De la Redacción de El Litoral
El argentino Juan Martín Del Potro, quinto cabeza de serie del torneo ATP de Tokio, se impuso esta madrugada (hora argentina) en cuartos de final al español David Ferrer, primer favorito y defensor del título, por 6-1 y 7-5, lanzando un aviso sobre sus posibilidades en la final de la Copa Davis.
Ambos tenistas se deben enfrentar de nuevo, también en superficie dura, como en Tokio, en la final de la Copa Davis de tenis, que se disputará entre el 21 y el 23 de noviembre en Córdoba (Argentina).
Del Potro, de 20 años, 12 de la ATP después de haber ganado cuatro títulos este año, se deshizo del quinto jugador mundial y se medirá en semifinales con el finalista del pasado año en Tokio, el francés Richard Gasquet, que ganó con facilidad al vencedor de 2003, el alemán Rainer Schuettler, por 6-3, 6-2.
El segundo cabeza de serie, el estadounidense Andy Roddick, que ganó en China la semana pasada, se enfrentará en la otra semifinal al checo Tomas Berdych, noveno favorito.
Roddick se impuso al serbio Viktor Troicki, por 6-3, 6-4, mientras que Berdych eliminó al tercer cabeza de serie, el chileno Fernando González, por 6-0 y 6-4.
"Cuando juegas con el quinto jugador del mundo y ganas fácilmente, no es algo normal. Me había preparado para todo, estaba concentrado en cada punto", dijo Del Potro, que logró su primer título en Stuttgart en julio.
"Ferrer peleó hasta la última bola, pero yo hice un buen primer set. En el segundo, él empezó a jugar mejor y fue más difícil, pero al final pude romperle el servicio y ganar el partido", añadió el argentino.
Del Potro atribuyó su mejora desde Wimbledon a que cambió algunas cosas en su juego.
"He mejorado mucho. Gané dos torneos en pista dura y alcancé los cuartos de final en el US Open. Hice muchas cosas para cambiar mi juego. Creo que ésa es la razón", dijo Del Potro.
Del Potro nunca estuvo en peligro de perder su servicio en el primer set, pero tuvo algún problema en el tercer juego del segundo, al cometer dos dobles faltas, para tener un 15-40 en contra, pero se recuperó con dos primeros servicios potentes en los siguientes puntos para igualar.
Tras romper el servicio de Ferrer en el octavo juego del segundo set, y ponerse con ventaja de 5-3, el argentino no pudo rematar el partido en el siguiente y perdió su saque, aunque finalmente cerró el partido en el 12 con un revés ganador.
"Lo intenté, pero Martín tiene mucha confianza. No es una sorpresa, ya que está jugando muy bien estos meses. Ha ganado muchos partidos y hoy jugó muy bien", indicó Ferrer.
"Creo que hice mi mejor partido en este último mes y eso es importante para mí. Del Potro sirvió muy bien en los puntos capitales. Tuve varias oportunidades de quebrarle el servicio en el segundo set, pero él sacó muy bien", dijo el español.
El gobernador Juan Schiaretti decidió ayer postergar sus vacaciones, que comenzarían el próximo 6 de octubre, hasta que se resuelva finalmente cuál será la sede de la final de la Copa Davis entre Argentina y España, del 21 al 23 de noviembre venidero.
"He decidido postergar mi viaje hasta que esto se concrete", anunció el mandatario provincial y reiteró que Córdoba tiene mayores ventajas hoteleras que Mar del Plata para albergar el evento deportivo.
Schiaretti tenía previsto viajar a Italia el próximo 6 de octubre pero pospuso su viaje, ya que la próxima semana los representantes de la Federación Internacional de Tenis (ITF) inspeccionarán nuevamente el Orfeo Superdomo.
Antes de tomar la decisión final, la ITF inspeccionará los dos escenarios, el Orfeo en Córdoba y el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata, que se disputan la sede del evento.
Será la segunda vez que la entidad supervisará el estadio cordobés, que fue postulado por la Federación Argentina de Tenis para albergar la final.
La ITF especificó que el lugar donde se realice el evento deberá tener una capacidad de 12 mil espectadores y se tendrán en cuenta además "los planos y calendarios para la remodelación durante el proceso de evaluación".
El capitán del equipo español de Copa Davis, Emilio Sánchez Vicario, afirmó que una de las claves para vencer a los argentinos en la final de esta competencia que tendrá lugar, en principio, en la provincia de Córdoba, "será enfriar los ánimos del público local".
El ex jugador español apreció que "el público argentino sabe de tenis y, por lo tanto, la única forma de mantenerlo contenido es siendo superior dentro de la cancha, para bajarle la euforia".
Y para contextualizar el partido en su debida forma el capitán español remarcó que "ésta será apenas una final de un torneo de tenis y nada más. No es una guerra mundial".
Claro que Sánchez Vicario, que también tuvo a su hermana Arantxa como destacada tenista profesional, también admitió al programa Doble Cinco, de la radiofonía argentina, que los partidos "serán emocionantes, como si los estuvieran jugando simultáneamente millones de argentinos y de españoles".
Argentina será local sobre carpeta sintética, abandonando el tradicional polvo de ladrillo, por primera vez en la historia de la Davis, ya que esta última superficie favorece más a los españoles.
La sede elegida por la Asociación Argentina de Tenis es el Superdomo Orfeo de Córdoba, aunque como alternativa se maneja también el polideportivo Islas Malvinas, de Mar del Plata.
Una inspección de la Federación Internacional a realizarse el próximo fin de semana a ambos escenarios, definirá el asunto.
"Esperamos conocer el escenario cuanto antes para preparar toda la estructura de juego previa, ya que seguramente Rafael Nadal y David Ferrer (los dos singlistas españoles) estarán llegando por esos días de disputar el Masters de Shangai (la final de la Davis se jugará el 21, 22 y 23 de noviembre)", apuntó Sánchez Vicario.
El rosarino Eduardo Schwank cayó este mediodía ante el checo Radek Stepanek, por 3-6, 7-6 y 6-4, y quedó eliminado en los cuartos de final del torneo ATP de Metz, que se juega sobre cemento y reparte 370 mil euros en premios. El europeo, 29 en el ranking mundial, festejó al cabo de 2 horas 21 minutos de juego; mientras que ahora se medirá con el ganador del duelo entre el español Carlos Moyá (49) y el ruso Dmitry Tursunov (32).