DyN
Una banda acusada de someter a jóvenes menores de edad a fiestas sexuales que habrían sido organizadas por un prestigioso psicólogo y luego los fotografiaba en pleno acto de abuso para presuntamente publicar sus imágenes en Internet fue desarticulada en allanamientos realizados en la Capital Federal.
Los voceros explicaron que para cometer los hechos los acusados atraían a sus víctimas en locales de comidas rápidas, ciber y matinés de distintos boliches y luego les regalaban indumentarias deportivas, teléfonos celulares o reproductores de MP3. De esa manera los convencían a participar de las reuniones sexuales.
Los procedimientos para desbaratar la organización fueron realizados por efectivos de la División Delitos Contra Menores de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal en viviendas de los barrios porteños de Flores, Floresta, Recoleta, Belgrano y Palermo. En esos lugares fueron detenidas cuatro personas mayores de edad sospechadas de integrar la banda de abusadores y se secuestraron computadoras con fotografías pornográficas de las víctimas.
Luego uno de los detenidos fue liberado, al determinarse que no tenía que ver con el caso y sólo estaba relacionado con uno de los acusados.
Las fuentes informaron que entre los apresados se encuentra un prestigioso licenciado en Psicología, Jorge Corsi, especializado en violencia familiar y docente de distintas cátedras en la materia.
Según allegados a la pesquisa, habría sido el organizador de las fiestas sexuales con los menores y una especie de "cabecilla" y "hombre de consulta" de sus cómplices, debido a sus conocimientos profesionales sobre el comportamiento de los chicos.
Otros voceros calificaron al profesional detenido como una "eminencia en violencia doméstica" que incluso habría tenido a su cargo una cátedra sobre esa materia en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y, como tal, era hombre de "consulta permanente".
Ante versiones sobre que el acusado tendría un cargo en el gobierno, fuentes oficiales aclararon que "no era funcionario" pero recordaron que en el año 2000 habría sido empleado del Estado en un área donde se manejaba su especialidad.
La investigación de Delitos Contra Menores comenzó en mayo del año pasado con la denuncia de un adolescente que dijo haber sido víctima de un abuso en un departamento donde lo sometieron a distintas prácticas sexuales.
Luego de varios meses, los detectives lograron determinar la organización de los delincuentes y en menos de un año lograron establecer el abuso de al menos cuatro adolescentes más y las maniobras que los delincuentes cometían para concretar sus hechos.
Los voceros revelaron que para atraer a sus víctimas los malhechores contaban con la participación de dos jóvenes de unos 20 años que se dedicaban a recorrer los ciber, locales de comidas rápidas y boliches, donde ponían especial atención en los menores de edad con los que entablaban conversación y de a poco los convencían a seguir una relación amistosa.
Según detallaron los informantes, los acusados trataban de detectar a jóvenes que estuviesen mirando páginas pornográficas en los ciber, a quienes luego les ofrecían seguir viendo las web en sus domicilios, "sin filtros y con la tranquilidad de una casa". Luego los sujetos les regalaban a los jóvenes distintos elementos como ropa deportiva y pequeños electrodomésticos para atraerlos aún más, hasta que finalmente los conocía el resto de la banda y eran sometidos a las fiestas sexuales.
Los voceros explicaron también que se esperaba apresar al resto de la banda que está prófugo. El fiscal del caso, Martín Niklison, dijo al canal TN que el grupo no tenía conexiones con otras organizaciones del exterior y sostuvo que habría limitado su accionar a esta capital y específicamente a los barrios porteños donde se efectuaron los operativos. Los arrestados fueron alojados en la Alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones Federales de Villa Lugano, a disposición de la jueza de instrucción María Fontbona de Pombo.
Los convencían.
"Los delincuentes lograban convencer a los chicos y nunca los llevaban por la fuerza. Buscaban que los menores pudieran disfrutar para gozar aún más de la situación", explicó una fuente de la investigación. Además, según se explicó, cuando los jóvenes eran sometidos eran fotografiados por los delincuentes, quienes luego de la reunión publicaban las imágenes de las orgías en páginas de Internet.