El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), pilar de la ciencia y la tecnología en la Argentina, celebra sus 50 años de existencia. El medio siglo encuentra al organismo "en un tiempo auspicioso para la ciencia, sin dejar de reconocer que hay dificultades", evaluó el Dr. Mario Chiovetta, director interino del Conicet Santa Fe.
El lado negativo del balance corresponde al hecho de que Argentina destina a la investigación científica apenas el 0,5 por ciento del Producto Bruto Interno, ubicándose "muy por debajo de Brasil que invierte el 1,2 % o de Chile el 1,5 % y ni qué hablar de Japón, Europa y EE.UU. que están fuera de nuestro estándar", sostuvo Chiovetta.
"Si nuestro país quiere mejorar su posición y empezar a tener una cultura tecnológica seria, tiene que invertir más recursos en investigación y desarrollo -reclamó-. La investigación no es precisamente barata: requiere instrumental, bibliotecas, acceso a la información, viajes de intercambio, y por supuesto, cerebros".
Fuera de ese dato incontrastable, el director del Conicet Santa Fe considera que existen algunos signos positivos por parte del gobierno de Cristina Fernández. Uno es el plan federal de infraestructura de $ 450 millones destinado a instituciones científico-tecnológicas del país, y el otro, la decisión de otorgar rango de Ministerio al área de ciencia y tecnología. "Cuesta creer que estas medidas no representen un intento serio de hacer crecer el sistema científico argentino", analizó Chiovetta.
-¿Cuánto de los 450 millones de pesos del plan federal de infraestructura le corresponde al Conicet Santa Fe?
-Alrededor de 37 millones de pesos, a invertirse en cuatro años. De todos los centros científicos del país, Santa Fe debe ser uno de los dos que más dinero recibe.
-¿Están regresando los científicos santafesinos después de la fuga masiva de cerebros durante la crisis?
-La tendencia de fuga ha disminuido enormemente, casi a cero, aunque todavía no es tan obvia la reinserción en el país de quienes se fueron. Hay un convencimiento del nuevo ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, de que existe un retraso salarial, falta de actualización en equipamiento y gastos de funcionamiento. En la medida que esté la decisión política de mejorar, supongo que habrá más estímulo no sólo para los que están afuera sino para los que estamos adentro.
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) fue creado el 5 de febrero de 1958 por el Premio Nobel Bernardo Houssay, quien fuera el primer presidente del organismo hasta su muerte en 1971. Este año, se decidió celebrar el cincuentenario hoy -10 de abril- en coincidencia con el Día del Investigador Científico, instituido por el nacimiento de Houssay.
El organismo realizó un primer llamado en 1961 al que se presentaron 50 científicos, y hoy tiene 127 institutos en los que trabajan 5.300 investigadores, 5.700 becarios y 2.300 técnicos.
Hasta la creación del Conicet "no existía la profesión de investigador científico y la investigación era concebida como un hobby", dijo el actual presidente del Consejo, Eduardo Charreau. La figura de "dedicación exclusiva" fue una de las virtudes esenciales de la creación de la carrera de investigador y la que fundó el rol de investigador de tiempo completo.
Para Charreau, el punto de partida fundamental fue "considerar desde el punto de vista político que la carrera de investigador es una profesión y que de la investigación también se puede vivir".
El Consejo creció "de una manera agresiva en los últimos años como parte de una política que fue necesario implementar, ya que estábamos atrasados", explicó.
Un país que quiera ingresar a la sociedad del conocimiento "tendría que tener tres investigadores cada mil personas económicamente activas y al comienzo de mi gestión había 1,5".
La tradición marcó que las ciencias biológicas y de la salud, es decir, las biomédicas, tomaron siempre la punta: los tres premios Nobel (Houssay, Federico Leloir y César Milstein) son de esa rama. "Las otras áreas que la Argentina publica competitivamente son la Química y la Física, y entre las nuevas, está bien desarrollada la biotecnología y la nanotecnología a través de la física y los materiales", describió el responsable del Consejo. (Télam)
Después de medio siglo, el Conicet será presidido por primera vez por una mujer. La doctora Marta Rovira reemplazará al actual presidente, Eduardo Charreau, que deja su puesto en el acto de esta tarde en la UBA. Rovira, de 63 años, egresó como física de la Universidad de Buenos Aires, se doctoró en la Argentina y durante siete años dirigió el Instituto de Astronomía y Física del Espacio.
En Santa Fe.
El cincuentenario se celebra hoy con actos conmemorativos en todo el país y un evento central en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. En Santa Fe, la ceremonia estaba prevista para las 19.30, en el Teatro Municipal 1° de Mayo.
Mariela Goy