Política: POLI-06
Daniel Pietro Castillo
"Hay que saber qué hacer con las tecnologías"
Dice que desde hace cuatro años, tiene "el honor" de colaborar con Los sin Techo, organización de la que rescata su enorme aporte en el campo de la educación no formal. Opina que educación y comunicación son dos conceptos que no pueden escindirse y que el acceso a las tecnologías requiere una pedagogía que permita saber qué se puede hacer con ellas.

Nancy Balza

La charla comienza sin pérdida de tiempo. Y no es porque el entrevistado esté apurado. Daniel Pietro Castillo no da ninguna muestra de impaciencia; sólo que un comentario casual introduce la conversación: "íQué raro!, un periodista sin grabador digital", suelta.Y a la respuesta, sobre cuestiones generacionales y de habilidades para el manejo, sigue una definición: "Dicen que nosotros somos migrantes tecnológicos y los jóvenes, nativos". Entonces, la frase que permite distinguir entre generaciones que nacieron en un mundo digital de las que no lo hicieron, resulta la mejor manera de introducir el tema que lo trajo una vez más a Santa Fe: la presentación del cuarto libro que lo reúne con el Movimiento Los sin Techo. "El derecho de los pobres a la información y la educación" y, en ese marco, su conferencia sobre "La responsabilidad social por el aprendizaje en tiempos de tecnologías digitales".

Docente, filósofo, periodista. Los títulos lo definen pero no alcanzan para recorrer la trayectoria de este mendocino de nacimiento Äcon una notable proyección latinoamericanaÄ en una charla que recorre su vínculo con la educación y la comunicación, dos campos que para él están estrechamente relacionados.

Educación en tres planos

Su conferencia en Santa Fe estuvo centrada en la responsabilidad por el aprendizaje "y cuando hablamos de ese tema, distinguimos la responsabilidad que nos cabe a los adultos en la educación informal, en la educación no formal y en la educación formal. Y las tres experiencias están atravesadas por las tecnologías".

Ä¿Por qué la distinción entre educación informal y no formal? ÄLa educación informal ha sido y sigue siendo la cuna de la humanidad. Es la que tenemos desde que nacemos, el contexto que nos recibe desde el amamantamiento, las primeras caricias, las primeras relaciones. Y ella ha sido ocupada, a escala de la humanidad, por los adultos que a uno lo reciben y luego por los entornos más cercanos más, en el siglo XX, los medios de comunicación que van directo al espacio de lo informal. Ese espacio puede ser muy propicio para el aprendizaje si se está en un entorno donde lo desafían a aprender, lo acompañan, lo nutren. Es distinto de estar abandonado a la calle, al hambre, a los medios. Porque también hay un abandono a la cultura mediática, donde uno está expuesto a ella sin ninguna mediación. Un ejemplo: hay más de mil millones de personas que no han pisado un aula en todo el planeta pero, sumadas a los que la han pisado uno o dos años, la cifra se ubica en el 30 ó 35 % de la humanidad. El segundo ámbito corresponde a la educación no formal, que es aquel que tiene un propósito educativo, pero fuera de las aulas. Y en ese espacio, se mueve una enorme cantidad de elementos como las campañas para la salud, los clubes y todo lo que hace el Movimiento Los sin Techo. Es exactamente ahí donde ellos están situados. Y la educación formal, que es la más reciente, es la institucionalizada, la que crea un sistema, una carrera. Las tres son necesarias y están atravesadas por las tecnologías, para bien y para mal. Para bien, porque tenemos una enorme posibilidad de apoyar aprendizajes diferentes a través de ellas, y para mal porque se dice que en la red está lo mejor y lo peor del ser humano. ÄDepende del uso que se haga de esas tecnologías.ÄY de las mediaciones de seres que estén conteniendo a un niño o adolescente en esta relación con la red. Ése es un tema, para nosotros, apasionante. Porque hemos visto en los últimos 30 años cómo Los sin Techo y movimientos de educación de sectores excluidos han trabajado las tecnologías disponibles con una tradición que en América Latina es fundamental, como es la radio. En el libro, una de las madres recuerda cuando tenían una radio que el padre (Atilio Rosso) había traído para que se comunicaran hace como 15 años; seguramente era una radio de corto alcance pero estaba en la línea de todo lo que fue y sigue siendo la tradición de la radio en América Latina. Y uno ha visto cómo las viejas tecnologías han sido aprovechadas en educación y cómo esa experiencia anterior, cuando se la ha hecho bien, confluye en los espacios digitalizados. Cuando uno llega con una trayectoria pedagógica puede hacer algo; si llega con las manos vacías, no puede hacer nada. ÄEs interesante analizar esta propuesta del Movimiento en insistir con el acceso a las tecnologías en los sectores más postergados..ÄEs que el Movimiento ha visto que el salto está ahí. Es un hallazgo que las madres se capaciten en computación y les enseñen a los hijos, lo cual rompe una doble mitificación: "El niño no puede, la madre no puede" cuando, en realidad, pueden los dos. Ellas dicen que la pantalla es mucho mejor que el cuaderno, porque el niño puede borrar, avanzar, retroceder y en el cuaderno tienen que tachar. Y es un salto en relación con un aprendizaje activo, que pasa de una pedagogía de la transmisión a otra de participación.

Dos conceptos inseparables

Ä¿Vino a hablar de comunicación o de educación?

ÄDe las dos cosas porque, en lo personal, nunca he separado una de otra. Vengo trabajando desde la década del '60 en esta relación que el Movimiento tiene muy clara. Hay palabras que se usan mucho a escala latinoamericana para tratar de acentuar esta vinculación: se empezó hablando de comunicación educativa, a fines de los '50; después se pasó a hablar de pedagogía de la comunicación a fines de los '60, y de comunicación en la educación que es un tema que he trabajado bastante. Un concepto que se usa mucho en Brasil y Centroamérica es el de "educomunicación". Y hay también propuestas que hablan de "eduentretenimiento" que arranca con Televisa, en México. Los mexicanos vieron adónde iba este tema de las tecnologías, fundamentalmente en televisión, en la década del '70 y lanzaron una política para siempre. Es un país como cualquier otro, con todas las contradicciones, pero tiene 8 canales educativos, una videoteca de programas educativos digitalizados, miles de horas de educación no formal, un Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa con más de mil personas produciendo, y han logrado lo que se logra a 30 años: tener la gente para hacerlo.

ÄEn el siglo XXI, el derecho a la educación debería estar incorporado naturalmente. Sin embargo, hay que insistir, sobre todo en los sectores marginados, mientras que en otros sectores no se discute. .ÄEn otros sectores no se discute pero tampoco está claro. El problema no es que haya conectividad e información por todos lados. El problema es qué hago con ellas y si he tenido las herramientas para hacer algo con ellas. ¿Qué gano con tener 50 canales si no sé leerlos de otra manera o buscar información válida? ¿De qué vale la red si no tengo cómo buscar en ella, cómo hacer que no me engañen? Todo eso supone aprendizaje y este reclamo es por el acceso, sin duda, pero Äcomo se dice en el libroÄ con esa posibilidad no alcanza. Es el acceso al que se añade una pedagogía que implica comunicarse e interactuar con personas que puedan ayudarme a buscar información. Ese ejercicio de derecho es más complejo que la profusión de información.

Infinitas formas de aprender

Daniel Pietro Castillo parte de un diagnóstico: "La provincia de Mendoza tiene alrededor de 11 mil jóvenes que no estudian, ni están vinculados con el mundo laboral ni hacen nada en todo el día. En Santa Fe, esa cifra debe estar en 9.000. Eso supone uno de los temas centrales del Movimiento Los sin Techo que es la exclusión. La gente está excluida de un espacio de socialización, del progreso intelectual y profesional". Así llega a una afirmación: "Hay infinitas maneras de enseñar y eso lo ha demostrado muy bien la tecnología digital". Y a manera de ejemplo, propone un ejercicio: "Pídanle a un buscador la palabra "tutorial' que se escribe igual en inglés que en español. Hagan clic y van a salir 140 millones de sitios. Supongamos que, en esa selva, el 50 por ciento es de temas relacionados a lo que es la tutoría y teorías del aprendizaje. El resto está circunscripto a cursos que están ahí, muchos gratis". La conclusión es que "existen infinitas maneras de aprender. Los caminos del aprendizaje están ligados a cuestiones científicas, teorías psicológicas pero también a la capacidad creadora de quien pone en marcha un proceso".

ÄEntonces, la oferta está, la necesidad de aprender también, ¿dónde se corta el hilo?ÄSe corta en la falta de mediación, en cómo esos jóvenes no tienen espacio de inclusión desde el Estado u organizaciones con apoyo para que hagan eso y andan soltados de la mano de Dios. No hay educación sin mediación. Las mediaciones son adultas, en primer lugar; de jóvenes a jóvenes; de niños a niños pero siempre con una coordinación de apoyo de la sociedad. ÄSociedad que tendría que reclamar para que el acceso a la educación esté garantizado, pero que se preocupa más por la inseguridad que supone que haya chicos que no estudian ni trabajan.ÄSin dudas, porque después viene el espanto por lo que se ha sembrado meticulosamente para que provocara esto. No conozco un joven que haya cerrado una fábrica ni un joven que haya dejado gente sin trabajar. Esas son formas de violencia muy claras, también.