Comienzan las clases
La tarifa del transporte escolar costará entre 150 y 200 pesos
El nuevo costo mensual es una estimación promedio, y las tarifas varían de acuerdo con las zonas y las distancias recorridas. El aumento es de entre 20 y 30 % comparado con 2008. Por seguridad, muchos padres consideran básico este servicio.
Luciano Andreychuk
landreychuk@ellitoral.com
Comenzó la cuenta regresiva. Mañana empiezan las clases y, a juzgar por elevados los costos de la canasta escolar básica, muchos papás afinan el lápiz de las cuentas para poder incluir en el presupuesto familiar un servicio que se ha vuelto muy requerido en los últimos años: el transporte escolar.
Según averiguaciones de El Litoral, la tarifa promedio mensual de este servicio oscilará entre los 150 y los 200 pesos en la ciudad de Santa Fe, aunque esos valores variarán en función de las zonas de la ciudad y las distancias recorridas. El aumento, en comparación con el año pasado, será de entre un 20 y un 30 %.
Los nuevos valores del servicio están “en sintonía” con los aumentos en el costo de vida en general. El impacto inflacionario repercutió en la ecuación económica de los transportistas: debe considerarse aquí el mantenimiento de las combis, el seguro, las cuotas de las nuevas unidades incorporadas, etc.
“Tratamos de ajustar las nuevas tarifas en función del poder adquisitivo de la ciudad y de lo que nosotros necesitamos para poder trabajar correctamente. Se sabe que todo aumento tiene un impacto real en el bolsillo de los papás, pero debemos readecuar las tarifas para poder seguir funcionando”, dijo a El Litoral Jorge Blesa, secretario de la Asociación de Transportistas Escolares y Afines (Atea).
Las tarifas varían según la capacidad socioeconómica de cada zona de la ciudad. El costo del servicio es un poco más elevado en las áreas de mayores ingresos, que en aquellas donde el poder adquisitivo es bajo. En este sentido, “algunos transportistas que trabajan dentro de zonas “pudientes’ necesitan transportar a 20 chicos, mientras que en otras áreas de menores ingresos se requiere transportar a 29 ó 30, para equiparar el trabajo de todos y para que los números cierren”, dijo.
En el servicio diferencial para los chicos con discapacidades, el costo es un poco mayor “porque se necesitan unidades especialmente equipadas, que no se excedan de 12 ó 15 pasajeros, y que cuenten con butacas cómodas”, explicó Blesa.
Por seguridad
Frente a los reiterados hechos delictivos que padece la ciudad, hay muchos padres que consideran al transporte escolar como básico y necesario: lo contratan para sentirse seguros y tener la tranquilidad de que sus hijos están bien. “Hasta en los barrios carecientes los padres resignan parte del subsidio de sus planes sociales, por ejemplo, para poder abonar este servicio, para estar sin ese miedo latente de que les roben a sus hijos o les hagan algo en la calle”, comentó el secretario. “Entonces, pese a que el nuevo incremento es inevitable, buscamos equilibrar las tarifas para que los papás de estos sectores sociales no pierdan un servicio que consideran muy importante, y para que nosotros no perdamos clientes”.
Estacionar, un problema
”Los transportistas no impugnamos los controles técnicos que nos exige el municipio: todo lo contrario, si sirven para garantizar más seguridad, es mejor. Tampoco las obligaciones impositivas. Nos importa que (los padres) nos pidan la boleta porque somos monotributistas y tenemos que dar factura, o que nos soliciten la libreta sanitaria o la habilitación municipal. Pero por favor: debe resolverse el problema del estacionamiento habilitado para las combis en las inmediaciones de las escuelas”, reclamó.
Según varios transportistas consultados, este problema se agrava año tras año: “Los conductores estacionan autos y motos y nadie respeta nuestro estacionamiento. Hay escuelas que no están señalizadas, no tienen franjas amarillas ni carteles de señalización para el transporte escolar”, dijo Blesa, al tiempo que se quejó: “Parecería que nadie toma conciencia de que transportamos niños chiquitos. Llevarlos a sus escuelas por el centro de la ciudad a la mañana es un caos. Muchas veces no podemos estacionar. Tenemos que parar en doble fila, o ir a buscar a los chicos a la puerta de cada colegio desde 100 metros”.