La educación en crisis

AFP

Millones de niños en el mundo están condenados a la pobreza en el futuro, sin posibilidades de acceder a la educación, debido al fracaso de los gobiernos para suprimir las desigualdades sociales, según un informe publicado el martes por la Unesco.

El informe de seguimiento de la educación en el mundo para 2009, titulado “Superar la desigualdad: por qué es importante la gobernanza”, señala una serie de disparidades “inaceptables”, tanto a nivel nacional como internacional, que hacen vanos los esfuerzos para conseguir los objetivos internacionales en materia de desarrollo. Al precisar las responsabilidades de esta situación, el documento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), denuncia la indiferencia política, las políticas nacionales de educación poco enérgicas, como también la actitud de los donantes, en el momento de transformar sus promesas en actos.

A este respecto, el director general de la Unesco, Koichiro Matsuura, comparó la reacción inmediata de los gobiernos frente a las crisis financiera actual, desembolsando billones de dólares con aquella frente a los problemas de la educación. “Cuando los sistemas de educación están en crisis, sus repercusiones son menos visibles, pero no por ello menos reales”, explicó Matsuura. “La desigualdad de oportunidades en la educación es un factor de aumento de la pobreza, el hambre y la mortalidad infantil, y mengua las perspectivas de crecimiento económico”, denunció Matsuura.

Esta situación no sólo afecta a los países pobres.

“En los países en desarrollo, uno de cada tres niños -esto es, 193 millones en total- ingresa a la escuela primaria con problemas de desarrollo cerebral, debidos a la malnutrición, y con perspectivas menguadas de adquirir una buena educación”, afirma el documento.

En cuanto al nivel de escolarización global, “setenta y cinco millones de niños en edad de cursar la enseñanza primaria, están sin hacerlo en el mundo entero”, sostiene.

Millones de iletrados

El informe de la Unesco advierte que las estadísticas relativas a los niños sin escolarizar sólo son un indicador parcial de la magnitud del problema. En efecto, hay millones de menores que ingresan en la escuela y la desertan prematuramente sin terminar sus estudios primarios.

En los países ricos, más de un tercio de los escolares de primaria llegan a la enseñanza superior y terminan sus estudios universitarios, pero en la mayor parte del África Subsahariana, solamente un 5% de ellos accede a la universidad, según el informe.

El grado de pobreza no es el único factor de desventaja en la educación. Las disparidades entre niños y niñas en materia de escolarización siguen siendo importantes en las regiones del Asia Meridional y el África Subsahariana.

También siguen teniendo un profundo arraigo otros factores de desventaja debidos al idioma, la raza, el grupo étnico y el lugar de domicilio, según sea una zona urbana o una zona rural.

A partir de estos elementos, el documento alerta sobre las reales posibilidades de alcanzar en 2015 el objetivo internacional en materia de desarrollo, consistente en universalizar la enseñanza primaria.

Según una serie de proyecciones parciales, en 2015 el número de niños sin escolarizar ascenderá como mínimo a 29 millones, sin incluir los países en guerra.

Además de todo esto, está también en cuestión la calidad de la educación, si se tiene en cuenta que muchos niños acaban la primaria sin haber adquirido las competencias más elementales en lectura, escritura y cálculo.

Según el informe de la Unesco, el analfabetismo sigue siendo un grave problema y se estima que en el mundo hay todavía 776 millones de adultos -esto es, un 16% de la población mundial- que no saben leer ni escribir.

Dos tercios de esas personas analfabetas son mujeres. Si las tendencias actuales persisten, en 2015 nuestro planeta seguirá contando con 700 millones de adultos iletrados.