Iniciativa de la escuela Ntra. Sra. de Guadalupe
Premian proyecto escolar local a favor del desarme
 Los chicos exhiben parte del material que distribuyen en la vía pública. La experiencia escolar integra el libro que editó del Ministerio de Educación. Foto: Néstor Gallegos

Legado del padre Edgardo Trucco, la escuela impulsa desde hace años un proyecto a favor del desarme y de la paz. La experiencia fue seleccionada entre 500 de todos el país para integrar un libro de distribución nacional.

"Nosotros sabemos que hay mucha inseguridad. Pero creemos que en el futuro, si logramos que todos los chicos entiendan que las armas matan, tal vez tengamos una ciudad mejor. Si nos proponemos esto, podremos tener un país libre". Enfáticamente, este alumno de 11 años de la Escuela N° 1147 Nuestra Señora de Guadalupe introdujo la problemática de la inseguridad y la violencia social.

Hace por lo menos seis años que el tema fue tomado institucionalmente: desde entonces, docentes y alumnos generaron diversas actividades tendientes a consolidar una "cultura a favor de la paz", enmarcadas en la propuesta denominada Por una Santa Fe sin armas.

Las iniciativas tuvieron eco en la Cámara de Diputados de la provincia (donde se aprobó una ley contra el deporte "tiro al pichón") y en la Municipalidad de Santa Fe (que promulgó una ordenanza contra la venta de juguetes bélicos en la ciudad).

Una parte importante de lo hecho durante estos años aparece publicado en el libro "Educar para la convivencia: experiencias en la escuela", editado por el Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas del Ministerio de Educación de la Nación, con la colaboración de la Universidad Nacional de San Martín.

Las docentes Sonia Pérez y Violeta Romano explicaron que la cartera educativa convocó a todas las escuelas del país para que relaten lo que estaban haciendo en torno del desarme, la inseguridad, la no violencia y demás acciones por la paz. Entre 500 escuelas, fueron seleccionadas cien, y de éstas se eligieron ocho, entre las que quedó la experiencia local: las restantes seis son de Buenos Aires y una séptima, de Tucumán.

"El premio consistió en un reconocimiento del Ministerio de Educación, donde nos incluyen en la edición de un libro que difunde los 8 proyectos, que se distribuirá a todas las escuelas de la Argentina. Y además recibimos una donación de libros", explicaron Pérez y Romano.

"No me voy a callar"

Nicolás, Luciano, Andrés, Franco, Francisco, Agustín, Francisco y Cristian tienen entre 11 y 12 años. Afirmaron a coro que es posible que los chicos se diviertan con juguetes que no sean bélicos. Cuentan que instalaron en su escuela una caja para que todos coloquen allí las armas de juguete, advirtiendo que algunos lo hicieron "sin problemas, pero otros se resistieron": "Nosotros les explicamos por qué tenían que dejar las armas: porque traen un futuro malo. Entonces empezaron a traer de a poco las armas de juguetes que tenían en su casa. Después las pusimos en horno y las derretimos".

"Si yo veo que un adulto le regala un arma a un chico no me voy a quedar callado. Le voy a decir que eso no es bueno, y que le espera un futuro muy malo", afirmó uno de los alumnos, mientras un compañero mostraba carteles y afiches para colocar en negocios del barrio "para que se concienticen sobre el tema de las armas".

"Recibir un premio del ministerio nos da mucha alegría. Cuando hablamos, la gente nos apoya porque estamos haciendo un proyecto para el bien común de las personas. Todos reconocen el esfuerzo y el trabajo que estamos haciendo", agregó otro.

"Todos trabajamos en la escuela sobre el tema: a los más chiquitos se lo explicamos con palabras no tan complicadas, sino más entendibles para ellos", indicaron.

De Santa Fe al país

"Nuestras familias nos apoyan y están muy orgullosos por los logros que obtuvimos", explicó uno de los chicos. "Cuando las señoritas se fueron a Buenos Aires nosotros estábamos emocionados, porque sabíamos que habíamos llegado lejos, que esto sería bueno para el futuro. El esfuerzo fue valorado: un trabajo así llegó y ayudó a toda la Argentina", aclaró otro.

Actualmente, los chicos están en los preparativos para filmar un corto sobre las armas, la basura y la contaminación; y componer cuentos y obras de teatro para difundir en otras escuelas de la ciudad.

"Es importante que desde chicos entiendan a no practicar la violencia, a no jugar a matar, para evitar -precisamente- la violencia en el aula. Éstas son actividades donde ellos canalizan muchas cosas, les hace bien, y se van concientizando. No podemos parar lo que está pasando en la sociedad, pero es un intento de que por lo menos en este grupo se pueda ir logrando algo", concluyó Romano.

Siembra de una larga cosecha

"Este proyecto se inició con el Padre Trucco, con su defensa de la paz y contra de las armas, denunciando constantemente lo que a su parecer no estaba bien. Esto siempre se trabajó en el Colegio, pero desde hace tres años lo trabajamos con más fuerza y con mayor profundidad con los chicos", comentaron las docentes.

"Nos dimos cuenta de que a ellos le gusta, participan con ganas, se concientizan realmente del rechazo a las armas, promoviendo -dado que ellos son chicos- la no venta ni fabricación de armas de juguete", agregaron.

"El Ministerio de Educación seleccionó el trabajo desarrollado con las armas de juguete, la experiencia del derretimiento de estos juguetes que los chicos juntaron y su posterior transformación", precisaron.

De la Redacción de El Litoral