Tomás Rodríguez(Especial para El Litoral)
El maestro Carlos Gudiño, un verdadero descubridor de estrellas, afirmó hace muchos años al referirse a la auténtica escuela del deporte, que por las "aulas" de Gimnasia y Esgrima pasaron todos los estilos del fútbol. El equipo que afamó su divisa fue el que se hizo conocido bajo el mote de los "Pistoleros", y el que hizo su arte sutil en el cerebro y los pies, fue René Alejandro Pontoni.
Nacido con la divisa de la franja, nunca más bien aplicado que en su caso el aforismo clásico "mens sana in corpore sano", el "Huevo" Pontoni hizo la "escuela primaria" en el Club Gimnasia y Esgrima de Santa Fe; la "secundaria" en Newell's Old Boys de Rosario y la "universitaria" en San Lorenzo de Almagro, que le dio un nombre glorioso en Argentina, América y el mundo.
Fue un delantero considerado de exuberante riqueza técnica, con excepcional inteligencia, una enorme capacidad creativa para resolver situaciones sobre la marcha, con precisos remates con ambas piernas y buen cabezazo.
La trayectoria de Pontoni señala que entre 1934 y 1940 actuó en Gimnasia y Esgrima de Santa Fe; en Newell's Old Boys lo hizo durante cuatro años (1941-44); en San Lorenzo de Almagro en dos etapas 1945-48 y en 1954; en Independiente-Santa Fe de Colombia (1949-52) y en Portuguesa de Esportes de San Pablo (1953).
Como director técnico se desempeñó en San Lorenzo de Almagro, Newell's Old Boys, Chacarita Juniors, El Porvenir, Platense, Tigre, Almagro y The Strongers de Bolivia.
René Alejandro "Huevo" Pontoni nació el 18 de mayo de 1920, en el barrio de La Facultad, en una humilde casa ubicada en la calle 1º de Mayo y bulevar Carlos Pellegrini, el quinto hijo del matrimonio conformado por Hermenegildo Pontoni y Lucía Scarafía, siendo sus hermanos, Leticia, Aurora, Inés y Juan Alberto.
Se casó con Sara Vázquez, su primogénita Liliana nació en 1959, y René Carlos dos años después.
A los cuatro años, falleció su padre, Hermenegildo Pontoni. A los 12, trabajaba con su hermano mayor, Juan Alberto, en el reparto de huevos, desde entonces le quedó el mote en diminutivo.
Juan Alberto, a instancia de la madre, sacó a "Huevito" de los potreros del barrio donde en infantiles jugaba para el desaparecido Club Platense y lo llevó a Gimnasia y Esgrima, donde él jugaba y, por la potencia de su disparo, le decían "La Mula". En 1934, a los 13 años, René debutaba en la sexta división de la entidad de la franja, sin embargo, las dificultades económicas de su hogar lo obligaban a emplearse como oficinista y a dejar la actividad futbolística.
Debe apuntarse que "Huevo" Pontoni, estuvo dos años alejado de las canchas que, por su natural tendencia a engordar, le hicieron aumentar nada menos que 30 kilogramos: de 45 a 75.
Empero, los dirigentes "mens-sanas" tenían la intuición y estimaban que en "La Chancha", como lo conocían sus amigos, había un crack excepcional, que lo demostraba en los "picados" y entusiasmaba a sus amigos.
Pontoni convencido por la gente del club con sede en 4 de Enero y Juan de Garay, en 1937, a los 17 años, comenzó a adiestrarse intensamente con un severo control en la alimentación. Cuando llegó a los 70 kilogramos, debutó en un clásico barrial frente a Ferro Carril Santa Fe (jugaba de local en el reducto de San LuisCorreos), donde las canchas estaban a 200 metros de distancia, una de la otra, asegurándose la titularidad, al anotar cuatro goles.
En esa época, conoció a su "compadre" dentro de la cancha, José B. Canteli, con paredes y goles, siendo admirado por enfervorizados hinchas por su fútbol: mitad arte y el resto ciencia. A la prensa local había confesado que "siempre jugué para divertirme dentro de la cancha. Pisaba la pelota, amagaba, gambeteaba, hacía paredes con el Chengo Canteli y me iba hacia el gol".
El "Huevo" Pontoni llevaba a Gimnasia y Esgrima en el corazón, rechazando en 1940 una propuesta de Boca Juniors, ante gestiones efectuada por un compañero de oficina, a quien le agradeció el gesto: "aquí gano 100 pesos, estoy tranquilo con mi familia, mis amigos y el club, porque no quiero ser un futbolista profesional, juego a la pelota por diversión y rechazo otras responsabilidades".
El Dr. Agustín Rodríguez Araya, presidente de Rosario Central, acordó con Gimnasia y Esgrima la transferencia de Pontoni en 6.000 pesos, siendo rechazada por René y su madre, que no quería separarse de su hijo, idolatrado por los hinchas gimnasistas.
El Gran René aceptó una invitación para jugar un amistoso integrando el equipo de Colón frente a Peñarol, en el estadio Centenario de Montevideo, donde ganaron los "carboneros" por 5 a 3, anotando "Huevito" Pontoni las conquistas de los "Gauchos de Sunchales", mostrando una alta categoría, con jugadas brillantes y rechazando otra vez un ofrecimiento millonario, esta vez de los aurinegros uruguayos.
Durante esa temporada, en la final del campeonato argentino celebrado en Buenos Aires, Capital derrotó a Santa Fe, en un partidazo, siete a cuatro, con dos golazos de Pontoni al prestigioso arquero Juan Estrada, de Boca Juniors y del seleccionado argentino.
Al año siguiente se conmovió el fútbol santafesino porque Gimnasia y Esgrima transfirió a la dupla Canteli-Pontoni y al marcador de punta César Garbagnoli a Newell's Old Boys. El Dr. Ravena Palacios, titular de la "Lepra", con sus contactos políticos, logró el traslado del "Huevo" desde el Regimiento 12 de Infantería "Gral. Arenales" de Santa Fe donde realizaba el Servicio Militar Obligatorio- al similar organismo castrense de Rosario.
En el primer entrenamiento, que sirvió como prueba principal, el adiestrador del conjunto del Parque de la Independencia, el "Alemán" Adolfo Celli, otrora una de las glorias de Colón, de Newell's y de la selección nacional, les otorgó la confianza a ambos futbolistas. Pontoni actuó durante 90 minutos y batió tres veces a Luis Bernabé Heredia, el golero titular de la "Lepra", quien jugó dos cotejos defendiendo el arco del combinado argentino.
Newell's Old Boys de Rosario, de inmediato, concretó las transferencias abonando a Gimnasia y Esgrima de Santa Fe la suma de 22.000 pesos. El "Huevo" Pontoni firmó su primer contrato profesional: 1.200 pesos de prima; 200 de sueldo y la misma cifra por partido ganado.
Pontoni comenzó la secundaria Äsegún señalara su descubridor, don Carlos GudiñoÄ cuatro días después, el 30 de junio de 1941, al iniciarse el torneo de primera división de la AFA. San Lorenzo de Almagro visitó el Parque de la Independencia y recibió una histórica goleada por 5 a 0, con una verdadera exhibición del astro santafesino.
Una semana después, Newell's fue huésped de River Plate en el "Monumental", venciendo por 2 a 1, con otra relevante labor y una conquista de Pontoni. Una semana más tarde, Boca Juniors visitó Rosario y cayó derrotado en un partidazo, por 3 a 2, con dos tantos de Pontoni al propio Estrada, tomándose desquite del partido decisivo del torneo argentino "Béccar Varela".
La campaña de Newell's Old Boys fue calificada en esa época como excepcional: se clasificó tercero, detrás de River Plate (el campeón) y San Lorenzo de Almagro (en esa temporada, descendió por primera vez Rosario Central a segunda división), tuvo la delantera más positiva con 78 anotaciones, el "Chengo" Canteli fue el máximo artillero del torneo con 30 tantos, una decena más que el "Huevo" Pontoni, logrando ambos su consagración.
"Huevito" o "La Chancha" fue el artista, el genio, el creador de una delantera singular constituida por Alberto Edmundo Belén, José Belermino Canteli, René Pontoni, Mario E. Morosano y Juan Silvano Ferreyra.
La prensa argentina en la década del '40 comparaba a Pontoni con Arsenio Pastor Erico, el más grande goleador del fútbol argentino y el mayor ídolo de toda la historia de Independiente; con Adolfo Alfredo "Maestro" Pedernera y Jaime "Piraña" Sarlanga.
El 25 de mayo de 1942, el astro santafesino debutó en la selección nacional en la Copa "Lipton", frente a Uruguay Äflamante campeón sudamericanoÄ en el Estadio "Monumental" de Nuñez, venciendo por 4 a 1, con dos tantos de "Huevito" Pontoni, del rosarino Rinaldo Martino y Jorge Alberti.
Fue una notable exhibición de los blanquicelestes; un espectáculo maravilloso, jugadas casi de antología y con maniobras brillantes y especialmente de la dupla Pontoni-Martino que actuaron juntos por primera vez y su labor no se borrará jamás de la retina de los hinchas argentinos.
Argentina formó con Sebastián Gualco; José Salomón y Jorge Alberti; Norberto Yácono, Angel Perucca y José María Arnaldo; Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Pontoni, Rinaldo Martino y Enrique García.
En el Torneo Sudamericano de 1945, en Santiago de Chile, Argentina ganó en forma invicta el certamen y descollaron nuevamente Pontoni y Martino, quienes se habían convertido en grandes amigos. "Huevito" fue consagrado como el mejor centrodelantero de América.
En la capital trasandina, Pontoni dio su consentimiento para jugar en San Lorenzo de Almagro. Su pase fue tasado en 100 mil pesos, abonando los de Boedo 40.000 pesos en efectivo y cediendo en forma definitiva los pases del insider izquierdo Mario Fernández y del half de ese sector José María Arnaldo.
Durante el campeonato de 1945 San Lorenzo de Almagro integró en sus filas a Armando Farro, René Pontoni y Rinaldo Martino, a quien la prensa deportiva argentina denominó "El Terceto de Oro".
En la temporada siguiente, San Lorenzo de Almagro conformó el mejor equipo de todos los tiempos y la estrella indiscutida fue "Huevito" Pontoni (20 conversiones, que son consideradas verdaderas obras magistrales), siendo una imaginativa centella rubia.
Se conformó un conjunto espectacular, sensacional, superando a todos los equipos, incluida "La Máquina", llegando a anotar 90 goles en 30 partidos, solamente 37 tantos en contra, con 20 victorias, seis empates y cuatro derrotas, 46 puntos (con la reglamentación vigente hoy serían 66 unidades).
Posteriormente, San Lorenzo realizó la gira por Europa, visitando España y Portugal, asombrando por la alta calidad técnica, un juego brillante y maravilloso. Un diario de la Madre Patria tituló: "Por el Chamartín, pasó una inigualable ráfaga de fútbol".
El hábil, cerebral, lujoso y contundente Pontoni ganó seis títulos en su carrera deportiva en primera división; con San Lorenzo de Almagro en 1946 y con la selección argentina en los sudamericanos de 1945 y 1947. En Colombia logró con el Independiente Santa Fe los campeonatos de 1954, 1955 y 1957
En la Argentina, jugó en total 212 encuentros con 133 conversiones. De ellos,110 partidos los hizo en Newell's Old Boys (67 goles) y 102 cotejos en San Lorenzo (66 tantos).
La fractura de rótula, meniscos y rotura de ligamentos en pierna derecha, por la "tijera" de Rodolfo De Zorzi en el mítico estadio de la "Bombonera", cortó la carrera del notable delantero que siguió actuando en Colombia y Brasil, pero no con la misma capacidad que entre 1941 y 1948, cuando tuvo la grave lesión, la que se constituyó en una etapa brillante, memorable para San Lorenzo de Almagro.
El Dr. Domingo Peluffo, presidente de San Lorenzo de Almagro, sorprendido por los dirigentes del Barcelona F.C. que lo presionaban para adquirir el concurso de Pontoni, rechazó una y otra vez la propuesta por el pase del delantero santafesino: "Si vendo al Gran René, cuando llegue a Buenos Aires los socios del club me matan. Eso es imposible, no hay dinero en el mundo que lo pueda adquirir, es el sueño, la ilusión y la alegría del pueblo azulgrana".
José Samitier, en esa época asesor técnico del Barcelona, se presentó al término del partido que San Lorenzo le ganó al seleccionado de España, por 7 a 5 , portando un cheque firmado por las autoridades del club catalán, con la cifra en blanco. "Pontoni, ponga usted la cantidad. Barcelona lo quiere llevar a sus filas porque es el mejor delantero del mundo, a cualquier precio".
Como cambiaron los tiempos, esto no podría ocurrir en la actualidad. Pontoni, con la humildad y lealtad que siempre tuvo hacia San Lorenzo de Almagro le respondió: "Señor, hable con el presidente. El Dr. Peluffo y las autoridades del club definirán mi futuro".
Un golpe artero.
Pontoni siguió en San Lorenzo hasta 1948 cuando el rosarino Rodolfo De Zorzi, defensor de Boca Juniors, por la 24ta. fecha, lo derribó en forma violenta, artera y le produjo una seria lesión, fractura ósea y de ligamentos de la rodilla derecha. Nunca más volvió a ser el extraordinario futbolista que tanto brillara en el balompié argentino.