Acoso sexual infantil en la web
Un adulto se hace pasar por un niño y chatea con un menor. Intercambian información, fotos y videos. Comienza el chantaje. La víctima cae en un espiral del que no podrá salir ileso sin ayuda. TEXTOS. AGUSTINA MAI. ILUSTRACIÓN: RUBÉN LAMAGNI.
Una adolescente de 14 años chatea durante meses con un hombre de 32. Comparten gustos musicales, lecturas y películas. Un día se citan en un café. Se encuentran. Después de unos minutos de conversación, el hombre la invita a su casa. La adolescente acepta.
Así comienza la película “Hard Candy”, de David Slade, un thriller inquietante en el que el pederasta cae en su propia trampa y la víctima se convierte en victimario.
A pesar de esta inversión de roles, los primeros minutos del film sirven para retratar qué es el grooming. “Es el trabajo fino y no violento que hace un adulto para seducir a un chico. Es una seducción encubierta con el fin último de tener una relación sexual con un menor”, explica Marcela Czarny, directora de Chicos.net y magíster en Tecnología Educativa.
“El problema de este concepto es que cuando se trata de una violación o un acto de agresión violento contra un menor, eso lo tenés en claro. Pero grooming es algo que siempre sucedió con el tema de los menores, donde no hay un momento en que el menor se sienta violentado, sino que es un encubrimiento, un acercamiento a la situación para el fin que el adulto tiene muy en claro”, agrega.
EL ACERCAMIENTO
En inglés, el verbo “to groom” significa acicalar o cepillar un perro o caballo. Grooming podría ser traducido como “ciberacoso infantil” y consiste en la seducción que realiza un adulto con el objetivo de mantener una relación sexual con un menor.
Este tipo de situaciones comienza cuando un adulto se relaciona con un chico a través de internet (vía mail o por chat). Por lo general se hace pasar por un niño o niña para entablar una amistad y obtener información clave, fotos y videos personales.
El chantaje comienza cuando el acosador consigue una imagen comprometida de la víctima o cuando roba su contraseña para acceder al chat y chequear los mails y lo amenaza con no devolvérsela.
Éste fue el caso de una adolescente española que, con el objetivo de recuperar su contraseña, se vio envuelta en situaciones en las que tuvo que posar semidesnuda frente a una web cam (pensando que lo hacía frente a otra adolescente de su misma edad y sexo), cuando en realidad lo hacía frente a un pedófilo de 32 años. Otra forma que tienen de seducir a los más pequeños es ofreciéndoles regalos a cambio de ciertos “favores”.
EL CHANTAJE
El diario El País (25/11/2007) informó sobre la detección de “uno de los pedófilos más activos de la red” y explicó su modus operandi: “Primero entraba en contacto con las menores en algún chat fingiendo ser una chica de 14 años. Les pedía su cuenta de Messenger, las agregaba como contacto y les enviaba una postal simpática de un corazón, de amor, o un gusanito. “Haz clic aquí si quieres ver el gusanito”, decía el mensaje. Si la niña picaba, automáticamente se descargaba un virus en su ordenador y la próxima vez que teclease su clave de acceso a su correo electrónico se la estaría enviando también al acosador. En esto, básicamente, consiste el grooming. Hacía creer a las niñas que estaban hablando con otra chica de su edad. Y bajaban la guardia”.
Los chicos son chantajeados para que sigan enviando fotos en poses comprometidas sexualmente, se desnuden o se masturben frente a la web cam. Si no lo hacen, el acosador amenaza con enviar esas imágenes o videos a todos los contactos del messenger. Con miedo y vergüenza, los chicos acceden a estos pedidos, pensando que así se terminarán los chantajes. Pero, por el contrario, se acrecientan cada vez más. En el peor de los casos, las amenazas continúan hasta que el pedófilo consigue un encuentro cara a cara para abusar del menor.
FALTA DE LEGISLACIÓN
Hasta el momento no hay una ley que trate específicamente este tipo de situaciones. “Se está empezando a hablar en el Congreso de la necesidad de plasmar una ley con estos casos. Por el momento, si se llega a demostrar que un adulto está haciendo grooming, que tampoco es tan fácil de demostrar, no hay una ley que lo penalice, como tampoco hay una ley que penalice si uno tiene pornografía infantil en su computadora. Lo que sí se penaliza es si uno envía, trafica o vende pornografía infantil”, explica Marcela Czarny.
LA VOZ DE LOS CHICOS
En una investigación que desarrolló Chicos.net entre mayo y agosto de este año en Buenos Aires y que incluyó a 1215 chicos de entre 9 y 18 años, el 14% de los menores encuestados aseguró haber pasado por situaciones desagradables usando las tecnologías de la información y la comunicación (Tics). De ese 14%, el 67% estaba compuesto por mujeres.
Entre los testimonios recopilados, está el de una nena de entre 12 y 15 años, que contó acerca de un encuentro cara a cara con alguien que había conocido en la web: “Fue cuando estaba chateando con un chico que me dijo que tenía 15 años. Cuando lo conocí me enteré de que tenía 24. Después de eso no hablé más con él”. O este otro, también de una nena de la misma edad: “En mi fotolog me firmó una persona desconocida y me dejó el MSN para que lo agregara. Lo agregué y me dijo que nos encontremos en un shopping. Yo fui, pero no por él; fui porque quería salir con una amiga. Lo vi y ¡era un viejo! Fue horrible, se acercó a mí y yo llamé a mi mamá y me fui. FUE MUY FEO”.
Como explica Czarny, “en general les piden fotografías o que se desvistan o tomen actitudes más comprometidas sexualmente a través de las cámaras web. También los invitan a encontrarse presencialmente”.
Otra situación que los menores describen como desagradable es que cuando navegan o juegan por internet se abren automáticamente páginas con contenido para adultos o pornográfico. “Muchas veces cuando estoy revisando mi flog, se abren páginas de propagandas o de sitios para mayores, y eso es algo que me molesta”, sostiene una adolescente.
También contaron de casos en los que un desconocido les propuso tener relaciones sexuales a través de internet o personalmente: “Un chico me agregó y me empezó a decir cosas más para grandes, y me molestaban. Me invitó a salir para tener relaciones sexuales y yo no fui. Y después me dijo que había ido y me siguió molestando. Ahora yo lo desbloqueé y no habló más, pero antes me molestaba y a veces no le contestaba”, relata una nena de entre 9 y 11 años.
ENSEÑARLES UN BUEN USO
¿Cómo se les enseña a los chicos a hacer un buen uso de internet? “Hay que trabajar con ellos para que tomen conciencia de los problemas que pueden tener. Ellos usan la tecnología naturalmente, como un pez en el agua; no hablan ni piensan acerca del celular o internet, directamente los usan. Como adultos, tenemos que charlar con ellos acerca de cuáles son los problemas, los peligros o los cuidados que tienen que tener”, sostiene Marcela.
En este sentido recomienda “no publicar fotos de uno en determinadas situaciones o en determinados sitios, o no dejarse filmar en situaciones íntimas, con su novio o con sus amigos”. Y destaca: “hay toda una problemática que tiene que ver con las ganas de los chicos y la deshinibición en mostrarse. No tienen problema en que los filmen, aunque a veces -después- se arrepienten. Tener un fotolog y mostrarse permanentemente son fenómenos nuevos y hay que estudiarlos en profundidad. Los chicos tienen que tomar conciencia de que lo que se publica en internet ya no es propiedad privada, sino del mundo”.
INVESTIGACIÓN
¿Cuáles fueron las situaciones consideradas desagradables por los chicos encuestados por Chicos.net?
El 26% se refirió al ciberbullying: agresión, hostigamiento o enfrentamiento entre menores.
Un 21% señaló que mientras navega o juega por internet se abren automáticamente páginas con contenido pornográfico o publicidades de prostitución.
El 14% dijo que un desconocido le pidió imágenes e información personal y mantuvieron conversaciones en el chat “desagradables” o “desubicadas”.
Un 4% concretó un encuentro cara a cara con personas que conocía sólo virtualmente y que le habían dado datos falsos acerca de su aspecto o su edad. El mismo porcentaje recibió fotos “desagradables” o que le dieron asco por su contenido sexual.
Un 3% tuvo una propuesta de un desconocido/a para encontrarse personalmente.
Un 3% dijo que un desconocido/a se mostró desnudo/a a través de la cámara web o de fotos.
El 2% recibió una propuesta de un desconocido para tener relaciones sexuales.
TENER CUIDADO
En la página http://www.chicos.net.ar/internetsegura/tips.htm, recomiendan a chicos y adolescentes tener cuidado con:
- Personas que buscan averiguar información personal utilizando nombres y edades falsos.
- Dar datos reales a quien no se conoce en el chat.
- Las fotos enviadas a sitios no confiables o a desconocidos (o a personas que dicen ser amigos pero no lo son) pueden ser utilizadas para cosas muy diferentes a las que uno imagina.
- Los archivos que envían personas desconocidas pueden contener virus.
- Tener un encuentro con alguien que se conoció on line y no se sabe quién es, es ¡muy peligroso!
- Cuando “una situación se pone en rojo”, aconsejan contarles a los padres, maestros o adultos de confianza.
- Cuando te contacte un desconocido y te haga preguntas personales.
- Cuando un desconocido te pida tu fotografía.
- Cuando alguien te pida que le envíes fotos sin ropa o en poses provocativas, aún si es una persona conocida.
- Cuando un desconocido te proponga encontrarte en algún lugar real.