Homimen es una asociación sin fines de lucro que comenzó a funcionar en el año 1970 en Santa Fe y fue pionera del trabajo con discapacitados mentales en nuestra ciudad. Su objetivo siempre fue trabajar con adultos de ambos sexos, desde los 18 años en adelante.
En sus inicios, la institución contaba con las voluntades de los padres de niños discapacitados y de aquellas personas sensibilizadas con la temática de la discapacidad. Generalmente, los chicos quedaban expulsados del sistema cuando terminaban la escuela especial a los 22 años; no había un lugar que los contuviera después. Partiendo de esta realidad, se comenzó con la construcción de un taller laboral. Más tarde, en el año 1982, a la hora de buscar una solución definitiva y permanente al problema, se comenzó con el proyecto de la creación del hogar permanente. Tras diez años de construcción, en 1992 se inauguró la casa en el lugar donde aún se levanta, sobre la costanera.
Mercedes Operto es la joven directora del hogar Homimen. Ella es licenciada en terapia ocupacional y se encarga de contarnos cómo viven las personas que residen en este centro: "Acá cada uno tiene sus actividades y su rutina. Ellos van a trabajar afuera, la mayoría va al Centro de Día de Homimen (ubicado en Castelli y Avellaneda) y los demás concurren a otros espacios de rehabilitación psicosocial. En estos lugares cada uno tiene tareas distintas, algunos están incorporados a los talleres de panadería y otros a los de pintura; éstas son las dos actividades que más les interesan".
Del mismo modo, todos se dedican al mantenimiento del hogar. Por eso llevan adelante talleres de artesanía y jardinería, y se encargan de armar y decorar sus piezas construyendo repisas y portarretratos. La directora recuerda que el año pasado se encargaron de pintar sus piezas, decidieron los colores y trabajaron junto al electricista para elegir la luminaria, tal como uno hace en su casa.
Por otra parte, se lleva adelante un programa de actividades de la vida diaria. En el comedor del hogar hay un cuadro armado con distintas fotos que señalan las diversas tareas que es necesario realizar: poner la mesa, levantar los platos, lavar las tazas, etc. La directora explica que "se hace de esta manera porque algunos de los internos no hablan, entonces trabajamos con imágenes en toda la casa". Los responsables se van turnando cada 15 días.
Otro programa es el que organiza actividades sociales. Un grupo se encarga de buscar propuestas para llevar adelante durante la semana y luego se planifican las salidas. De esta manera todos concurren a distintos actos, a los ciclos que organiza ATE; van al cine, o a espectáculos callejeros en el verano.
"El objetivo dice Mercedes- es empezar a abrirnos y a trabajar con la concientización social de la discapacidad y la inserción dentro de la comunidad, desde la comunidad barrial hasta la comunidad santafesina toda. En el barrio costó bastante; si bien Homimen está desde el 92, hay gente en Guadalupe que todavía no conoce la institución y, mucho menos, cómo se trabaja. Al ser una zona residencial, costó un poco la integración". Por este motivo, durante todo el año pasado se trabajó en el área: se repartieron señaladores para el día del amigo y el día de la madre, y se hicieron visitas vendiendo productos que ellos mismos elaboraron. De esta forma, no sólo recorren las calles, sino que también reúnen el dinero necesario para sus salidas.
En el hogar se llevan a cabo distintos proyectos. El que se realiza todos los lunes se llama ""Contacto con la realidad", pero las actividades de esta iniciativa comienzan el domingo cuando los internos caminan hasta el kiosco para comprar el diario. Al día siguiente se hace una asamblea entre todos, se leen los diarios de la ciudad y se van eligiendo artículos para armar la cartelera que quedará pegada en el comedor hasta la próxima semana. Así, se planifican las actividades de cada día en base a las propuestas culturales que plantean los medios.
Por otra parte, si les interesa algún tema en particular para seguirlo a través de los noticieros, se pautan también los programas que se van a mirar en la televisión. De esta forma ellos están en contacto con la realidad a través de los medios de comunicación. ""Por ejemplo, el año pasado salió en una nota en el diario que contaba que en la granja La Esmeralda habían decomisado 50 loros habladores. Cuando leyeron, llamaron a la granja y se anotaron como institución para recibir un loro. Unos meses más tarde nos llamaron y fuimos a buscarlo. Hoy el animal se incorporó a las actividades diarias y siempre hay un responsable de darle de comer, limpiarle la jaula, etc.", detalla Mercedes.
Sumado a esto, dos internos se integraron en taller de arte para adultos que se realiza en el Museo López Claro. Otros hacen un entrenamiento físico personalizado en un gimnasio, mientras algunos van a los bailes que organiza La Base una vez por mes para todas las instituciones que trabajan con personas discapacitadas. Además, se organizan visitas al hogar permanente de Ángel Gallardo.
La mayoría de los internos que viven en Homimen no tiene familiares o tienen familias que no pueden contenerlos, ya sea por problemas de salud, de edad o de situación social. Por eso hay algunos que reciben visitas frecuentes, pero otros no cuentan con esa alegría.
Por tal motivo, la directora del hogar invita a todas las personas que quieran acercarse y compartir un momento que ellos disfrutan mucho. No hay ningún requisito para hacerlo, solamente predisponerse a la integración. "Queremos dar a conocer la posibilidad de acercarse, de conocer la institución, o simplemente venir a tomar unos mates, a conversar con ellos para que tengan otro medio de contacto", resume Mercedes.
La atención que se brinda en el hogar es completa. El equipo de profesionales a cargo está conformado por un médico, una asistente social, una terapista ocupacional, una psicóloga y una nutricionista. Todos tienen como objetivo trabajar para "normalizar" la vida de los internos, que ellos puedan realizarse como cualquier persona y desarrollar por sí mismos distintas actividades. Para lograrlo, se trabaja con estrategias de comunicación alternativa, como utilización de imágenes pegadas en los roperos, señalización en el baño, distintas adaptaciones ambientales y distribución de las mesas para integrarlos, entre otras cosas.
Lo que se pretende es que los internos se potencien, comenzando a partir de impulsarlos a elegir lo que quieren. Se los va orientando y organizando con el equipo de profesionales y con el personal de asistencia directa. "Este objetivo, por supuesto, se cumple dentro de las posibilidades de cada uno -aclara la directora de la institución-. Hay chicos que tienen un retraso mental grave y otros, leve; hay algunos que hablan y otros no. Por eso se busca siempre favorecer que las personas con discapacidad puedan dar a conocer sus intereses y mostrar sus habilidades en definitiva, que sean los protagonistas de su propia historia".
Actualmente la Comisión Directiva de Homimen (Hogares para Personas con Discapacidad Mental) es presidida por Alberto Salomón y cuenta con 16 integrantes que se reúnen todos los meses, pautan las actividades, llevan adelante distintos proyectos y regulan un hogar permanente, un centro de día (ubicado en Avellaneda 6687) y un predio donde funciona la Escuela de Capacitación Laboral (hoy alquilado a la Provincia). De esta forma, la organización trabaja con todo el área de discapacidad.
En lo que respecta al hogar permanente, la dirección está a cargo de la licenciada en Terapia Ocupacional Mercedes Operto; el equipo técnico es responsabilidad de Gabriela Rivas (asistente social), Natalia Barboza (psicóloga), José Ignacio Contini (médico) y Rosa Lupo (dietista). Jorge Sabena es el encargado de la administración y Ángela Fuchilleri es la ecónoma. Alejandra Muga, Araceli Romero, Claudia Ovando, Irma Bianchi y Rosa Ojeda, junto a Liliana Ceirano, Nancy Ponce y Susana Arioza (nocheras) asisten directamente a los internos. De la cocina es responsable Indiana Zúccolo.
Quienes deseen asociarse y colaborar con Homimen pueden llamar al hogar al teléfono 4603438 y contactarse con la tesorera. También pueden entrar a la página web de la institución,
Asociarse no es la única alternativa para quienes quieran colaborar con Homimen. Los interesados pueden visitar el hogar permanente y conocer la institución. También pueden acercarse a tomar unos mates con los internos y conversar con ellos.
Homimen sustenta su trabajo mediante el aporte de sus socios, pero también gracias a la colaboración de personas, empresas o instituciones que hacen donaciones. Además, ofrece la posibilidad de plantear y articular distintos proyectos, como terapia con animales, fotografía u otras disciplinas.