"Viví un verano saludable" es una de las propuestas de la Universidad Abierta por Vacaciones, iniciativa de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) que se desarrolla durante enero y febrero.
Además de las diferentes actividades culturales y recreativas que organiza en el Predio UNL-ATE, ubicado en la Costanera Este, la UNL apunta a la promoción de la salud de sus asociados y de la comunidad en general. Desde enero viene entregando folletos informativos y de concientización sobre la prevención de los golpes de calor, la micosis inguinal y el pie de atleta.
Respecto a los golpes de calor, la UNL explicó que se pueden reconocer cuando una persona tiene sed intensa, debilidad, mareos al ponerse de pie, hinchazón en los pies, piel fría y sudorosa, dolor de cabeza y calambres naturales. Por eso, recordó que pueden ser prevenidos si se evita la exposición al sol en horarios de mayor riesgo (de 11 a 15), usando protección solar y gorro, y tomando abundante líquido.
Respecto a este tema, la Sociedad Argentina de Dermatología informó que la exposición solar prolongada también es riesgosa, ya que provoca efectos nocivos para la salud, como envejecimiento cutáneo y el cáncer de piel.
Tras explicar que parte de la energía solar que llega a la Tierra está compuesta por rayos ultravioletas (que son invisibles), que penetran la piel y ocasionan daño celular, la SAD mencionó que la quemadura solar es una alteración visible en la piel que aparece pocas horas después de la exposición al sol, y en algunas personas con determinado color de piel también da lugar al bronceado.
La SAD planteó que -debido a que se estima que durante los primeros dieciocho años de vida un individuo recibe el 80% de la radiación solar que recibirá durante toda su vida- la protección solar debe comenzar muy tempranamente y continuar durante toda la vida.
Respecto a las micosis (hongos) tanto en la ingle como en los pies, la UNL asegura en su material informativo que pueden ser evitados si se ponen en práctica las siguientes medidas: no compartir toallas; usar calzado (ojotas) para bañarse e ingresar en el vestuario; usar medias de algodón para practicar deportes; ventilar las zapatillas; y usar polvos desodorantes para pies y cremas antimicóticas para combatirlos.
Por su parte, la Sociedad Argentina de Dermatología recordó que lo que vulgarmente se llama pie de atleta es una infección micótica (hongos) del pie, que prevalece en adolescentes y adultos de sexo masculino. La transpiración y la falta de ventilación adecuadas del pie -además del mal secado de los pies, el uso de zapatos o zapatillas muy cerradas, o de medias impermeables- juegan un rol preponderante en el desarrollo de los hongos, ya que favorecen su crecimiento.
Esta sociedad científica aclaró que -si bien se cree que el pie de atleta se contagia fácilmente caminando descalzo por las piletas o en los vestuarios, esto no es cierto- frecuentemente un solo miembro de una familia suele estar infectado.
También destacó que es el dermatólogo quien debe examinar su pie y -si lo considerara necesario- realizar un examen micológico, que consiste en el raspado de la piel del pie o de las escamas de la uña y la observación del material obtenido bajo el microscopio, además de su cultivo en medios especiales donde crecen los hongos.
La Sociedad Argentina de Dermatología dejó las siguientes recomendaciones para evitar los golpes de calor:
1. Evitar la exposición solar en horarios del mediodía, entre las 10 y las 15, en coincidencia con el momento en que la sombra que proyecta el cuerpo es más corta que la altura.
2. No exponer al sol a bebés y niños pequeños. Los protectores solares se pueden empezar a usar en niños mayores de 6 meses, exponiéndolos al sol moderadamente y nunca al mediodía.
3. Utilizar protector solar de amplio espectro (UVB- UVA) con factor de protección 15 o mayor, antes de exponerse al sol y renovarlo cada dos horas o luego de un baño o transpiración excesiva.
4. Utilizar indumentaria adecuada que aumente la protección solar como sombreros con ala ancha o gorras con visera, y remeras y pantalones de trama cerrada y de colores oscuros.
5. Convencerse y convencer a los demás de que la exposición solar sin precauciones es riesgosa, por lo tanto se deben tomar medidas de protección.
La protección solar en la infancia es una manera de prevenir el cáncer de piel en la adultez.
En tanto, indicó que para prevenir el pie de atleta es aconsejable poner en práctica las siguientes medidas:
1. Lavar los pies diariamente.
2. Secar bien los pies luego del lavado, con especial atención entre los dedos.
3. Evitar zapatos muy cerrados, especialmente en épocas de altas temperaturas.
4. Utilizar medias de algodón que se deben cambiar diariamente o cuando estén húmedas, evitar el uso de medias de material sintético.
5. Utilizar polvos antifúngicos en los zapatos, sobre todo durante el verano.