El Régimen de Fomento a la Producción Literaria Nacional, del Fondo Nacional de las Artes, es seguramente el concurso literario más prestigioso a nivel nacional e institucional, por su continuidad y por las características de su organización, por el monto de los premios, los jurados que cambian en cada ocasión y la nómina de los premiados a lo largo de sus ediciones.
En el año 2007, en el género novela, el primer premio fue otorgado al santafesino Carlos Bernatek, por su obra "Dónde están los pájaros del año pasado", actuando como jurado Angélica Gorodischer, Claudia Piñeiro y Pablo Ramos. En el género poesía, el premio fue para Fernando Molle, por su "Del libro", y en el género cuento, Vanesa Guerra, por "La sombra del animal".
La novela premiada de Bernatek ahora rebautizada por el autor como "Rencores de provincia"- es una novela doble, o de dos nouvelles encabalgadas que discurren paralelamente hacia un destino común. Una es la historia de Selva y otra la de Poli, sus protagonistas. Los capítulos se suceden alternativamente en el desarrollo de ambos argumentos. Existen dos itinerarios: Selva llega al mar y Poli a un pueblo de provincia. Los dos son forasteros y cada uno carga con la huella de su pasado a cuestas. Selva es joven y virgen, una perpetua empleada reemplazante de escasa jerarquía que atisba una posibilidad diversa en el trabajo que le ofrecen en la costa. Poli ha descubierto la infidelidad de su mujer, se separa e inicia un periplo que lo lleva a Danel, una curiosa localidad de la pampa gringa santafesina (que ya aparecía en "Rutas argentinas", anterior novela de Bernatek), en un progresivo desprendimiento de su vida anterior. Los sucesos que se abren para cada uno de ellos, en estos renovados escenarios que auguran cambios, estarán sin embargo signados por el pasado de los personajes.
Así opera un desembarco casi ingenuo de los protagonistas que irán imbricando sus vidas con personajes locales como partes de una geografía estática. Las situaciones irán produciendo sucesos cómicos o trágicos que derivan, finalmente en una tonalidad cercana al policial negro. Como en dicho género, el texto no pretende la intriga ni la develación de misterios: el crescendo dramático no construye el argumento hacia un desenlace, aunque este exista. El acento está puesto en esa progresiva concatenación de hechos que va modificando profundamente a los protagonistas hasta envolverlos en sus oscuridades más intensas.
Pese a estas empatías, el tono y la estética de los relatos difiere deliberadamente, marcando la diversidad en las voces narrativas. De este modo, el texto dual procura enlazar en la alternancia de esos discursos, un parentesco argumental (lo que les ocurre a los personajes), a través de dos construcciones autónomas. La proximidad, el acercamiento final de las historias, como corolario, está planteada como una dilución sutil de Selva y Poli en el sino de sus periplos.
"Rencores de provincia" deviene así contracara sombría de los "Recuerdos..." de Sarmiento. Aquí no hay espacio ni oxígeno suficientes para la piedad o la indulgencia; el pasado, antes que nostalgia evocativa o amenidad condescendiente, opera en "Rencores..." como la etiología de los males del presente. Sin impedir el humor, la parodia, el erotismo o la ironía, "Rencores de provincia" discurre a un ritmo intenso e impiadoso.