Dos prófugos

Indagado por el crimen de calle Necochea

De la Redacción de El Litoral

Un muchacho de 21 años, detenido la semana pasada por el crimen de un vecino de barrio Candioti, declaró ayer en Tribunales, donde negó todas las acusaciones que pesan en su contra. El implicado habría reconocido ante la policía que estuvo en la casa de la víctima el día que lo mataron, pero se desdijo ante el juez. Para su abogado “no existen pruebas que lo incriminen”.

Un manto de silencio cubre el homicidio de Roberto Ceferino González, un hombre de 42 años, ultimado el 17 de mayo de siete puñaladas, en un departamento interno de calle Necochea al 3200. Un llamado alertó a la policía de la Seccional 3ra. que encontró a González tendido sobre su cama, en horas de la madrugada.

Los investigadores secuestraron una faca de doble filo y de 20 cm de hoja, tirada en el cordón de la vereda de calle Alberdi al 3700. Al parecer el rastro de sangre no era más que de González, que esa madrugada habría intentado defenderse de al menos tres personas.

Pocas horas después del hecho la policía arrestó a tres jóvenes. Dos de ellos, de 18 años, estaban en una casa de Misiones al 6300; mientras que el tercero, de 27, se encontraba en Salvador Caputo al 3900. Todos recuperaron la libertad a las pocas horas.

Los días posteriores la investigación tomó otro rumbo, a raíz del hallazgo de un mensaje de texto en el teléfono celular de la víctima. Fue así que el personal de la Agrupación de Unidades Especiales se dirigió hasta una casa de calle Pedro de Vega al 3200, donde secuestró material de suma importancia para la causa.

Un mensajE al celular

Las órdenes de allanamientos libradas por el juez de Instrucción Cuarta, Rubén Eduardo Saurín, le permitieron a la policía quedarse con un manual y un CD Room de instalación de un celular marca Samsung. El aparato en cuestión habría sido utilizado para contactar a González la noche antes del crimen.

Lo que se presenta como un caso de homicidio en ocasión de robo pudo haber comenzado de otra manera. Incluso se cree que la víctima fue quien permitió el ingreso de sus asesinos, que al parecer se conocían de antes.

Tras varias averiguaciones los pesquisas de la Unidad Regional Uno ataron cabos y llegaron a tres sujetos, uno de los cuales se encuentra detenido desde el jueves pasado. Los dos restantes, están prófugos de la Justicia. Ninguno de los tres supera los 25 años.

En cuanto a lo declarado este lunes ante el juez Saurín, el imputado rectificó sus dichos ante la policía, donde días antes habría manifestado que estuvo en el hecho pero que no cometió ningún delito. “En el juzgado dijo que ni siquiera había estado”, declaró el abogado Ricardo Bernárdez Varela.

El defensor indicó que pudo haber ocurrido que su cliente haya sido “objeto de amenazas y tuvo miedo”, pero que “no sufrió apremios”.

En cuanto al devenir de la causa penal Bernárdez Varela consideró que “no existen elementos objetivos de prueba que comprometan y vinculen al homicidio” a su defendido.