Ya son 2.600 los egresados del Plan Fines en la provincia
“Terminar el secundario era
una asignatura pendiente”
Son muchas las personas que por diferentes motivos no terminaron sus estudios. Tres experiencias demuestran que nunca es tarde para volver a estudiar.
Mariela Goy
Según estimaciones oficiales, unos 2.600 jóvenes y adultos de Santa Fe rindieron las materias que dejaron olvidadas del secundario y obtuvieron el título, a través del Plan Fines. Ese programa nacional está destinado a quienes terminaron de cursar el nivel medio pero adeudan asignaturas.
Pedro Herrera (27 años), Juan Martín Aput (26) y Alejandra Savater (48) contaron a El Litoral sus experiencias y demostraron que “nunca es tarde para volver a empezar”. Los tres concurrieron a tutorías de diferentes asignaturas en la escuela Grilli, una de las sedes del programa.
La necesidad de mejorar las condiciones laborales, de sumar requisitos para obtener un empleo o simplemente de poder cerrar una etapa, son algunas de las motivaciones que impulsaron a estas personas a inscribirse al Fines.
Alejandra Savater debió mudarse varias veces y cambiar de escuela cuando estaba en el secundario debido al trabajo de su padre que requería de traslados constantes. En el camino fue dejando de rendir algunas equivalencias y su título secundario durmió el sueño de los justos.
“Como no pude seguir la carrera de Medicina Nuclear en la universidad, empecé a trabajar en un sanatorio privado y no rendí las materias que me habían quedado: Historia y Geografía, ambas de cuarto y quinto año”, contó la mujer, que en 2008 buscó un hueco entre su agenda de trabajo y su hogar para retomar los estudios.
“Terminar el secundario era una asignatura pendiente. Estos últimos años amenacé con dar exámenes libres, hasta que mi marido vio el anuncio del plan Fines por televisión. Tenía miedo al principio, pero después fue una experiencia bárbara; se armó un grupo hermoso e íbamos a la escuela dos veces por semana a trabajar con los profesores tutores”, destacó Alejandra.
Volver a leer sobre globalización, geografía europea o historia de la época colonial no es fácil cuando se perdió el ritmo de estudio. “Después de tantos años, es volver a empezar. A veces me quedaba hasta las 2 de la mañana haciendo los trabajos prácticos. Hay que tener constancia, no es fácil pero tampoco es difícil”, comentó.
“El día de la graduación, todos llorábamos de emoción. Estábamos con los gorritos negros de egresados y sumamente contentos. Para mí es un orgullo mostrarle a mis hijos adolescentes que pude terminar la secundaria, aún con 48 años”, relató.
Por último, se mostró agradecida por la calidez humana y la dedicación de todo el plantel de la escuela Grilli que acomodó los horarios para que todos pudieran hacer las tutorías y organizaron un agasajo final para los egresados del Fines.
Por las dudas
“Terminé el secundario en el 2003 en la escuela agrotécnica Lucía Aráoz, de Angel Gallardo, y me quedaron pendientes dos materias -Química Aplicada y Agricultura Especial II- porque empecé a trabajar y no las rendí nunca”, contó Pedro Herrera, que se dedica a la apicultura y nunca necesitó un diploma pero es consciente que podría faltarle algún día.
“Con Cristina, las retenciones y la sequía, el año pasado no me fue bien con la miel. Nunca se sabe cuándo necesitaré salir a buscar otro trabajo y ahora, por las dudas, ya tengo el diploma”, dijo el joven que se enteró del programa a través de un vecino.
Para él, los trabajos prácticos para aprobar las materias fueron “exigentes”. En Química debió realizar actividades dictadas por el profesor, pero en la otra disciplina, tuvo que investigar sobre los transgénicos. “Fui al Ministerio de Agricultura, tuve que moverme para buscar datos porque lo que me pedían era todo actual y no estaba en los libros”, señaló Pedro, quien recomienda anotarse al plan porque “hoy, hasta para ser barrendero, necesitás el secundario completo”.
Seguir una carrera
Juan Martín Aput es egresado de la Grilli y cuando se lanzó el plan Fines, la secretaria escolar lo llamó por teléfono porque figuraba en la lista de los ex alumnos que no se graduaron. “Terminé en el 2002 pero quedé debiendo cinco materias: Inglés de 4to. y 5to. año, Matemática, Química y Educación Física. Siempre tuve la voluntad de rendir libre pero luego sufrí un accidente y quedé con secuelas medulares, así que nunca retomé la escuela hasta el año pasado que se me dio la oportunidad del plan”, señaló orgulloso.
Para Juan Martín fue un regreso grato a las aulas y se “enganchó” tanto con el estudio que luego de aprobar las asignaturas adeudadas, empezó a cursar el secretariado administrativo en la misma escuela. “Ahora momentáneamente soy un desocupado, pero el Fines me sirvió como motor para seguir estudiando una carrera”, dijo.
Dejó un mensaje a todos los que dudan de anotarse al plan. “Les digo a los que todavía no se decidieron a inscribirse, que no lo duden: es una muy buena oportunidad para superar una etapa”.