La muestra "Ferro: 70 años de puro humor" fue producida por la Universidad de Alcalá (que en 2006 lo distinguió con el premio Quevedos), se realizó el año pasado en Madrid, este año en Buenos Aires, y ahora viaja a Rosario. La inauguración será el 13 de noviembre a las 20 en el Centro Cultural de España en Rosario .
Claudio Kappel y Fernando Gómez (Nando) son los curadores de la muestra e informaron a Nosotros que la misma está integrada por unos 100 trabajos seleccionados por el propio autor, que reúnen lo mejor de su producción: sus tapas para la revista Patoruzú, chistes y viñetas, historietas con sus entrañables personajes, la famosa "Pampa Bárbara" y publicidades que Ferro realizara en esa época.
Eduardo Ferro es sin duda uno de los grandes maestros del humor gráfico argentino. Dueño de un estilo inconfundible, descolló durante la época de oro de la historieta en nuestro país en las revistas Patoruzú y Patoruzito.
Nació en 1917 y a los 16 años debutó en la revista "El Purrete", del diario Buenos Aires Herald. Luego comenzó a colaborar en la revista "La Cancha", donde dio vida a su personaje "Don Pitazo". Años más tarde, publicó en la revistas "Patoruzú Semanal", "Libro de Oro de Patoruzú" y "Patoruzito". Allí nacieron muchos de sus mejores personajes, como "Langostino", "Bólido", "Tara Service", "Pandora" o "Pampa Bárbara".
En una entrevista de Juan Sasturain para su libro "Buscados vivos", Ferro desgrana una serie de definiciones sobre sus más conocidas creaciones: "Bólido fue, de todos mis personajes, el boom mayor, un verdadero golazo... A las dos semanas de su primera publicación en Patoruzú veo a dos colegialas en Constitución y una le dice a la otra: "Apurate, no seas Bólido'. Y me daban ganas de decirle: "Eso es mío, mío...".
Bólildo era un cadete, "inteligente, pero de carburación lenta. Servía para tractor, no para Fórmula 1 (...) La figura la elaboré mentalmente: gordito, labio caído, jopito, corbatita con la parte más larga y fina que sobresale... Y salió redondo".
Langostino "nació con el primer número de Patoruzito, en 1945, y murió con el último, ya entrada la década del '60. Era para una revista de aventuras serias y, junto con El Gnomo Pimentón, de Blotta, y Mangucho y Meneca, de Battaglia, eran los que tenían más elementos humorísticos en la aventura. Es un botero de La Boca que sueña con tener un barco y recorrer los mares. Mientras, cruza gente en el Riachuelo. Pero ya en la primera página o poco menos ha comprado, con las monedas juntadas, su barquito a un viejo marino y sale a navegar. Es largo, tipo chorizo, para que se le viera bien la camiseta a rayas, con muchas rayas... Las patas cortas son cómicas, por contraste...y para que calcen en su bote Corina".
"Pandora -cuenta- es un yiro. Revolea la carterita. Es medio confusa la personalidad, porque nunca se la vio cobrar y es una yira pour la galerie. Lo que tiene es una debilidad, ya que le gustan los hombres como loca. Por ejemplo, la deja un tipo en el primer cuadro, llora desconsoladamente como si quedara sola en el mundo, va a la casa y rompe una de las cien fotos que tiene pegadas en la pared".
Tara Service nació en la mesa de trabajo; "pensé en el tipo que todos padecemos, el técnico que te rompe todo. Por eso la imagen física del oso que desde que entra no pasa por la puerta, tira un florero... No es malo, es chanta. Y nada tonto, porque sabe ocultar su torpeza y vender imagen. La figurita es feliz; yo estaba en un momento de transición de mi dibujo. Es el otro caso en que el nombre se popularizó y sirvió para que la gente calificara a ciertos tipos".
Pero la galería no se detuvo allí: "En el '76 hice Chicle Bang para Meteoro, de Editorial Abril, un sheriff incruento, montado en una vaca, con una bolsa con rueditas donde lleva todo. Está lleno de locura y es un poco como Langostino. También hice Cacho Pan, para Jaimito Pibes, un pibe contundente, noble y bueno, pero con el cordón umbilical intacto. Tiene su barrita y andan todos en patines. Y otro es el detective Zetazeta, también para Jaimito, pero les faltó desarrollo... Ah ... y hay uno que no pudo ser porque fue en la etapa final de La Cancha pero que era bárbaro. Un arquero: Manotazo".
En 2006, Eduardo Ferro fue distinguido con el Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos. El galardón, auspiciado por la Universidad de Alcalá de Henares y el Ministerio de Cultura de España, reconoce la trayectoria profesional de aquellos humoristas y gráficos "cuya obra haya tenido especial significación social y artística". El jurado que le otorgó el premio destacó que "desde el chiste gráfico de una sola viñeta hasta la historieta humorística más sofisticada, Eduardo Ferro pone en poético manifiesto las virtudes y defectos del ser humano en particular y de la sociedad en general".
También lo calificó como un "maestro que enseñó y enseña el oficio del humor desde tres frentes: desde la obra, desde el lugar del trabajo, y desde el aula".
El Premio Iberoamericano de Humor Gráfico Quevedos se entrega cada dos años y está dotado con 30.000 euros. Esta fue la segunda vez que un argentino lo recibió. En 2000, lo había obtenido el creador de Mafalda, Joaquín Lavado "Quino".