Scopus, la base de datos sobre literatura científica más importante y utilizada por miles de investigadores de todo el planeta, entregó días atrás sus premios en la Argentina, luego de haberlo hecho en Brasil durante 2006 y 2007, y en México, Colombia y Venezuela en este último año.
El premio Scopus 2007 es una iniciativa de la Editorial Elsevier y la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (Sectip) de la Nación para galardonar a los científicos argentinos. Uno de los aspectos más importantes del premio es su criterio de selección: los ocho científicos argentinos premiados fueron los que publicaron la mayor cantidad de textos en los títulos de la base de datos Scopus, así como los autores cuyos trabajos recibieron las más numerosas citaciones de otros investigadores de todo el mundo, en los últimos 10 años.
El Dr. Sergio Idelsohn, de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (Fich-UNL) de Santa Fe, ha sido uno de los ocho científicos premiados a partir de esta iniciativa.
El tema principal al que se dedica Idelsohn es el de las aplicaciones de la mecánica computacional a la ingeniería. En la Fich integra la Comisión del Doctorado en Ingeniería de la UNL. Además, es presidente de la Asociación Argentina de Mecánica Computacional y secretario general de la Asociación Internacional de Mecánica Computacional (IACM).
El Dr. Idelsohn es ingeniero mecánico y doctor en ciencias aplicadas, investigador superior del Conicet y se desempeña en el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (Intec) de nuestra ciudad, donde dirige el Centro Internacional de Métodos Computacionales (Cimec).
La ceremonia de premiación se realizó en el barrio porteño de Recoleta, donde se reunieron los científicos argentinos con los responsables de Elsevier, la editorial dueña de Scopus que tiene su sede en Amsterdam, Holanda.
Entre los premiados se cuenta Alejandro Arvia, un químico de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) que es investigador del Conicet y fue director del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas entre 1975 y 2003.
María Teresa Dova es doctora en Ciencias Físicas de la UNLP e investigadora del Conicet, dedicada a analizar rayos cósmicos de ultra-alta energía y datos del Observatorio Pierre Auger. Dova promovió un acuerdo para que físicos, ingenieros, matemáticos y especialistas en computación argentinos colaboren con la iniciativa del Large Hadron Collider (LHC), el más grande y poderoso acelerador de partículas del mundo, un túnel circular de 27 kilómetros sepultado a cien metros de profundidad cerca de la frontera entre Suiza y Francia.
Angel Plastino es un físico de la UNLP, investigador superior del Conicet y miembro de la Academia Brasileña de Ciencias, que orienta su investigación a la Teoría de la Información y sus aplicaciones en Física, Biología, Estadísticas generalizadas, Termoestadística, Neurología y Educación.
También fue galardonado Alberto Boveris, decano de Bioquímica y Farmacología de la UBA y miembro de la Academia de Medicina de Torino, Italia y la Academia Brasileña de Ciencias, entre otras.
Daniel Cardinali es médico, doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad del Salvador y profesor titular de Fisiología en la Facultad de Medicina de la UBA, además de investigador superior del Conicet en el tema de la melatonina como citoprotector.
José María Paruelo es ingeniero agrónomo de la UBA, con especialización en Fitotecnia y Recursos Naturales, y doctor en Filosofía de la Universidad de Colorado, Estados Unidos. Investigador principal del Conicet, los estudios de Paruelo se orientan hacia los patrones de ganancia de carbono de los ecosistemas a escala regional y los patrones de uso de la tierra en zonas templadas de Sudamérica.
Patricia Tissera, doctora en Astronomía de la UNC, con estudios de posdoctorado en Oxford y el Colegio de Ciencia, Tecnología y Medicina de Gran Bretaña y en la Universidad Autónoma de Madrid. Como investigadora del Conicet, sus estudios en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio se orientan a la formación y evolución de las galaxias, en especial en lo que se refiere a la astrofísica numérica y estadística.
La base de datos Scopus es la más amplia y fácil herramienta de navegación para literatura científica. Fue proyectada y desarrollada por más de 300 usuarios y bibliotecarios de diversos países. En la Argentina, miles de investigadores de prestigiosas universidades tienen acceso a Scopus a través de la Sectip.
Scopus contiene resúmenes y referencias con más de 15.000 mil títulos de 4.000 editoras, lo que garantiza una amplia cobertura interdisciplinaria. También integra las búsquedas en patentes y 380 millones de páginas de contenido científico de Internet. La base permite obtener en forma rápida información sobre la producción científica de un autor, grupo de investigación, instituciones y aun hasta la producción científica de un país, lo que la torna de gran valor para los profesionales de las ciencias.
El Litoral - Télam