1958-2008
A cincuenta años de la creación del Conicet
El Consejo "es uno de los activos más importantes de capital nacional en ciencia y tecnología porque promueve la investigación y el desarrollo en todas las áreas temáticas", explicaron desde el CCC Conicet Santa Fe. Foto: Archivo El Litoral

El 5 de febrero de 1958 fue creado el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con motivo de este aniversario, se transcribe a continuación lo expresado por el Dr. Eduardo H. Charreau, actual presidente del Directorio del organismo. Los actos centrales del cincuentenario se realizarán en Buenos Aires el 10 de abril, Día del Investigador Científico.

"Muchos años han transcurrido desde que se expresaron los conceptos fundacionales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Es fácil reconocer que lo que fue un generoso programa de actividades se ha convertido en la labor normal del Conicet: becas para graduados, carrera del investigador científico, investigadores y becarios en empresas, personal de apoyo a la investigación, subsidios para proyectos, equipamiento y reuniones científicas, colaboración con las universidades y otros organismos en el ámbito de ciencia y tecnología mediante la creación de unidades ejecutoras y centros científico-tecnológicos, colaboraciones internacionales, convenios con empresas, patentes.

El grandioso proyecto de Houssay para el desarrollo de la ciencia argentina es una realidad cierta y promisoria. Sin duda, hoy puede afirmarse que la Argentina tiene un sistema científico maduro que aspira a entrar de lleno a una sociedad basada en el conocimiento, donde estará en mejores condiciones de alcanzar sus objetivos de desarrollo económico, de justicia social y de lograr una mayor autonomía en sus decisiones.

Este Consejo, que Houssay contribuyó a crear con su extraordinaria capacidad y genio ejecutivo, y al que dedicó los últimos años de su vida, resistió los tremendos cambios vividos por el país en las últimas décadas, subsistiendo tenazmente las más de las veces, pero también saliendo fortalecido.

A esa estabilidad contribuyeron, por una parte, la sensatez y la vocación de servicio de los científicos y el personal del Conicet, que cumplió con lealtad ejemplar tareas de responsabilidad con tacto y eficiencia. Es ese noble y bien establecido sentimiento de pertenencia de todos sus miembros que nos permite mirar con mucho optimismo el futuro del Conicet, aun en un mundo globalizado de empecinada competitividad.

Ciencia, conocimiento y desarrollo

Mirando al pasado, nos damos cuenta de que la obra de Bernardo A. Houssay legitimó a la sociedad argentina ensanchando las fronteras del conocimiento. Pero es necesario también reconocer que esta tarea de legitimación no ha concluido, que, en realidad, comienza con cada generación.

Ciencia, Conocimiento y Desarrollo prefiguran una tríada estructural que -en buena medida- sustenta la dinámica cultural de la globalización, escenario complejo en el que asistimos a una reconfiguración esencial del poder y sus lógicas de proyección.

En este sistema internacional emergente, en esta aldea global, la tradicional brecha entre los que tienen y los que no tienen ha sido reemplazada por la distancia entre los que saben y los que no saben. Por eso, en los tiempos actuales, quien dice Ciencia y Tecnología, dice Desarrollo Económico, Bienestar Social y Estabilidad Democrática; quien dice Ciencia y Tecnología, dice Libre Comercio, Competitividad e Integración Regional.

Invertir en Ciencia y Tecnología, invertir en Conocimiento es invertir en nuevas ventajas competitivas que ya no están dadas naturalmente, sino que se construyen deliberadamente.

Invertir en Ciencia y Tecnología constituye una verdadera inversión social, nunca un gasto suntuario sino un imperativo de desarrollo.

Invertir en Conocimiento implica levantar los ojos del piso de las coyunturas para fijar la mirada en el horizonte del desarrollo de nuestra nación y el bienestar de las próximas generaciones.

Corresponde al Conicet, en cuanto órgano de promoción científica con responsabilidad indelegable en el desarrollo equilibrado de las ciencias, no sólo velar por ello sino poner todo su esfuerzo en superar continuamente las metas previstas en la visión inicial de Houssay".

Firmado: Dr. Eduardo H. Charreau, presidente del Conicet.Fuente: obra "Conicet - 50° Aniversario 1958 - 2008" ("Prólogo"). Edición Nacional -editora&impresora-. Seleccionó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe). Más información: www.conicet.gov.ar

En nuestra ciudad

El Centro Científico Tecnológico (CCT) Conicet Santa Fe se suma a esta trascendente conmemoración de 50° aniversario de la creación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

Teniendo como antecedente la Secretaría de Asuntos Técnicos, creada en 1951, no fue sino hasta el 5 de febrero de 1958 que el gobierno nacional dispuso la fundación del Conicet para responder a la necesidad de organizar un organismo académico que promoviera la investigación científica y tecnológica en el país. Su primer presidente fue el Dr. Bernardo A. Houssay (1887/1971), médico y premio Nobel de Fisiología de 1947, siendo Eduardo Charreau el actual, quien es doctor en Química e investigador superior del organismo.

El Conicet es uno de los activos más importantes del capital nacional en ciencia y tecnología porque promueve la investigación y el desarrollo en todas las áreas temáticas; contribuye a la formación de recursos humanos de excelencia y representa una fuente de información y asesoramiento de gran potencial para el Estado nacional y la actividad privada.

En nuestra ciudad y zona dependen del Conicet el ya citado CCT, el Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (Intec/UNL), el Instituto de Desarrollo y Diseño (Ingar/UTN), el Instituto de Investigaciones en Catálisis y Petroquímica (Incape/UNL), el Instituto de Matemática Aplicada del Litoral (Imal/UNL), el Instituto Nacional de Limnología (Inali/UNL) y el Instituto de Lactología Industrial (Inlain/UNL). Asimismo, el Conicet fue el principal impulsor del Parque Tecnológico del Litoral Centro Sapem.

Sólo para citar algunos ejemplos, científicos del Conicet han sido y son consultados respecto de la depredación ictícola que afecta sobre todo al sábalo, y con relación a la radicación de las papeleras junto al río Uruguay. La información completa sobre este organismo puede leerse en www.conicet.gov.ar

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