Una actuación para el olvido...
Los Pumas, sin identidad
El Rose Team los superó en forma inobjetable, con argumentos tan sencillos como efectivos. El sábado se jugará la revancha en la ciudad de Salta.
Gonzalo Tiesi, atrapado por la doble marcación inglesa, mientras llega en apoyo Rodrigo Roncero. Argentina no logró quebrar la defensa adversaria a través del juego asociado, prácticamente en todo el desarrollo. Foto: AFP
César Miño
Con una actuación sólida e inteligente, el Seleccionado de Rugby de Inglaterra venció en la víspera a su par de Argentina por 37 a 15 en Manchester, en el primero de los test-matches comprendidos en la serie que se completará el sábado venidero en el estadio Padre Martearena, de la ciudad de Salta, con la disputa del segundo.
Para acceder a una victoria tan clara, el Rose Team supo aprovechar con creces las bondades de un juego sencillo y efectivo, en el que impuso una notoria superioridad en la reconquista de la pelota, origen de la mayoría de las innumerables infracciones que condicionaron el accionar albiceleste.
De más a menos
Pese a que el inicio no pudo haber sido mejor, ya que al minuto se imponían por 3 a 0, merced al impecable drop de Juan Martín Hernández -autor de todos los puntos-, Los Pumas sólo lograron mantener el partido bajo control en los quince minutos iniciales.
Durante ese lapso, mediante una correcta imposición táctica, generada a través de certeros kicks, posicionaron el juego en campo adversario y lograron contener los intentos primigenios de los británicos.
Sin embargo, a partir de los minutos posteriores, el arribo de una insostenible cantidad de infracciones, cometidas fundamentalmente en los reagrupamientos, Argentina se quedó sin posesión y debió limitarse a defender.
Pese a que en materia de obtención predominó el equilibrio (el line-out fue de lo mejor de Argentina), la superioridad inglesa se hizo cada vez más notoria a partir de las impericias adversarias, lo que propendió a la llegada del primer ensayo, apoyado por el debutante Matthew Banahan, de impecable actuación que le valió ser elegido Man of the Match.
Por ende, el 19 a 9 en favor del Rose Team, con el que concluyó la etapa inicial, no extrañó a nadie; es más, fue como una especie de presagio de lo que acontecería en el complemento, durante el cual la superioridad del vencedor fue tan evidente, que exime de mayores comentarios al respecto.
Una duda capital
Más allá de que resulta inevitable señalar que Los Pumas volvieron a jugar luego de casi siete meses de inactividad competitiva, quedó por de más de claro que la actuación de ayer evidencia un notorio retroceso en aspectos clave.
Partiendo de que fueron superados por un adversario que distó de presentar su formación principal (faltaron 9 titulares que están en los Lions), pero sobremanera, de que Argentina parece haber perdido la esencia de un juego que la catapultó hacia los primerísimos planos del rugby universal.
Sirva, como ejemplo, el hecho de que, ayer, Los Pumas no lograron quebrar la línea defensiva adversaria por medio del juego asociado prácticamente durante todo el desarrollo. Tampoco fueron capaces de generar pelotas de calidad (léase, con el timing adecuado), pero, fundamentalmente, con la sumatoria de penales cometidos (15) se hace imposible alcanzar o sostener un desarrollo favorable en el rugby actual.
En síntesis, la composición de lugar nos transporta a una situación que está en el límite de la preocupación. Atendiendo a que, más allá de los tres ausentes por haber participado de la final del Top XIV francés de ayer y algún lesionado clave, como el capitán Felipe Contepomi, los protagonistas de la víspera son virtualmente la disponibilidad que actualmente poseen los entrenadores argentinos.
Es de esperar que para la revancha del sábado venidero se pueda acceder a la mejoría que generalmente otorga una semana de trabajo continuo. Pero, amén de esto y de la sumatoria de resultados negativos, la recuperación de la identidad asoma como el eje de un futuro más promisorio.