ACOMPAÑAMIENTO A 200 NIÑOS
La primaria está primero
“El Estado tiene una real inquietud por que el chico ingrese a la escuela, pero no asegura su permanencia, terminación ni calidad educativa. Y ésa es nuestra gran preocupación”. Las palabras pertenecen a Ana María Solís, coordinadora del proyecto Primero, mi primaria.
Para garantizar una verdadera igualdad de oportunidades, el Movimiento Los Sin Techo proporciona apoyo escolar a niños que ahora están en 3er. grado con el fin de que fortalezcan los aprendizajes en el primer ciclo de la primaria. “Focalizamos las actividades en 4 habilidades básicas: escuchar y entender lo que escucho, saber hablar y poder expresarme, leer y escribir correctamente”, señaló la psicopedagoga Gisela Murillo, asesora del programa. “Nuestro propósito es que los niños completen con éxito el primer nivel de la escolaridad básica y logren los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) propuAestos por el Ministerio de Educación”, añadió.
Alrededor de 200 niños de 18 barrios asisten una vez a la semana al apoyo escolar que está a cargo de 28 madres tutoras que, a su vez, se capacitan en talleres y son acompañadas por estudiantes universitarios.
Esos chicos son los que en el año 2007 comenzaron 1º grado y entraron en el “régimen de promoción directa” por el cual pasaron automáticamente a segundo, sin repetir. Esa norma ministerial fue derogada por la actual gestión educativa. “Comenzaron con el apoyo escolar 380 niños hace dos años y ahora quedan 200. Detectamos que 90 de ellos tenían problemas cognitivos y que pasaron en 2008 a segundo grado en forma automática, sin lograr los conocimientos exigidos. Algunos se quedaron en ese año y otros pasaron a tercero, pero con un gran déficit educativo”, indicaron Murillo y Solís, que tratan de ponerse en contacto con las docentes de esos chicos, al menos en aquellas pocas escuelas que permiten esa vinculación.
Consideraron que “la Ley de Educación Nacional pide que haya educación obligatoria hasta 5to. año del secundario, quiere la inclusión en el sistema de todos los alumnos. Nuestra tarea, en cambio, es tratar de dar lo que la escuela no garantiza: la permanencia en las aulas viendo de qué manera aprende cada chico, con qué recursos disponemos, cómo convocamos a sus familias”.