Entrevista al doctor Mario Chiovetta
Santa Fe aprovecha poco
su capacidad científica
La investigación no se articula ni con las necesidades del Estado ni de los particulares y la ciudad lo siente en las posibilidades de mejorar su proyección de futuro. La informática, la nanotecnología y la agro-biotecnología deberían ser más aprovechadas.
Teresa Pandolfo
tpandolfo@ellitoral.com
Como una espada sobre la ciudad, Santa Fe requiere buscar alternativas para superar su falta de proyección, la fragmentación social que la caracteriza y, sobre todo, dejar de ser un lugar de tan marcados contrastes para la realización personal de sus habitantes.
Las entidades económicas promueven la construcción del Puerto Regional Santa Fe, en el Punto G de la red troncal del río Paraná, pero la burocracia demora la concreción del proyecto.
Entonces, la ciudad en su conjunto está obligada a analizar cuáles pueden ser esas otras ventajas comparativas. Y entre las disponibles, en un marco de organización, aparece nítidamente el sector científico-tecnológico como alternativa válida.
Sin embargo, esta vertiente de oportunidades ha sido escasamente utilizada por los gobiernos de turno. Nunca se ha llegado a lograr una articulación fructífera y permanente entre gobierno y sectores científico-tecnológicos, o entre éstos, las empresas y las fuentes de financiamiento, que produjera resultados.
Se rescata de Santa Fe su Parque Tecnológico Litoral-Centro como una herramienta que posiciona a la capital de la provincia frente a otras ciudades del territorio. Escasamente, en un lustro de vida lleva incubadas 12 empresas y radicadas otras 2. Es decir, se trata de un ámbito de valor todavía no utilizado a fondo.
El Litoral abordó esta cuestión con el doctor Mario G. Chiovetta, director del Centro Científico Tecnológico Conicet Santa Fe. La conversación fue sincera porque se reconocieron fortalezas y debilidades en la relación con otros sectores.
Con la idea de potenciar
—¿Se puede potenciar Santa Fe desde la ciencia y la tecnología?
—Para potenciar la ciudad es necesario transformar el conocimiento en riqueza, llevarlo hasta la faz comercial de bienes y servicios. Nosotros, ¿qué tipo de conocimientos producimos? Nuevos. ¿Estamos preparados los investigadores para llevarlos hasta la generación de riqueza? No siempre porque, funcionalmente, un investigador de Conicet o de la universidad está entrenado para producir conocimiento original y no las demás etapas.
¿Qué debemos hacer, entonces, para mejorar la posición de Santa Fe? Necesitamos asociaciones. Algunos investigadores deben haber hecho estudios de mercado, de finanzas o de producción, pero no siempre es así porque no es su función como tales. En ese contexto, entonces, es imprescindible la asociación.
Santa Fe es un polo científico-tecnológico mayoritariamente desarrollado desde la ingeniería. De los siete institutos que posee el Conicet en Santa Fe, seis tuvieron directo o indirecto origen en la Faculta de Ingeniería Química de la UNL. Es decir, al estar organizados prioritariamente en el área tecnológica, el primer requisito lo tenemos cubierto en temas de desarrollo de conocimiento. Lo que deberíamos potenciar es el traslado a la riqueza.
—¿Falta articulación con las autoridades de aplicación?
—Faltan varias cosas porque nuestro rol principal no es producir la riqueza. La primera asociación natural es con esa sociedad anónima llamada Parque Tecnológico Litoral Centro, que tiene otra estructura, mecanismos de evaluación, que incuba proyectos y radica emprendimientos. No es casual que compartamos el predio y que seamos una sociedad de hecho.
—Pero, en tantos años, ¿no son muy pocas las industrias allí generadas?
—El Parque no tiene más de cinco años. Ha incubado 12 empresas y otras 2 se han radicado. Los emprendimientos en desarrollo se miden en lustros y no en años.
No hay que confundir la riqueza académica de Santa Fe en investigación con lo que tendría haber generado en términos de riqueza a partir de nuevos conocimientos, pero con otros factores asociados: emprendedores, inversores, industriales, financistas... Aunque coincido en que son pocas..., en que se deberían haber haber generado más empresas.
Volviendo a la idea inicial, los investigadores necesitamos asociaciones directas, efectivas con medios, con las finanzas, con el mercado y capacidad de producir.
Lo observo en dos bloques: uno, lo que ya tenemos producido o tenemos en producción en cuanto a conocimiento trasladable a riqueza. El segundo bloque -y para mí, el más importante- es qué podemos diseñar como proyecto y arrancar de cero para que ese conocimiento, aunque no tenga garantizado el pasaje a la riqueza, esté mucho más cerca del objetivo fundamental de origen, que fue producir algo que genere riqueza.
—¿Considera que se tendría que potenciar más un polo informático o que se debería buscar una vinculación mayor entre producción primaria e industria farmacéutica? ¿Cuáles serían esos otros nichos en los que tendríamos posibilidades?
—Sin duda, la informática es clave. Lamentablemente, las últimas estadísticas de evaluación de los organismos internacionales, que miden fundamentalmente la aplicación concreta en el área de informática, revela que nuestro país ha descendido sistemáticamente en el posicionamiento internacional en cuanto a los negocios que se hacen sobre la base de desarrollos científicos. Entonces, es un área para apoyar.
Pero mucho más aplicada a lo regional es la asociación basada en la agrotecnología, y capaz de trasladarse tanto a las aplicaciones alimentarias como biomédicas. Sin ninguna duda, en este terreno, Santa Fe tiene mucho que decir en materia de investigación, de conocimiento.
Si se agregan nanotecnología, informática y la agro-biotecnología, se completa el triángulo de las cosas que tenemos que desarrollar.
Dentro del panorama de faltantes que tenemos en el país, Santa Fe los posee menos. La mejor asociación científico-tecnológica es el Parque Tecnológico. Es cierto lo de 2 empresas radicadas y 12 incubadas, pero, bueno, es lo más que hay en el país. Se debe aprovechar esa ventaja y potenciarla.
—¿Considera que Santa Fe debería hacer una fuerte apuesta en este sentido?
—Desde el sector estamos obligados a hacerla. Conicet en los últimos años ha ido evolucionando paulatinamente y el actual directorio, con la Dra. Rovira, nos ha dejado en claro que es imprescindible incrementar la proyección del organismo, que significa desde pasar ideas a informar o hacer cosas para generar riquezas. Lo debemos hacer para esa comunidad que nos financia el 95 % de todos los recursos.