"Hipócrates ya decía que para estudiar la medicina, hacía falta estudiar el clima. El cambio climático tendrá efectos directos e indirectos sobre la salud de la gente. Directos sobre los desastres, las inundaciones, las sequías, pero también indirectos sobre las enfermedades", advierte la médica española María Neira, directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre mediados de los años 1970 hasta ahora, el calentamiento planetario "ha sido responsable de unas 150.000 muertes suplementarias al año. Afecta de forma aplastante a las poblaciones más pobres", destaca a la AFP el investigador Diarmid Campbell-Lendrum, especialista en la OMS.
Según las estimaciones, la cifra de muertos aumentará, asegura este experto, que afirma que por el momento sólo se trata de "la punta del iceberg".
A este ritmo, el número de fallecidos por causas directamente vinculadas con el cambio climático se cifrará en millones "dentro de veinte años", alerta al margen de la conferencia, la primera sobre este ámbito, que se celebró en Libreville.
El paludismo, que deja un millón de muertos anuales y afecta a varios millones de personas, progresará. "Ya tenemos un gran problema" con esta lacra, y el calentamiento del planeta "lo hará más difícil", explica el doctor Campbell-Lendrum.
La temperatura influye sobre la supervivencia de los mosquitos y los parásitos (que transmiten el paludismo). "En conclusión, cuánto más calor hace, mayor es el índice de infección", explica.
Con el aumento del mercurio y la mayor frecuencia de las inundaciones, la malaria aparece en las regiones o en altitudes que hasta ahora se habían mantenido a salvo.
También inquietan las enfermedades diarreicas, para las que la temperatura desempeña un papel crucial.
"En muchos casos, la bacteria que infecta el agua o la comida sobrevive mejor a una temperatura elevada. Además el aumento del número de inundaciones y sobre todo de sequías contaminará las fuentes de agua. Por ejemplo, en período de sequía, la gente almacena el agua durante más tiempo o se lava menos las manos", subraya el investigador.
"Uno de nuestros mayores problemas es la malnutrición. Mata a unas 3,5 millones de personas al año. (Con el cambio climático), la producción alimentaria aumentará ligeramente en los países ricos, pero bajará en torno al Ecuador. Los que tengan más necesidad, tendrán menos", indica Campbell-Lendrum.
Banon Siaka, un ingeniero de Burkina Faso, asegura estar "de acuerdo sobre esa constatación, pero hay un desafío: ¿cómo desarrollarse y contaminar menos? Es difícil", dice.
"Los países africanos son aquellos que menos han favorecido el cambio climático y son quienes más lo sufren", manifiesta Neira.
"No queremos en ningún caso comprometer la lucha contra la pobreza en los países más pobres. Los más ricos, que han contribuido en gran parte al problema, deben dar el primer paso", añade por su parte Campbell-Lendrum.
Para este experto, hay casos en los que el desarrollo sostenible puede permitir a la vez reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la salud.
"No es una elección entre desarrollarse o no desarrollarse, sino cómo desarrollarse", resume.
Patrick Fort. AFP