SEÑAL DE AJUSTE

Un año después

Un año después

Todo el elencodel programa “Atracción x 4”, encabezado por Gabriel Goity y Carola Reyna. Foto: Gentileza Ideas del Sur

 

ROBERTO MAURER

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Fue lanzada la versión estival de “Atracción x 4” (Canal 13 Artear, lunes a viernes a las 19), la comedia diaria que se estrenó hacia noviembre, en los estertores de “Patito Feo”. Para el retorno, se sobreimprimió la frase “un año después...”, a fin de advertirnos acerca del brinco dado por esta historia que el año pasado dejó en mala posición a los tres muchachos luego de la fuga de su padre, cuyo fraude resultó descubierto. Ha transcurrido un año, entonces, y los Lacalle y los Milhojas han inaugurado un hotel junto al mar en la mansión de éstos últimos.

Los constructores de la pirámide de Keops envidiarían la simetría ideada por nuestros guionistas, la de un papá (Hamlet, el Puma Goity) de tres bellos jovencitos y una mamá (Leticia, Carola Reyna) de tres bellas jovencitas. La tira comenzó con los auspicios de Shakespeare y sus Montescos y Capuletos, y se ha ido convirtiendo en una versión playera de Sodoma y Gomorra.

La primera imagen del capítulo inicial nos propocionó unos besos al aire libre, intercambiados furiosamente por Paula (Juana Dubarry) y Francisco (Rodrigo Guirao Díaz), aunque ella toma distancia, con brusquedad.

—Yo sé lo que te pasa. Vuelve Nina.

Con esta apertura se nos ofreció la llave del conflicto básico o contradicción principal según Mao, el triángulo que se destacará entre las sinuosas intrigas que ya entraron en acción como insectos desbocados que chocan y se devoran entre sí en ese lugar idílico que los personajes no parecen disfrutar, impedidos por sus pasiones idiotas.

En efecto, vuelve Nina (Luisana Lopilato), quien regresa de España, luego de triunfar en el mundo de la canción durante ese año que la tele nos quitó. “No sabía que me iba a sentir tan mal al verlo a Francisco”, dirá luego Nina. “No me lo puedo sacar de la cabeza”, insistirá, como si el esbelto muchacho ahora enredado con su hermana Paula fuera un piojo.

TODOS A QUERERSE

Más maduros, Hamlet y Leticia anuncian su compromiso y boda a esa cohorte de hijos e hijas envueltos en la banalidad de sus maquinaciones, en un contexto donde todos y todo el tiempo hablan de “quererse”, se besan, acarician, abrazan y toquetean, ya que “no hay que reprimirse” según Leticia, aunque cuando van a la cama las sábanas quedan intactas, como le sucede a un consternado Pablo (Darío Lopilato) en el segundo capítulo. No es grave, es peor la reaparición del diabólico ex marido de Leticia en una silla de ruedas, fingiendo, para sembrar de culpa la insignificante conciencia de sus hijos (“no quiero ser una carga para ustedes, pero estoy solo”), aunque es más peligrosa aún la presentación de numerosos personajes nuevos, jóvenes diosas y dioses cargados de energía y tan dispuestos a enrollarse como los que ya teníamos. El más destacado es Benicio (Santiago Ramundo), y por su oficio: es el masajista del hotel, o sea que resulta el materialmente más cercano al universo femenino, que reclama sus servicios a cualquier hora, en especial después de medianoche. Entre los dependientes también sobresalen Kevin (Estanislao Vilamajo), instructor de windsurf, y la camarera Delfina (la modelo Jezabel Vasile).

Por si fuera poco, se añaden dos españolas que se trajo Nina, integrantes de su banda. Macarena (otra modelo, la sexy Belén Parsello), una caradura en permanente actitud de ataque que, aún sin deshacer las valijas, le pidió masajes a Benicio y arremetió contra un joven de la familia.

El público preadolescente de “Patito Feo” puede continuar con su proceso de maduración a través de “Atracción x 4”, sin daño hormonal, apenas con algunas lesiones en el lóbulo frontal del cerebro.