembro activo de la Asociación de Colonos Judíos. Fue una figura importante en la vida de la joven que desde muy niña comenzó a demostrar una precoz inteligencia. Por su cabello negro en su casa la llamaban Negrita, apodo que fue traducido al inglés como Black Baby o "Blackie", cuando ganó un concurso de jabón Federal en Radio Stentor, interpretando "Stormy Weather". Triunfó sobre más de doscientos participantes, pero su padre le echó en cara: "Ud. es una mentirosa, porque canta el folclore de un pueblo que no conoce". Así fue como partió a Estados Unidos a abrevar directamente de las fuentes. Estuvo cuatro años, tiempo que le sirvió para pulir su estilo y hacer amistad con los grandes como Duke Ellington, Louis Armstrong, Count Basie, Ella Fitzgerald. Estudió antropología en la Universidad de Columbia y cantó con Marian Anderson. Como su padre quería, profundizó en el mundo de la música, ampliando la educación que aquí había comenzado con Vicente Scaramuzza, Athos Palma y Carlos Vega.>

La pasión de su vida

De regreso en Argentina, Jaime Yankelevich le ofreció cantar tangos pero ella rechazó un jugoso contrato. Seguiría en lo suyo. En 1943, se casó con el periodista y escritor teatral Carlos Olivari, matrimonio que duró diez años. Luego perdió a su padre y a su madre. El trabajo pasó a ser la pasión de su vida.

La tarea periodística hacía tiempo que la atraía. Su primer contacto con la televisión fue en 1952 como cantante en Tropicana, pero pronto empezó a producir. Su programa debut fue "La historia del jazz", luego vendrían "Cita con las estrellas", "Prensa Visual", "El show de las estrellas", "Volver a vivir", "Derecho a réplica", "La Mujer" y "Tarde, bien tarde".>

Inteligente, creadora, estricta en su trabajo, aprovechó los golpes de la vida para trocarlos en sabiduría. No transigía con la vulgaridad. Su obsesión era un afán permanente por elevar el nivel de lo que hacía.>

¿Qué pensaría ella ante la tontería soez de un Gran Hermano o la atronadora chabacanería escatológica de la figura, actuación y conducción de un Show-Match, o de tantas otras estrellitas femeninas que vemos desfilar por nuestra empobrecida TV nacional, con el solo mérito de lucir una figura artificialmente modelada que sólo puede ser comparada con la pequeñez del cerebro? Nos imaginamos su sonrisa sarcástica rematada por uno de sus comentarios que pueden figurar en algún manual de vida: "La televisión es un medio mortífero si no se utiliza en condiciones adecuadas para la audiencia. La falta de auténtica creación, la sensiblería, el mal gusto, creer que el público es un grupo de gente incauta o estúpida, es un mal generalizado que puede provocar un gran daño".>

Su lema era "con amor y respeto" y por cierto que lo aplicó en todo lo que hizo. El jueves 1º de setiembre de 1977 sufrió un desmayo en la radio, haciendo uno de sus programas. Internada de urgencia, el diagnóstico fue perforación de úlcera estomacal. La intervinieron quirúrgicamente. Se estaba reponiendo cuando un infarto terminó con su vida. Era el 3 de setiembre de 1977, hace treinta años.>

Con la palabra justa

La estupidez y vacuidad de la televisión que vino después, la avidez de lograr un mayor rating a costa de lo que sea, hace que se sienta cada vez más la ausencia de figuras como esta pequeña gran mujer, admirada por todos los que tuvieron la dicha de trabajar y aprender con ella.

Evocándola dijo China Zorrilla: "Era una periodista con la palabra justa, nunca solemne. Hablaba de temas difíciles con tono sereno. La entendían un intelectual y un chico de colegio. Se extraña y no hay nadie en el banco de suplentes".>

En junio de 1997, se impuso su nombre a una plazoleta, ubicada en Lavalle y Cerrito, en Capital Federal. Allí dijo Bernardo Koremblit: "Tenía un talento y una inteligencia inusuales y un carácter estricto fruto de su enorme sabiduría".>

A Blackie, una de las personas más completas que pasaron por los medios argentinos le debemos al menos la intención de mejorar y perfeccionarnos cada día en el ejercicio de nuestra profesión.>