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Estudiantes de escuelas públicas porteñas entrevistaron ayer al Premio Nobel de Literatura José Saramago en el Palacio Pizzurno, donde fue recibido por el ministro de Educación, Daniel Filmus. En la oportunidad, se lanzó el certamen nacional Vivalectura, que apunta a promocionar este hábito en la población.
Saramago llegó al Ministerio de Educación a las 18.30 junto a su compañera, Pilar del Río, y fue recibido por Filmus, junto a su viceministro Juan Carlos Tedesco, autoridades de la Fundación Santillana -auspiciante del concurso- y de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
La convocatoria al premio es una iniciativa de la cartera de educación, la Fundación Santillana y la OEI, que otorgarán 20.000 pesos a los mejores proyectos en dos categorías para incentivar la lectura que desarrollen las escuelas e institutos de formación docente privados y estatales.
El escritor era también aguardado por algunos estudiantes de los Centros de Educación Secundaria 3, 4 y 5, la Escuela Especial Número 33 y los Liceos 9 y 7, que después de las presentaciones formales, y con sus libros en la mano, le hicieron preguntas.
En una silla de ruedas, con la voz gastada y algunos problemas en los equipos de audio, el Premio Nobel de Literatura 1998 lamentó "que la salud no siempre respete la intención" y se anticipó a la entrevista con una pregunta dirigida a los niños: cómo llegaron ellos a la lectura.
El primero en tomar el micrófono fue Andrés, de unos 12 años, con una edición de "Ensayo sobre la ceguera" bajo el brazo, quien dijo que "la lectura llegó a mi casa porque mi papá lee mucho y me dijo que es lindo y que enseña".
Luego lanzó la pregunta: "¿A qué se debe la libertad de puntuación al escribir?", a la que el escritor respondió: "Yo tengo la teoría de que hay una especie de contaminación de los caracteres", dijo, y comparó la puntuación, para sonrisa de muchos, con "las señales de tránsito en la carretera, que contaminan visualmente y se puede vivir sin ellas". Agregó que la puntuación no siempre existió y que en el hebreo "tampoco existen".
"Hablamos con sonidos y pausas. Si el lector lee un libro mío, entra en esa lógica y puede poner en la escritura lo que falta", continuó Saramago.
José, un niño ciego de la Escuela Especial 33, le contó luego que a él la lectura en Braille le llegó cuando entró al colegio, e interrogó al Nobel sobre su adolescencia y si alguna vez imaginó que iba a estar donde está ahora.
Saramago le respondió que no, porque "nunca tuve aspiraciones en la carrera que fui haciendo", y contó que de joven fue cerrajero mecánico. "En mi casa no había libros. Mi educación literaria se ha hecho sola, sin nadie que me orientara, en las bibliotecas", añadió.
La visita del escritor al Palacio Pizzurno concluyó con una canción que le dedicaron dos estudiantes de la Escuela Especial Número 33, una distinción de la Universidad Católica de Córdoba y la proyección de "La Flor Más Grande del Mundo", una animación sobre un cuento que el Premio Nobel escribió para los niños.
Al dirigirse al laureado escritor, Filmus expresó su admiración "por su obra, y la coherencia entre su pensamiento y acción". El ministro presentó luego el premio Vivalectura, que fue creado con el objeto de "estimular, fomentar y rendir homenaje a las experiencias más destacadas en materia de promoción de la lectura", señaló.
Se premiarán proyectos en las siguientes categorías: 1) escuelas de gestión estatal y privada: abarca experiencias de toda la escuela, de un aula, de una serie de aulas o de la biblioteca escolar y cuyos responsables sean profesores, directores, bibliotecarios o coordinadores. 2) Sociedad: institutos de formación docente de gestión estatal y privada, universidades/facultades, profesionales vinculados con ONGs u organizaciones civiles con o sin fines de lucro, y bibliotecas.
La comisión evaluadora tendrá en cuenta la creatividad y el dinamismo de la acción realizada, la pertinencia de dicha acción para la comunidad destinataria, y la calidad y dimensión de los resultados alcanzados, entre otros criterios. Los ganadores de cada categoría recibirán un premio de $ 20.000.
La inscripción es gratuita, se extenderá hasta el 15 de diciembre de 2007 y puede realizarse vía Internet desde: www.premiovivalectura.org.ar, www.oei.org.ar, www.educ.ar o por carta certificada con acuse de recibo dirigida a Premio Vivalectura, avenida Leandro N. Alem 720, Ciudad de Buenos Aires, (C1001AAP).
DyN/Télam