Respuesta al ministro Tedesco
“Todas las universidades cierran el año con déficit”
El rector de la UNL, Albor Cantard, aseguró que el refuerzo otorgado por la Nación es “insuficiente” y que fue “decididamente arbitraria” su distribución, entre las 40 casas de estudio de todo el país.
Prensa UNL-Redacción de El Litoral
La actual crisis económica alcanzó a las universidades nacionales: el presupuesto no alcanza para llegar a fin de año y los refuerzos otorgados por la Nación resultan insuficientes. “Hoy por hoy, se puede decir que el 90 % de las universidades cierran el año con déficit, y la nuestra no es una excepción”, dijo Albor Cantard, rector de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), luego de los anuncios realizados por el propio ministro de Educación de la Nación, Juan Carlos Tedesco, ante la prensa santafesina.
El pasado jueves, Tedesco indicó que “habrá un ajuste en el presupuesto de las universidades nacionales”, aunque no indicó de cuánto sería. Ese mismo día, el Boletín Oficial publicaba una decisión administrativa (número 595|08) en la que se reconocía la “necesidad de ampliar los créditos asignados” a las universidades nacionales “a fin de garantizar el cumplimiento de las obligaciones asumidas por las mismas y su normal funcionamiento”.
Sin embargo, ese incremento es “irregular en su distribución e insuficiente en su cantidad”, según denunció Cantard: solamente dos universidades (la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Tecnológica Nacional) se llevan 106 millones de pesos, de un total de 126 disponibles para repartir entre todo el sistema universitario.
“Si tenemos en cuenta que más del 80 % de los fondos asignados fueron a parar solamente a dos universidades, lo primero que surge pensar es que la distribución es irregular, y que no responde a los parámetros pautados por los rectores que integramos el propio Consejo Interuniversitario Nacional (CIN)”, agregó.
En el reparto del presupuesto, la UNL apenas alcanza los 732.000 pesos, que no logran cubrir el déficit ocasionado por el incremento en gastos de funcionamiento. “No se trata de poner en tela de juicio a las universidades según lo que reciben: se trata de poner sobre la mesa la distribución desproporcionadamente irregular del monto asignado a todo el sistema”, aclaró el rector.
“El hecho es doblemente preocupante, primero porque el presupuesto es distribuido arbitrariamente y segundo porque el ministro parece desconocer las noticias universitarias”, agregó Cantard, en referencia al anuncio a la prensa santafesina, en el que hablaba de un refuerzo futuro, en el mismo momento en que la noticia era publicada en el Boletín Oficial.
El próximo miércoles, el refuerzo presupuestario será tratado en la reunión que mantendrá el CIN en Buenos Aires.
La historia del “refuerzo”
A comienzos de este año, el CIN solicitó a la Nación -previendo que los fondos asignados para el año serían insuficientes- un ajuste de 140 millones de pesos para todo el sistema universitario nacional. Esos 140 millones se transformaron finalmente en 126 millones: el refuerzo que fue publicado por el Boletín Oficial, el mismo día en que el ministro anunciaba que habría más fondos para las universidades.
“Esos 126 millones resultarían suficientes si hubieran estado distribuidos con la lógica pautada por los rectores nucleados en el CIN. Pero tal como se distribuyeron, hay muy pocas universidades favorecidas, sobre un concierto de otras que no pueden cerrar sus cuentas para terminar el año”, dijo Cantard.
Si se tiene en cuenta la realidad presupuestaria de la universidad hace 10 años y la actual, “es claro que ha habido mejoras, y eso no está en discusión”, opinó el rector de la UNL. “Si el presupuesto se plantea en términos absolutos claro que aumentó, pero también hay que tener en cuenta que hubo una importante recomposición salarial, en lo que se gasta la mayor parte del presupuesto. Cada vez tenemos menos porcentaje destinado a otras acciones que no sean sueldos”, agregó.
Concretamente, la mayoría de las universidades nacionales destinan el 90 % de lo asignado por la Nación al pago de salarios, y la UNL no es la salvedad.
Paralelamente, hay otro elemento que hay que tener en cuenta cuando se lee el presupuesto total para el sistema en términos absolutos: hoy hay más universidades que hace apenas cinco años atrás, lo que disminuye proporcionalmente los montos que reciben cada una de ellas.
“Eso nos pone en peores condiciones, porque no podemos hacer frente a gastos de funcionamiento y mucho menos de mejoras edilicias e inversiones que aumenten la calidad de vida de nuestros docentes, no docentes, investigadores y estudiantes”, finalizó el rector.