Prensa UCSF - El Litoral
En el marco del Doctorado en Educación que se dicta en la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) y organizado por su departamento de posgrado, se llevó a cabo el simposio internacional "La formación docente al bicentenario. La formación docente entre la pedagogía y la empiria".
La coordinadora de la actividad, Dra. Margarita Schweizer, convocó a personalidades destacadas como el Prof. Dr. Winfried Bohm (Universidad de Würzburg, Alemania), Prof. Dr. José Ortega Esteban (Universidad de Salamanca, España), Dr. Ernesto Schiefelbein (Universidad de Harvard, EE.UU.; ex Ministro de Educación de Chile) y Dr. Miguel Petty (Universidad Católica de Córdoba). En el cierre de las jornadas y ante un auditorio repleto, se leyeron las conclusiones del encuentro. La calidad educativa fue uno de los ejes temáticos centrales de trabajo durante los dos días que duró el simposio. Al respecto, el Dr. José Ortega Esteban comentó: "Se aplica a todos los estamentos de la educación, no sólo entre profesor y alumno. Detrás de la calidad siempre hay una cuestión economicista".
El especialista explicó además que "lo que vulgarmente se entiende por calidad pueden ser de todo tipo: económico, de incentivos al profesorado, de estructura física de los centros escolares", entre otros aspectos. Elogió el uso de los nuevos medios de información y comunicación porque "facilitan la educación" pero advirtió que "no se debe pensar que la utilización de Internet va a solucionar todos los problemas, no es así".
El Dr. Winfried Bohm (Alemania) desarrolló en un fluido español, los tres grandes peligros en los que considera puede incurrir la pedagogía. En primer lugar mencionó que la educación "se transforme en una tecnología, y cancelar la reflexión filosófica y la conciencia histórica". En segundo lugar, "aumentar la creencia en el ídolo de la omnipotencia de la educación". Y describió: "Creo que la educación vale mucho, pero no todo. Como ejemplo de lo que quiero decir puedo citar a un doctorando brasilero que habló de la educación sexual de las niñas que esperan sus hijos a edades muy tempranas: esto es importante, pero creo que no solamente la educación puede solucionar el problema. En Europa tuvimos, al principio del siglo XX, el problema de las enfermedades sexuales, la sífilis era una de ellas, entonces los pedagogos inventaron la educación sexual, pero la sífilis ha sido eliminada por la invención de la penicilina, no por los métodos de la educación sexual. Como éste puedo añadir muchos ejemplos de la ironía de los pedagogos cuando afirman que pueden resolver todos los problemas sociales, políticos, religiosos". Y el tercer problema es el "poner la educación al servicio del mercado".
Por último, añadió que para "combatirlos habría que poner la educación al servicio de la persona, lo que significa ayudar a toda la gente para que pueda aumentar su capacidad de razonar, de hablar y de decidir libremente. Para mí, la educación al servicio de la persona es la base de la calidad".
Por su parte, el único panelista nacional, el Dr. Miguel Petty, hizo hincapié en la vocación y en el rol del docente para superar los problemas educativos.
"Hay mucha gente que piensa en otras estrategias, como el uso de Internet, de las comunicaciones, de los medios, de la televisión, comodidades para los chicos. Al mismo tiempo, observo la foto de un profesor en África enseñando debajo de un árbol junto a sus niños, que no necesita de Internet para educar. Estamos manejando ideas muy distintas de lo que es educarse. Lo que pueden hacer los docentes para educar es la estrategia, a mi modo de ver, para solucionar los infinitos problemas que tiene la educación hoy", detalló.
Culminando el simposio, tomó la palabra el Dr. Ernesto Schiefelbein, quien -como ex director de Unesco para América Latina y ex ministro de Educación de Chile- abordó en profundidad los problemas específicos de los educadores latinoamericanos.
A ellos se dirigió especialmente en su alocución: "Quiero recordar que América Latina enfrenta problemas serios, que no son tan terribles. La dificultad mayor, que de alguna manera se resolvió en las últimas dos décadas, es que sólo un poco menos del 80% ingresaba a la escuela: hoy en día es el 95%, y solamente Haití y Guatemala muestran un menor porcentaje".
"Hoy ustedes tienen un rol clave, son ustedes los que pueden cambiar la educación, los que estamos aquí ya no, ya pasó nuestro tiempo, hicimos algo pero no mucho, de ustedes depende", concluyó.