No es un caso cualquiera, y todos los saben. La defensa del ex arzobispo de Santa Fe, Edgardo Storni, insiste en que la causa por abuso sexual agravado está prescripta, aunque el juez de Sentencia, Alejandro Echarte, y la Sala Cuarta de la Cámara de Apelaciones, hayan rechazado este planteo.
Frente a esta respuesta, el abogado Eduardo Jauchen interpuso un recurso de inconstitucionalidad que mañana mismo llegará a manos de la Sala Cuarta. De allí en más es una incógnita qué sucederá con el caso. Si la Sala acepta este planteo, el expediente volverá al juez Echarte y la causa quedará cerrada. Si lo rechaza, el abogado seguramente irá "en queja" ante la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, que será la encargada de resolver.
Nadie lo dice abiertamente, pero distintas fuentes coinciden en que la investigación sobre los presuntos abusos sexuales de Storni va directamente a prescribir. "En realidad nació complicado este caso, pues los hechos denunciados ya tenían unos cuantos años y para la prescripción se toma en cuenta el tiempo pasado desde que los supuestos delitos se cometieron", advirtió una calificada fuente judicial.
El último "movimiento" que tuvo el caso data del 30 de mayo de este año, cuando los camaristas Reyes, Echauri y De Olazábal negaron la prescripción. Luego vino el planteo de inconstitucionalidad de Jauchen y, hasta hoy, el expediente se encontraba en la Mesa de Entrada Unica de la Cámara de Apelaciones. Mañana, a primera hora, volverá a manos de los jueces.
Las denuncias contra Storni datan de agosto de 2002. El ex arzobispo está procesado por el presunto delito de abuso sexual contra un seminarista.
Storni también estuvo procesado por el posible delito de coacciones en contra del sacerdote José Guntern. Sin embargo, dicho procesamiento terminó siendo revocado cuando los camaristas De Olazábal, Echauri y Estrada consideraron que no estuvo suficientemente probado el hecho de que el entonces arzobispo haya ordenado a sus vicarios que presionaran a Guntern.
En agosto de 2002, se supo que el sacerdote había sido llevado al Arzobispado para que se retractara de una serie de dichos que perjudicaban a Storni.
Por aquellos días tomó estado público una carta que Guntern había enviado al ex arzobispo hacía algunos años, relacionada con el trato que éste había mantenido hacia un seminarista: ""Esta no es una carta, sino una confidencia de amigo. Tuviste un serio desliz que afectó a un grupo en plena formación espiritual y humana. No te juzgo ni te condeno, no me corresponde. Sí te sugiero que reflexiones en Cristo y tomes conciencia de la gravedad de tus actos", decía la misiva.
Desde que Storni se alejó de la ciudad de Santa Fe, vive en La Falda, provincia de Córdoba.