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Tras más de 15 años de seguimiento de pacientes adultos crónicos con la enfermedad de Chagas, un equipo de profesionales del Centro de Investigaciones de Endemias Nacionales de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL advirtió que la medicación que habían recibido oportunamente había sido eficaz.
Se trata de un verdadero hallazgo científico ya que -hasta hace poco tiempo- las normas nacionales indicaban que estos pacientes no debían recibir la medicación antiparasitaria porque no estaba comprobada su eficacia.
El Chagas es una afección producida por el parásito Trypanosoma cruzi, cuyo vector en nuestro país es el Triatoma infestans, insecto de costumbre hematófaga (se alimenta de sangre), más conocido como vinchuca. Esta enfermedad excede el ámbito médico ya que involucra cuestiones socioeconómicas y pautas culturales arraigadas en la vida cotidiana de poblaciones de escasos recursos a las que afecta.
La Dra. Diana Fabbro es bioquímica y tiene un posgrado en enfermedades tropicales. Integra el equipo de médicos y bioquímicos que avanzaron sobre esta enfermedad desde sus laboratorios de nuestra ciudad, en el ámbito de una de las provincias endémicas de Chagas en el país.
Precisó que "para los infectados adultos crónicos no estaba demostrado que la medicación fuera eficaz. Se habían hecho experiencias anteriores y la serología seguía positiva", es decir, no se evidenciaba una curación.
Sin embargo, aseguró que "como nosotros tenemos una muy buena relación con los grupos de pacientes que venimos controlando desde hace muchísimos años (van a hacerse controles clínicos, serológicos y cardiológicos, gratuitamente en la universidad), les hicimos el seguimiento y notamos que habían evolucionado mejor que los que no habían recibido tratamiento: se les bajaban los títulos de anticuerpos e incluso algunos habían negativizado. Estaban sanos, con serología negativa y sin manifestaciones clínicas".
Éste era un dato muy importante -advirtió- pero requería de un estudio de muchos años porque a corto plazo no se veían estos resultados. Por eso, el peso de esta investigación pasa por la continuidad en el estudio, la persistencia de la seroconversión y sin manifestaciones clínicas en nuestros pacientes. Con esta investigación apuntamos a mejorar la calidad de vida del paciente y pensamos que esto es una forma de hacerlo.
Cerca del 88% de los pacientes investigados son oriundos del norte de nuestra provincia y del país (Santiago del Estero y Chaco). La mayoría había sido detectado de casualidad porque habían ido a sacar la libreta de sanidad o a donar sangre. Todos habían tomado la medicación cuando fueron diagnosticados, durante 30 días por única vez en la vida, drogas que requieren el control médico.
"Nosotros, con 30 días, encontramos un nivel de eficacia importante de la medicación, motivo por el cual no sería necesario darla por más tiempo, como los 60 días que están recomendando las normas nacionales actualmente", planteó Fabbro.
Asimismo, insistió en remarcar que "no son drogas inocuas y no convendría darlas durante tanto tiempo. La droga benzmidasol (la que se consigue en el mercado, del laboratorio Roche) produce efectos colaterales como manifestaciones cutáneas, una especie de dermatitis. Pero el nivel de la manifestación hace o no necesario suspender la medicación o bajar la dosis, según el caso. Por eso, el control médico es fundamental. Estos efectos siempre son inmediatos, es decir, se dan durante la administración del medicamento".
En tanto, la investigadora planteó que "el estudio tiene más de 15 años de seguimiento de estos pacientes y el tiempo promedio que observamos de seroconversión fue de 16 años. De cualquier manera, pensamos que más allá de que estas drogas no son ideales (porque tienen efectos colaterales, en el 20% de los pacientes) éstos deben tener un control médico. Nuestros pacientes han evolucionado muy bien y no tuvieron efectos colaterales posteriores, a largo plazo".
Las afecciones más frecuentes en estos pacientes son cardiológicas y digestivas. Sin embargo, Fabbro aclaró que "muchos también permanecen sanos toda su vida (casi el 80%). Pero lo que ocurre es que no se sabe -y ésta es otra investigación que estamos encarando- cuáles de esos pacientes infectados van a enfermar, es decir cuál es el mecanismo que desencadena la patología".
Por otra parte, Diana Fabbro recordó cómo ha sido la evolución del tratamiento para esta patología. "Está comprobada la eficacia del tratamiento para la enfermedad de Chagas en cualquier persona que se infecta recientemente, es decir, en los casos agudos. Hay medicamentos de uso público que están disponibles y cuanto antes se detecte la infección mayor será el nivel de eficacia", dijo.
Y continuó: "Posteriormente se comprobó, a lo largo del tiempo, que en pacientes crónicos, fundamentalmente en niños, la eficacia del tratamiento también era importante. Si bien no era tan elevada como en el caso de las infecciones recientes, había un porcentaje mayor de niños que curaban. Nosotros hablamos de curar cuando se produce la seroconversión: una persona está infectada cuando tiene anticuerpos contra el parásito; si esos anticuerpos desaparecen decimos que la persona está curada pero además hay que hacer una evaluación clínica. Ésta es bastante difícil porque es una enfermedad que demora mucho en tener manifestaciones clínicas o sintomatológicas. La persona se infecta y no se da cuenta y pasan años infectada".
En tanto, agregó que "estudiamos durante muchos años un grupo de pacientes adultos crónicos que recibieron tratamiento al poco tiempo del surgimiento de estas drogas. Se debían respetar las normas nacionales que decían, en ese momento, que se podía tratar a todos los pacientes aunque no se supiera cuál iba a ser el resultado. Como la gran mayoría de las personas permanecía con serología positiva, se dijo que en los adultos no era eficaz la medicación. De ahí en más se hablaba de que era el parásito el responsable del daño y que había otros mecanismos que afectaban al paciente y que hacían que éste enfermara. Todo esto generó mucha confusión en el ámbito científico y no se sabía qué hacer con los infectados crónicos. Desde allí no tratamos más a los infectados crónicos y éste fue motivo por el cual investigamos este tema".
Y agregó: "Se generó esta confusión respecto al tratamiento antiparasitario específico porque no se lograba la seroconversión. Esto ocurrió porque decían que los mecanismos responsables del daño eran mecanismos autoinmunes. Esto significa que, una vez que se desencadenó el daño no importaba si estaba o no el parásito porque era el propio sistema inmune del paciente el que estaba agrediendo. Actualmente esta teoría tiene menos peso y estos resultados también señalan que la persistencia del parásito tiene que ver en la atención clínica. Se hablaba mucho y se discutía sobre los procesos de autoinmunidad pero el tratamiento antiparasitario específico no se podía dar".
Por último, la investigadora opinó que "el Chagas es una enfermedad asociada a la pobreza y no hay un gran mercado para que los grandes laboratorios se dediquen a desarrollar este tipo de medicamentos. Las llamamos drogas huérfanas, porque afectan a un sector de la población que no es la que consume en gran cantidad sus productos".
Asimismo, sugirió que "el gobierno debe proveerse de estas drogas para distribuirlas en esta población. Por eso insistimos siempre en la comunidad científica sobre la importancia de contar con otras drogas que puedan darse a los pacientes sin la exigencia del control médico que demanda actualmente. No obstante los efectos colaterales, los pacientes toleran muy bien la medicación si están controlados. Algunos que tuvieron que suspender el medicamento (un porcentaje muy bajo) no recibieron el tratamiento adecuado y no fueron incluidos en este grupo de estudio".
Por último, recordó que "las recomendaciones nacionales actuales indican que se aplica el tratamiento a todos los casos agudos, de infección reciente, por cualquier vía; a niños menores de 14 años; y en adultos queda a consideración porque debe existir un diálogo entre el paciente y el médico para que asuma el compromiso de tomar la medicación y de que va a consultar frente a algún tipo de alteración que pueda tener".
¿Qué es?: es una afección producida por un parásito (Trypanosoma Cruzi), que puede ocasionar lesiones en corazón, aparato digestivo y sistema nervioso.
Cómo prevenirlo
La mejor forma de prevenir el Chagas es conocer la enfermedad y saber cuáles son las formas de contagio para evitarlas.
- Si tiene serología positiva para Chagas y está embarazada, asegúrese de que su hijo -si se infecta- no enferme, ya que con un diagnóstico y tratamiento precoz puede curarse.
- Si concurre por cualquier motivo a una zona endémica, trate en lo posible de no acampar o dormir en lugares infestados de vinchucas.
- Consulte el tipo y utilización de insecticidas. No olvide ventilar posteriormente el lugar.
- Si recibe en su casa a personas provenientes directamente de zonas endémicas controle que no traigan vinchucas -ignorándolo- con sus pertenencias.
- Si la vía de contaminación es la vinchuca y usted reside en el mismo domicilio en que fue picado, el tratamiento en caso agudo debe ser simultáneo en la persona y su hábitat. Si no desinsectan la vivienda y aledaños, la medicación parasiticida es inútil.
- Si sospecha que puede estar infectado consulte a un especialista.
Mariana Rivera