DE RAÍCES Y ABUELOS
DE RAÍCES Y ABUELOS
Los participantes del encuentro familiar ya comenzaron a organizar la segunda reunión.
Lazos familiares que atraviesan fronteras
Cuatro ramas de descendientes de Ana Josefa Lamy y Henry Steckler se congregaron en Esperanza para homenajear a sus antepasados y afianzar los contactos establecidos. TEXTOS. MARIANA RIVERA.
“Te escribo para contarte que -debido a la publicación realizada sobre la familia Steckler en De Raíces y Abuelos de la Revista Nosotros, del diario El Litoral, en noviembre de 2007- el sábado 23 de agosto de 2008 se va a realizar el primer almuerzo de los descendientes de Ana Josefa Lamy y Henry Steckler, en Esperanza”, contaba con alegría y mucha ansiedad Marisa Andrés en su mail a nuestra sección.
Y finalmente, el primer encuentro se concretó en la fecha prevista, en la sede de la Vecinal del Arco de la Colonización, de esa ciudad, ofrecido por Nilda Polter. Según contó, “luego de dicha publicación, tuve la satisfacción de comunicarme con descendientes de algunos de los hijos de ese matrimonio, que no los conocía. Esto me permitió rectificar algunos de los datos publicados, además de establecer una comunicación más fluida, intercambiar información, fotografías y cartas”, aseguró satisfecha Marisa.
Así surgió la idea de concretar este primer encuentro de los descendientes, que provenían de las ciudades de Esperanza, Santa Fe, Rosario, San Francisco (Córdoba) y provincia de Buenos Aires.
Congregó a cuatro ramas de descendientes: de María Luisa Steckler y sus familiares (Nora Maronetti de Crespo y Ramón Crespo, Adriana Maronetti, Luisa Ghisolfi y Nélida Ghisolfi); de María Catalina Steckler y sus familiares (Bernardina Gribaudo de Mascotti y Héctor Cleber Mascotti. Cleber Hernando Mascotti, Agustina Echarte Iriondo de Mascotti y sus hijas Guillermina, Delfina y Paulina Mascotti, Rafaela Mascotti, Eleonora Gribaudo de Páez, Juan Agustín Páez y sus hijos Milagros y Francisco Páez, Blanca Gioria, Alicia Gioria, Rafael Gioria y Emma Falcoz de Gioria, Estela Depetris de Romero y su hijo Daniel Romero, Julio Cerolini, Graciela Ferrari de Cerolini y Pablo Cerolini).
También concurrieron los descendientes de María Valentina Steckler y sus familiares (Nilda Polter, Gustavo Daniel Giordano, Alba Luisa Álvarez de Giordano y sus hijos Valentina, Florencia y Nicolás Giordano, Ofelia Polter, Alicia María Foos, Gladis Polter, Alcides Polter, Armando Polter y Zunilda de Polter) y de Salvio Emilio Steckler y sus familiares (Enrique Sadot Steckler, Luisa Steckler y su hija María Fernanda Repetti Steckler, Alberto Villanueva, Raúl Steckler, Mariana Steckler y su hijo Diego, Esmeralda Steckler, Edmundo Steckler, Hernán Steckler, Marisa Andrés de Steckler y sus hijas Mara y Victoria Steckler).
Debido a que con el transcurrir del tiempo se ha perdido el contacto con las otras ramas -aclaró Marisa Andrés- se sabe que existen varias personas residentes en distintos puntos del país, de las cuales se presume que algunas forman parte de dicha descendencia.
Emotivo e inolvidable
En relación con el almuerzo familiar, Marisa Andrés contó que “fue hermoso e inolvidable, sumamente emotivo por las reacciones que tenían los distintos participantes, al conocerse por primera vez. Se preguntaban entre sí de qué rama familiar descendían y las conversaciones evidenciaban el interés por reconstruir el pasado. En otros casos, se volvían a ver después de muchos años sin saber uno del otro”.
También contó que “muchos presentaron a su familia actual o algunos de sus integrantes y hubo besos, abrazos, lágrimas en los ojos ante la emoción del reencuentro, en algunos casos. No faltaron gestos de entusiasmo al conocer la historia familiar: se mostró el legado histórico de cada rama, enriquecido con fotografías antiguas y se intercambió información personal para mantenernos en contacto para futuras comunicaciones y encuentros.
El árbol genealógico familiar, elaborado e impreso por Cléber Mascotti, para ser completado por los participantes del encuentro, concentró la atención de los asistentes, y permitió clarificar gráficamente la sucesión de las generaciones. Dicha información a su vez se va actualizando en la página web de genealogía familiar.
Hernán Steckler agradeció a los presentes por su participación y posteriormente solicitó un brindis en homenaje a las generaciones precedentes, que dieron origen a los allí reunidos, por todos los presentes y especialmente por su tío-abuelo Enrique Sadot Steckler, de 87 años, quien había participado del evento. Éste había escrito unas palabras alusivas que fueron leídas por su nieta.
Algunos no pudieron asistir por diversas causas -concluyó Marisa Andrés- pero a pesar de no estar físicamente acompañaron el encuentro con sus mensajes de salutaciones. Antes de finalizar el almuerzo, los presentes acordaron dar continuidad a este tipo de reuniones y comenzaron a organizarse para concretar el próximo año el segundo encuentro de descendientes.