(C) DIARIO LA GACETA - CONICET - CONICET SANTA FE - EL LITORAL
Unos 56 mil niños de escuelas ubicadas en las zonas más vulnerables vecinas a la capital tucumana recibirán, durante el ciclo lectivo 2008, un vaso con yogur probiótico más un complemento de hierro para ayudarlos en su crecimiento y desarrollo físico e intelectual. El Programa Yogurito escolar se ejecutará en el marco del trabajo conjunto de los ministerios de Salud, de Educación y de Desarrollo Social. El plan será coordinado por la Secretaría de Articulación Territorial, cuya titular, Gabriela González, expresó que "forma parte del Plan Alimentario Provincial, y se aplicará en 57 escuelas ubicadas en la periferia de la principal ciudad de la provincia".
"El yogur va a reemplazar a la copa de leche tres veces por semana, y es independiente del complejo nutricional que reciben en las escuelas. Pero, además, los días en que los niños coman frutas se les dará un suplemento de hierro para atacar la anemia, uno de los problemas más preocupantes que tiene la infancia", amplió González. La coordinadora del programa señaló que, en 2007, se hizo una experiencia piloto en comedores de Los Vázquez y en la Autopista Sur. Durante seis meses, los chicos tomaron yogur probiótico (contiene bacterias benéficas del sistema digestivo) todos los días, y desde el Sistema Provincial de Salud se proveyeron medicinas para atacar a -por lo menos- nueve tipos de parásitos que les producían lesiones en la piel, manchas, debilidad física y bajo peso, explicó la profesional. Agregó que los resultados fueron sorprendentes porque, al finalizar la aplicación del programa, los chicos habían mejorado su sistema inmunológico. "Las lesiones de la piel desaparecieron casi por completo, pero esto no se debió sólo al yogur, ya que, lógicamente, el programa fue acompañado por asistencia a las familias en cuanto a buena alimentación e higiene", añadió.
González señaló que la ministra de Educación, Silvia Rojkés de Temkin, reunió a las supervisoras de zonas pedagógicas con el fin de informarles sobre la necesidad de que los docentes incluyan en el aula el aspecto nutricional. "Se sabe que el niño con la pancita vacía no atiende ni aprende. Además, en la provincia, uno de los problemas de la infancia es la anemia debida a la deficiencia en la alimentación. A los niños les falta hierro", aseguró la funcionaria. Explicó que se pretende que los niños de las 57 escuelas que ingresen en el programa desayunen antes de comenzar con los contenidos; a media mañana, se les dará el yogur probiótico (tres veces por semana), y un aporte semanal de hierro el día que deban comer una fruta, por ejemplo, para una mejor absorción férrica.
Es un instituto de investigaciones de nivel superior, fundado en 1974, dedicado al estudio de las bacterias lácticas en dos grandes áreas: alimentos y salud humana y animal. Fue creado mediante un convenio en el que participaron el Conicet, la Fundación Miguel Lillo y la Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Luego, un acuerdo entre el Conicet y la UNT permitió optimizar el uso de infraestructura y compartir recursos humanos, además de la formación de profesionales especializados en el área de microbiología y biotecnología de bacterias lácticas. Su directora actual es la Dra. Graciela Font de Valdez.
Ésta se ve reflejada en tres productos que comercializan empresas nacionales: Leche BIO (leche fermentada bioterapéutica-SanCor); Bioflora (probiótico reconstituyente de la microbiota intestinal-BioSidus) -en cuyos desarrollos también participó la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos (Proimi/Cerela)- y ActioFerm (Fermentos autóctonos para yogur y quesos-Tecnovinc SRL).