Inasistencia de entre 3 y 5 chicos por aula en una escuela de Alto Verde
No van a clases por el
frío y la falta de abrigo
La primaria Simón de Iriondo apela a la solidaridad de la población. Pide ropa abrigada y calzado de niños. La función de asistencia social de la escuela está a la orden del día.
De la redacción de El Litoral
educacion@ellitoral.com
El frío de estos últimos días deja al descubierto la cruda realidad que padecen los niños de hogares humildes. Entre 3 y 5 chicos por curso no están asistiendo a clases en la primaria Nº 95 Simón de Iriondo de Alto Verde debido a la falta de abrigo para soportar las bajas temperaturas.
Ubicada sobre la ribera del riacho, esta escuela pública no tiene calefacción para resguardar a los alumnos del aire frío y húmedo que cala los huesos. Esta mañana, con el termómetro clavado en los 2º C a la hora de ingreso escolar, la ausencia en los cursos se repitió.
El problema no es sólo de los que faltan: varios de los que van a la escuela están desabrigados. “El lunes teníamos una nena con remerita y buzo finito. Otros vienen con zapatillas de lona, todas rotas y sin campera”, dijo la docente Viviana Riera.
Si bien aclaró que hay una gran cantidad de alumnos que cuentan con la vestimenta suficiente, “estamos notando que algunos alumnos no tienen estos elementos y por este motivo faltan. Además, la rotación de los abrigos que hacen entre los hermanitos se agota en algún punto y no tienen forma de evitar la inasistencia”.
La cruda postal seguramente se repite en muchos colegios que, antes de dedicarse a la tarea pedagógica, deben velar por las necesidades insatisfechas de sus alumnos. “Lamentablemente, si no les sacamos el frío y el hambre a los chicos, no podemos pretender que aprendan. Por eso, a la mañana, en primer lugar les damos el desayuno caliente”, dijo la docente.
La vicedirectora Mónica Cuello añadió que “hasta la semana pasada hacía calor y el frío vino repentinamente; creo que eso complicó las cosas”. Según dijo, en estas horas hay gente que comenzó a acercar ropa al establecimiento con la cual se armará el “ropero escolar”.
“Queremos que los chicos estén calentitos y puedan aprender; ése es nuestro objetivo. Por eso, salimos a hacer este pedido solidario a los medios”, argumentó Cuello.
Como indicador del frío que hace en las aulas, la maestra Marta dijo a El Litoral: “Imaginate que recién ahora estoy agarrando calorcito y ya casi es hora de irme a casa”. La escuela cuenta con algunas estufas eléctricas compradas por los padres que están averiadas y se están reparando.
Función social
Otras veces los docentes pudieron ofrecerle ropa a los chicos porque la escuela tenía algo de reserva para casos puntuales. “Ahora nos quedamos sin nada y por eso pedimos a la gente que pueda, que nos acerque abrigo para niños de 6 a 12 años y calzado desde el número 28 al 36, aproximadamente”, pidió Riera.
Alto Verde es un distrito costero donde las familias viven al día. Hay habitantes que cuentan con un trabajo estable pero la mayoría subsiste por el cuentapropismo, changas temporarias o planes sociales. Por si fuera poco, la cercanía al río hace que el viento helado se sienta con mayor intensidad.
Desde hace tiempo, la escuela viene prestando asistencia social: se encarga de que los chicos coman y luego piensa en el aprendizaje. Ese rol lo asumió porque no quedaba otra opción, porque no se puede enseñar y exigir si los chicos no recibieron la alimentación o la motivación que necesitan. Los docentes que se desempeñan en esos contextos sociales coinciden en que cuando se está dentro de la escuela, no se puede eludir la realidad. Y la escuela Simón de Iriondo la está asumiendo, a favor de sus alumnos.
Donación.
Enviarla a la escuela Simón de Iriondo, Manzana 2 de Alto Verde. Tel. 4572919.