El 10 de mayo de 1964 quedó en la historia del fútbol santafesino y dio nacimiento a la leyenda, cuando el fabuloso conjunto de Pelé, en el momento más extraordinario de un ciclo excepcional, con exhibiciones en todo el mundo, con una alta cotización (entre 30 y 40 mil dólares por juego), cayó vencido frente a Colón, que militaba en la segunda categoría, por 2 a 1 y nacía el mítico "Cementerio de los Elefantes".
Al término del torneo de Primera "C" en 1963, Colón de opaca labor, transfirió a José Omar Pastoriza a Racing Club de Avellaneda, considerado en esa época como la mejor expresión futbolística de la entidad y con un venturoso porvenir. El presidente Italo Giménez, en un verdadero esfuerzo económico para formar un equipo competitivo y retornar al principal torneo de ascenso afista, incorporó a cinco paraguayos: el arquero Juan Luis Pérez; los defensores Juan Bareiro y Ediberto Pérez; el volante defensivo Cilenio López; el delantero central Fernando López -hermano del anterior- y Luis Cabaña, insider izquierdo.
También logró el concurso, entre otros futbolistas, del goleador de Sanjustino Norberto Serenotti y del delantero local Demetrio Gómez.
Colón pretendía el retorno a una división superior y contaba, por su popularidad, con el apoyo del gobernador de Santa Fe, Dr. Aldo Emilio Tessio, lo que posibilitó que su presidente Giménez iniciara gestiones ante el delegado interventor en AFA, Francisco "Pancho" Perette (ex jugador de Atlético Paraná, titular de la Liga Paranaense por cuatro décadas y hermano del vicepresidente de la Nación, Dr. Carlos Humberto Perette) para concretar una reestructuración de Primera "B".
La "irracional" decisión -según el comentario de algunos sectores periodísticos y deportivos- se adoptó en una asamblea extraordinaria de la AFA que decidió ascender a nueve instituciones, en una medida "inexplicable y difícil de justificar", se decía, porque las entidades deben adquirir sus derechos por méritos propios en las canchas y no por una medida política. Hubo un gran hacedor de aquella gesta: Italo Pedro Giménez.
De esta manera, Colón volvió a Primera "B", ante la alegría desbordante de sus hinchas y simpatizantes, que se volcaron a las calles para celebrar el acontecimiento, en una temporada donde no hubo descenso.
Los clubes beneficiados con el ascenso, además de Colón, fueron All Boys, Almagro, Argentino de Quilmes, Defensores de Belgrano, El Porvenir, Excursionistas, Talleres de Remedios de Escalada y Villa Dálmine.
La referida temporada demostró elocuentemente que el fútbol argentino estaba gobernado de modo incoherente y la improvisación era constante, siendo una pésima experiencia que, sin embargo, sería reiterada y agravada por sus autoridades -con otros dirigentes- unos pocos años después.
El periplo del Santos F. C. por Argentina había abarcado los triunfos ante Godoy Cruz en Mendoza (3-2), Talleres de Córdoba (2-1), Boca Juniors (4-3) y Racing Club (2-1), llenando los ojos de los aficionados de nuestro país, con un juego vistoso, elegante, de alta técnica y lujos en el mejor momento de esplendor de su historia, siendo además los brasileños bicampeones del mundo, mientras la Argentina no podía recuperarse de los fracasos de Suecia 1958 y Chile 1962.
El conjunto sabalero debutó en Primera "B" en Campana frente a Villa Dálmine, igualando en dos tantos; en Santa Fe por la segunda fecha se impuso a Excursionistas 4 a 1 y en la tercera jornada, el 9 de mayo perdió en el estadio de Manuela Pedraza y Crámer, en Saavedra, frente al local, Platense, por dos a cero. Los integrantes del plantel retornaron de inmediato, vía aérea, a Santa Fe y quedaron concentrados a la espera del partido del día siguiente ante el Santos.
En la primera parte, el público observaba asombrado las famosas "tavelinhas" entre los "compadres" Coutinho y Pelé, donde "OºRei" se destacaba por su toque justo y fino, y así llegó a los 37 minutos la apertura del marcador, cuando Pelé y Coutinho demostraron la eficacia de una acertada "pared".
Además, Zito con su jerarquía y alta dosis de calidad, mostraba todo su repertorio y la defensa de Colón apostaba a evitar que el puntero Pepe hiciera valer su potente disparo, teniendo en cuenta que era un cañonero zurdo, muchas veces implacable.
Por otra parte, Pelé ratificó con algunos movimientos, su destreza y la belleza de su gambeta. Al término del primer tiempo, el público con sostenidos aplausos premió la labor de los brasileños y la labor defensiva de Colón para impedir una victoria más amplia.
En el complemento, el técnico Canteli acertó con el cambio de posiciones de Poncio y C. López; apuntalando Broggi y Cabañas al capitán sabalero en intentar cerrar los caminos ofensivos de Pelé, y como Zito, el otro gran generador de fútbol del Santos se retrasó, posibilitó el crecimiento de Serenotti, quien realizó una notable jugada que posibilitó al paraguayo F. López anotar el empate.
A tres minutos del final, en un tiro libre ejecutado por Luis López desde la derecha, falló Gilmar en su salida y el cabezazo de Demetrio Gómez -ingresó por F. López, agotado- estableció la sorpresiva ventaja de Colón que, a partir de allí buscó retener la pelota por medio del inteligente trabajo de Poncio, la figura de la cancha, con su soberbia zurda, la seguridad del paraguayo Bareiro y su compatriota el arquero J. L. Pérez, que respondió con firmeza cada vez que fue requerido.
Santos se desesperó en sus ataques con Coutinho, Pelé, Pepe y Dorval que pretendían, con juego desordenado, alcanzar el empate, que estuvo muy cerca de conseguirse cuando un violento disparo del "10" se estrelló en el larguero.
De esa forma, comenzó a escribirse la historia del mítico "Cementerio de los Elefantes" nada menos que contra el famoso Santos F.C. de Pelé.
Luis Alonso, quien dirigió por más de 20 años al "Ballet Blanco" o los "Globbe Trotters" del fútbol, como se lo conocía en el ambiente del balompié internacional al Santos F. C., no pudo convencer a Italo Giménez, entonces presidente de Colón, de jugar la revancha entre semana en Santa Fe o cuando terminara el torneo de Primera "B" en Villa Belmiro (Santos), con un importante seguro para los sabaleros.
La audacia del astuto dirigente sabalero llegó al límite cuando le confesó en el vestuario, en medio de una fervorosa algarabía de jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, al tesorero José Benseñor: "No hay plata en el mundo que me pueda hacer cambiar de opinión para jugar la revancha. Colón volvió a ser grande otra vez y estos muchachos quedarán para siempre en la historia porque le ganaron al mejor equipo del mundo de todos los tiempos", aseguró Giménez. íCuánta razón tenía!
Colón, ese modesto y humilde equipo de segunda división de la Argentina, impactó al mundo futbolístico al derrotar al famoso Santos de Brasil, bicampeón del universo, mientras las campanillas de las máquinas teletipos de la Agencia Télam en nuestro país y de UPI, AFP, Ansa y Reuters llevaron los flashes y la noticia a los cinco continentes. Comenzaba a escribirse el nacimiento y la historia del "Cementerio de los Elefantes"...
Santos, el bicampeón de América de 1962 y 1963, fue fundado el 14 de abril de 1912 en Villa Belmiro, un barrio del puerto brasileño de Santos. Logró ascender a primera división del campeonato paulista en 1922, conquistó su primer título en 1935 y luego otros más.
Durante dos décadas, el Santos F. C. de Pelé hizo soñar y sirvió de escaparate para mostrar la insolente facilidad de "Dico" -como lo llamaban familiarmente a Pelé desde la infancia- en todos los terrenos de juego del mundo.
Pelé ("El Rey", "Pérola Negra", "Dico", "Gasolina") nació el 23 de octubre de 1940 en Tres Coracoes (Corazones), al sur de Minas Gerais, Brasil. En 1999 fue elegido el "Atleta del Siglo" por el Comité Olímpico Internacional, a pesar de no ser nunca de la partida en un juego de esa categoría.
Figura en el "Libro Guinness de Récords" por mayor cantidad de goles en una trayectoria de fútbol profesional, entre 1956-1977 (21 años) con una puntuación de 1.279 tantos y también por ser el jugador más joven en anotar en una final de la Copa Mundial, el 19 de junio de 1958, con 17 años y 239 días, en Gotemburgo (Suecia), frente al local.
En su esplendoroso ciclo, con picos muy altos, entre 1961 y 1964, es ganador de la Copa "Libertadores de América" y de la Intercontinental, dos veces, ante Peñarol de Montevideo y Boca Juniors; también de todo torneo internacional, especial, de carácter amistoso, realizado en cualquier lugar del universo. Ese Santos F. C. parecía imbatible...
Colón: Juan Luis Pérez; Carlos Larpín, Juan Bareiro, Alberto Raúl Poncio y Ediberto Pérez; José Luis Broggi, Cilenio López, Luis Cabaña y Norberto Serenotti: Luis López y Fernando López.
DT: José B. Canteli.
Santos: Gilmar; Lima, Modesto, Joel y Giraldinho: Almir y Zito; Peizinho, Coutinho, Pelé y Pepe.
DT: Luis Alonso ("Lula").
Gol en el primer tiempo: 37m Pelé (SFC).
Goles en el segundo tiempo: 6m Fernando López (C) y 42m Demetrio Gómez (C).
Cambios: en el segundo tiempo, antes de comenzar, Ceballos por E. Pérez (C), a los 25m D. Gómez por Broggi (C); a los 34m Ismael por Zito y Mauro por Joel (SFC); a los 36m Rossi por Almir (SFC) y a los 43m Dorval por Peizinho (SFC) y García por Serenotti (C).
Cancha: Colón.
Recaudación: 2.597.460 pesos (récord para Santa Fe).
Árbitro: Miguel Comesañas.
Por Tomás Rodríguez(Especial para El Litoral)