Charla-debate en el Auditorio de ATE

Oralidades y escrituras:

la lectura en la escuela

Docentes de escuelas santafesinas participan de un taller sobre promoción de la lectura en el aula, en una instancia de discusión y reflexión que tiene como disertante al reconocido escritor Gerardo Ciriani. El objetivo: recuperar el hábito de leer y escribir en el ámbito escolar.

De la redacción de El Litoral

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De la oralidad a la escritura, de los antiguos rollos de vitela a la imprenta de Gutenberg, o del códice a la nueva “era digital”: el hombre ha sido testigo de muchos pasajes en las formas de comunicación a lo largo de su historia, pero el libro sigue siendo el vehículo de transmisión cultural por excelencia. Ello, pese a la crisis -para muchos “terminal”- de la lectura y de la escritura, prácticas que remiten no sólo al desciframiento de todo lo inasible que hay en el texto, sino también a la construcción de sentidos sociales y a la formación de sujetos con pensamiento crítico.

¿Cómo recuperar la práctica de lectura-escritura en la escuela? ¿En cuáles recursos pedagógicos debe apoyarse el docente para incentivar a los chicos a leer, escribir, a “hacer” con las palabras? Sobre tales premisas comenzó esta mañana en el Auditorio de ATE el taller “De la palabra hablada a la palabra escrita”, que reunió a docentes de escuelas santafesinas del nivel primario, y que tuvo como disertante y moderador al destacado escritor Gerardo Ciriani (ver aparte). El taller -promovido por el Ministerio de Educación de la provincia en el marco de Proyecto de Alfabetización en Múltiples Lenguajes, y dentro del Plan Nacional de Lectura- se constituyó como espacio dinámico y recíproco de puesta en común, discusión y reflexión.

La directora provincial de Educación Primaria, Prof. Rosa Retana, dio apertura al encuentro valiéndose de una cita del propio escritor invitado: “Cuando el docente o cualquier adulto mediador pone a disposición del grupo escolar un poema, un cuento o el fragmento de una novela, no porque forme parte de un programa de estudios, no porque su autor haya sido reconocido por el motivo que sea, sino porque conoce al grupo y sabe que la lectura de ese texto puede conmover, las cosas cambian radicalmente”, referenció, poniendo de relieve el rol de trascendencia que adopta el maestro en la promoción de la lectura dentro del aula.

Resistencias a la lectura

Siempre ha sido más fácil hablar que leer y escribir, pues estas últimas actividades demandan un disciplinamiento de los sentidos, una disposición intelectual frente al código escrito. “Hablar es algo natural, pero la lectura y la escritura no lo son. A los ojos de la sociedad contemporánea, el que no habla ni escucha, “algún problema tiene’, de naturaleza emocional o psíquica. Pero a la persona que no lee ni escribe nunca no le pasa nada, “es normal’; y muchos se pasan la vida creyendo que así, sin leer ni escribir, son felices, para sufrimiento de padres y maestros. A esto estamos llegando”, ironizó Ciriani durante su exposición.

“Hoy la práctica de lectura en los chicos se ha reducido al envío de mensajes de textos o el chat”, ejemplificó el autor. “Vi hace poco a una pareja de novios en un colectivo: iban con las mejillas pegadas, pero cada uno por su cuenta escribía y mandaba mensajes con sus respectivos celulares. ¿Qué nos dice esto? Que se pierde el contacto real, directo, esto de tener al otro adelante. Algo parecido pasa con la experiencia de la escritura tradicional: nos olvidamos de lo real que hay en ella”, refirió.

Ante la precariedad y pérdida de la cultura escrita en la escuela, Ciriani habló de resistencias. “Si nosotros queremos reincorporar el hábito de escribir y leer en las aulas, debemos preguntarnos por qué y hacia quiénes van las resistencias de los chicos. No debemos echarles la culpa a las nuevas tecnologías, ni al imperio de la imagen, etcétera. Hoy las resistencias infantiles se dan en relación con la figura del maestro y hasta con la propia familia. Estas oposiciones rígidas son profundamente culturales. Debemos empezar a reflexionar sobre eso”, enfatizó.

Las docentes dicen

La charla motivó la participación de muchas de las maestras presentes, enriqueciendo el intercambio: “Es difícil para nosotros hacer que los alumnos quieran escribir sobre lo que sienten. Más difícil aún, hacer que busquen por su cuenta el código escrito”, dijo una joven maestra. “Los chicos no dejan de pensar, de imaginar, de soñar y proyectar. Pero les resulta más fácil decirlo en voz alta que plasmarlo en un papel, porque la oralidad es la base de la comunicación humana”, añadió otra. Muchas inquietudes fueron discutidas, pero hubo una cuestión central sobre la cual los presentes estuvieron de acuerdo: la necesidad de lograr, desde la escuela, que los chicos recuperen el deseo semántico por la palabra.

Oralidades y escrituras: la lectura en la escuela

Un numeroso grupo de docentes santafesinas participó de la charla debate que comenzó esta mañana en el Auditorio de ATE.

Foto: Amancio Alem

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EL DATO

Cronograma

Las actividades continuaban esta tarde de 17.30 a 19 horas, en la Biblioteca Pedagógica (San Martín 2839) de nuestra ciudad -para bibliotecarios y público en general-, y mañana viernes de 9 a 13 horas, nuevamente en el auditorio de ATE.

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LA FIGURA

El disertante

Gerardo Ciriani es escritor y se ha especializado en lectura y escritura en ámbitos educativos. Cuenta con una importante experiencia en formación docente y producción de materiales. Actualmente, es asesor del Plan Nacional de Lectura. Entre sus obras más importantes se pueden citar “Rumbo a la lectura”, “Cuchillito de palo”, “Actividades y juegos para leer y escribir con gusto” y “Bibliotecas escolares: un espacio de todos”.

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