Educación: EDUC-02 La última lección del profesor Pausch

Falleció el pasado viernes Randy Pausch, un prestigioso profesor universitario de EE.UU. que se hizo famoso por dar una clase en la que detalló a sus alumnos cómo iba a pasar los momentos que le quedaban de vida.

El video fue subido a Internet (YouTube) y tuvo más de 10 millones de visitas. Tenía cáncer de páncreas y murió en su casa de Virginia, los Estados Unidos, a los 47 años.

Nadie olvidará su última lección, casi una clase magistral no de cómo morir sino de qué forma vivir la vida. Decía que los obstáculos son positivos. "Nos dan una chance para demostrar cuánto queremos algo", explicó en su última y magistral clase. "Si en verdad ése es tu objetivo, si en verdad soñás con aquello que parece imposible, superarás los pantanos como sea", dijo.

Pausch era un prestigioso profesor de informática de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh, Pensilvania. Las autoridades universitarias lo convocaron para realizar un ejercicio retórico habitual en las aulas norteamericanas, que consiste en imaginar cómo sería la última clase de su vida.

Cuando llegó el día, el 18 de setiembre de 2007, el profesor dijo a los alumnos que la cátedra no iba a ser hipotética, sino que les iba a hablar de cómo iba a afrontar su futuro, ya que le acababan de diagnosticar cáncer de páncreas y le quedaban pocas semanas de vida.

Pausch habló en su última clase sobre la importancia de mantener los sueños infantiles, respetar a quienes nos rodean ("Espera lo suficiente y la gente te sorprenderá e impresionará") y a plantearnos preguntas incómodas. La primera, cuánto deseamos algo ("Las paredes de ladrillos están allí por una razón. Nos permiten demostrarnos cuánto queremos algo"). La segunda, si fallecieras mañana, ¿Cómo te despedirías? ¿Qué les dirías? ¿Qué harías? ¿Qué dejarías de hacer? ¿Por qué no lo has hecho hasta ahora?

Dejó en claro en la misma conferencia que su "última charla" tenía sólo tres destinatarios: Dylan, Logan y Chloe, sus chiquitos. "Intento ponerme a mí mismo en una botella que algún día aparecerá en la playa para mis hijos", explicó. Por ese mismo objetivo de dejarles recuerdos imborrables, llevó al mayor, Dylan, a nadar con delfines. Sabía que, con apenas 6 años, muy poco es lo que recordaría de él. Pero "nadar con delfines no es algo que olvidará fácilmente".

También llevó al segundo, Logan, a Dysney y se encargó de "presentarle" a su héroe, Mickey. Pero lo más difícil fue con Chloe, la pequeña de 1 año. Le grabó videos con mensajes tan claros como contundentes y llenos de pasión paternal: "Quiero que crezcas sabiendo que yo fui el primer hombre que se enamoró de vos".

Esta particular situación también aumentó la venta de libros. Por ejemplo, "La última lección", escrito en base a su charla por el periodista del Washington Post, Jeffrey Zaslow, se vendió en 32 países y superó los cinco millones de ejemplares.